¿Cómo son y como construir una cadena de suministro verde?

La evolución de las cadenas de suministro representa un desafío legal y estratégico sin precedentes. La confluencia entre normativas ambientales, regulaciones internacionales y prácticas comerciales sostenibles configura un nuevo paradigma jurídico que trasciende los modelos tradicionales de transporte y logística.


En los últimos años, la sostenibilidad se ha posicionado como un pilar esencial del comercio global. Las cadenas de suministro, una columna vertebral tradicionalmente enfocada en la eficiencia operativa y las métricas financieras, han comenzado a transformarse bajo el prisma de la sostenibilidad. Este cambio responde no solo a las exigencias éticas de los consumidores, sino también al impacto tangible que las operaciones logísticas tienen en el medio ambiente. Tal como lo reflejan las cadenas de suministro verdes o sostenibles, el compromiso empresarial con la reducción de emisiones es cada vez más prioritario; sin embargo, el camino hacia una logística verdaderamente ecológica está lleno de complejidades técnicas, geopolíticas y económicas que las empresas deben afrontar con creatividad y determinación.

Cambio de Paradigma: Renovando la Cadena de Valor

Las cadenas de suministro tradicionales, que abarcan transporte marítimo y terrestre, almacenamiento, embalaje y múltiples nodos de distribución, han sido históricamente un motor esencial para la globalización. Sin embargo, con su crecimiento en escala y complejidad, también ha aumentado su contribución a las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI). Tomemos como referencia el transporte marítimo: si este sector fuese considerado un país, ocuparía el sexto lugar en términos de emisiones de GEI, superando incluso a economías como la de Alemania.

Aunque el transporte marítimo es el más eficiente desde el punto de vista de emisiones por tonelada transportada en comparación con otros medios, como el transporte aéreo, su enorme volumen de operaciones lo hace un factor crítico en el escenario ambiental. La transición hacia combustibles limpios por parte de algunos buques mercantes es un paso alentador, pero la dependencia de combustibles fósiles, tanto en el mar como en tierra, sigue siendo un desafío considerable. Además, factores externos como los conflictos geopolíticos —que obligan a desviar rutas marítimas a través de trayectos más largos, como el Cabo de Buena Esperanza en lugar del Canal de Suez— agravan los problemas al aumentar el consumo de combustible y las emisiones.

Frente a estos retos, la construcción de una cadena de suministro sostenible implica un enfoque integral y meticuloso. Toda acción implementada, desde la elección del modo de transporte hasta el tipo de embalaje utilizado, debe tener en cuenta tanto el impacto ambiental como la viabilidad económica.

Elementos Esenciales de las Cadenas de Suministro Verdes

Una de las primeras etapas para transformar una cadena de suministro tradicional en una verde es el mapeo exhaustivo de todas las actividades que la configuran. Este proceso incluye la identificación de las emisiones generadas en cada etapa y la búsqueda de oportunidades de mitigación que equilibren la sostenibilidad con la eficiencia operativa. A partir de este análisis, pueden implementarse varias estrategias sostenibles:

  1. Revolucionar el embalaje: El embalaje representa una parte significativa de los desechos generados por las cadenas de suministro. Al optar por materiales biodegradables o reciclables y reducir el uso de plásticos, las empresas pueden minimizar su huella ambiental sin comprometer la funcionalidad del embalaje.
  2. Optar por modos de transporte menos contaminantes: El transporte marítimo es generalmente más eficiente en términos de emisiones, pero en rutas terrestres, el cambio de camiones a trenes electrificados puede generar una reducción significativa de emisiones. En distancias más cortas o áreas donde el ferrocarril no es viable, los vehículos eléctricos también están comenzando a desempeñar un papel esencial en la transición ecológica.
  3. Adopción de combustibles alternativos: Los avances en el uso de biocombustibles y combustibles marinos con bajo contenido de azufre han comenzado a redibujar el panorama del transporte. En este contexto, muchas navieras están invirtiendo en flotas capaces de operar con combustibles limpios, señal de un cambio estructural que transformará el mercado a largo plazo.
  4. Explorar soluciones multimodales: Combinaciones logísticas como el transporte marítimo-aéreo se están convirtiendo en soluciones atractivas para equilibrar eficiencia de tiempo y huella de carbono, especialmente para productos que requieren tiempos ajustados pero no son de transporte extremadamente urgente.

