Ucrania enfrenta una crisis crítica en su infraestructura portuaria del Mar Negro, devastada por más de tres años de ataques rusos. El gobierno ha lanzado una llamada urgente solicitando 500 millones de euros iniciales para reparaciones esenciales que permitan reanudar las exportaciones, vitales para su economía.

KIEV, UCRANIA – El Gobierno de Ucrania ha emitido una petición perentoria de asistencia financiera: al menos 500 millones de euros (aproximadamente 566 millones de dólares) son necesarios de forma inmediata para iniciar la titánica tarea de reconstruir su infraestructura portuaria vital a lo largo de la costa del Mar Negro. Estas instalaciones, esenciales para la supervivencia económica del país, han sido sistemáticamente degradadas o destruidas por continuos ataques con misiles y drones rusos.

Un alto funcionario del gobierno ucraniano ha detallado que la ofensiva ha dejado un saldo de casi 400 infraestructuras portuarias dañadas o completamente destruidas. Estos enclaves no son meros puntos de tránsito, sino la arteria vital para la economía del país, canalizando más del 90% de sus exportaciones, principalmente cereales, metales y otros productos esenciales para los mercados globales. La capacidad de Ucrania para comerciar con el exterior y sostener su economía de guerra depende intrínsecamente de la operatividad de estos puertos.

La gravedad de la situación fue subrayada durante el reciente Foro de Seguridad del Mar Negro, celebrado en Odesa. Allí, el viceministro de Desarrollo Territorial de Ucrania expuso la estrategia gubernamental: se han identificado las instalaciones portuarias más críticas que demandan una reconstrucción inmediata.

La prioridad absoluta es restablecer las principales funciones portuarias para permitir la reanudación, aunque sea parcial, de las operaciones de transporte marítimo y exportación, un esfuerzo desesperado por mantener a flote la economía nacional.

Actualmente, Ucrania se ve forzada a operar con una capacidad drásticamente reducida, manteniendo activos solo tres puertos principales en la estratégica región de Odesa. Otros importantes nudos logísticos del Mar Negro permanecen paralizados desde el inicio de la invasión a gran escala por parte de Rusia en febrero de 2022.

Mientras la solicitud inicial se cifra en 500 millones de euros para restablecer la capacidad básica de manipulación de carga y la operación en los puertos más urgentes, las estimaciones para la reconstrucción integral de toda la infraestructura portuaria dañada ascienden a unos 1.000 millones de euros.

Esta cifra, aunque considerable, representa solo una fracción del desafío reconstructivo que enfrenta la nación. Un informe del Banco Mundial, fechado en diciembre pasado, proyectaba que el coste total para la reconstrucción y recuperación de Ucrania podría alcanzar los 524.000 millones de dólares (aproximadamente 506.000 millones de euros) durante la próxima década, una suma que casi triplica el PIB nominal previsto para Ucrania en 2024.

Más allá de los puertos, la campaña rusa ha dejado una estela de destrucción en numerosas zonas industriales, centros de transporte y edificios residenciales a lo largo y ancho del territorio ucraniano. Los puertos de Odesa, cruciales para la exportación de cereales y metales al mercado mundial, han sido un blanco frecuente y deliberado de ataques en los últimos meses, subrayando la vulnerabilidad persistente de la infraestructura ucraniana y la urgencia de su restauración para la seguridad alimentaria global y la propia supervivencia económica de Ucrania. La comunidad internacional observa con atención la capacidad de Kiev para asegurar los fondos necesarios y comenzar esta ingente labor de recuperación en medio de un conflicto activo.

Referencias: Reuters