La Colaboración como Clave de Éxito

Un aspecto crucial de este nuevo enfoque es la colaboración entre los integrantes de la cadena de suministro. Las asociaciones entre exportadores, importadores y transportistas se están transformando en verdaderas plataformas de co-creación para soluciones sostenibles. Las grandes corporaciones, con recursos robustos y una escala de operación significativa, tienen el potencial de liderar estos acuerdos al forjar alianzas con transportistas que utilicen combustibles ecológicos o diseñen productos de logística más limpios y eficientes.

En este esquema, los programas de compensación de carbono también están ganando atención. Aunque no reducen directamente las emisiones generadas, representan una medida paliativa relevante para mitigar el impacto de actividades que aún no tienen alternativas completamente verdes.

Innovación Tecnológica y Logística Circular

La tecnología desempeña un papel protagónico en la transformación de las cadenas de suministro hacia la sostenibilidad. Herramientas basadas en inteligencia artificial y aprendizaje automático están siendo utilizadas para optimizar rutas y predecir patrones climáticos, reduciendo así el consumo excesivo de combustibles. La automatización y la robótica también están ayudando a eliminar ineficiencias en los almacenes y los procesos de distribución.

Otro pilar de este cambio es la adopción de un modelo circular en la gestión de la cadena de suministro. Este enfoque incluye prácticas como el reciclaje de materiales, el reacondicionamiento y la reutilización de productos, que prolongan el ciclo de vida de las materias primas y reducen los residuos generados. Ejemplos destacados incluyen redes de «logística inversa» diseñadas para gestionar eficazmente el retorno de bienes al punto de origen para su reciclaje o reutilización.

El Horizonte: Corredores Marítimos Verdes y Objetivos Ambiciosos

Mirando al futuro, un desarrollo clave dentro de esta transición son los corredores marítimos verdes. Estos corredores, que conectan puertos a través de rutas optimizadas para reducir emisiones y potenciar el uso de combustibles verdes, están sentando las bases de una infraestructura logística más respetuosa con el medio ambiente. Aunque su implementación aún está en etapas iniciales, acuerdos pioneros como el corredor verde entre Singapur y Australia muestran que el concepto cuenta con un potencial transformador.

En paralelo, las grandes navieras han comenzado a fijarse objetivos de sostenibilidad ambiciosos. Por ejemplo, Maersk busca alcanzar la neutralidad en carbono para 2040, mientras que Hapag-Lloyd apunta a operar una flota cero emisiones para 2045. Estas metas no solo impulsan la innovación dentro del sector, sino que también establecen un estándar que inspira a otros actores a seguir el mismo camino.

Propuestas de Corredores Verdes:

  1. Corredor de mineral de hierro Australia-Japón.
  2. Ruta de contenedores Asia-Europa.
  3. Ruta del automóvil. Asia – EEUU.

Conclusión: Un Futuro Verde e Inevitable

El camino hacia cadenas de suministro verdes no es sencillo, pero es ineludible. Factores como regulaciones medioambientales más estrictas, la presión de los consumidores y los avances tecnológicos están acelerando la transición hacia modelos sostenibles. En este sentido, las empresas que adopten desde hoy una mentalidad ecológica y colaboren con socios comprometidos tendrán una ventaja competitiva clave en el mercado global. No se trata únicamente de reducir emisiones, sino de rediseñar la manera en que entendemos y gestionamos la logística, demostrando que sostenibilidad y éxito comercial no solo pueden coexistir, sino prosperar juntos.

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