25 de julio de 2025

Taiwán prepara ejercicios de simulacros militares de posibles escenarios de invasión de China

En medio de una creciente escalada de tensiones en el estrecho de Taiwán, la isla ha dado inicio a una nueva edición de sus ejercicios militares anuales, Han Kuang, que este año destacan por su enfoque en la simulación de escenarios tácticos que responden tanto a posibles agresiones convencionales como a incidentes de “zona gris”.

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En medio de una creciente escalada de tensiones en el estrecho de Taiwán, la isla ha dado inicio a una nueva edición de sus ejercicios militares anuales, Han Kuang, que este año destacan por su enfoque en la simulación de escenarios tácticos que responden tanto a posibles agresiones convencionales como a incidentes de “zona gris”.

Taipei, Taiwán – Estas maniobras, consideradas las más completas y cruciales en décadas, reflejan el esfuerzo de Taiwán por fortalecer su capacidad defensiva frente a eventuales amenazas del Ejército Popular de Liberación (EPL), a medida que Pekín incrementa su presencia militar en la región.

La 41ª edición de los ejercicios Han Kuang se encuentra marcada por su duración extendida y un alcance masivo. Las maniobras, impulsadas por el Ministerio de Defensa Nacional de Taiwán, comenzaron este sábado y se llevarán a cabo hasta el 18 de julio, involucrando un complejo conjunto de simulaciones asistidas por ordenador mediante la plataforma militar estadounidense Joint Theater Level Simulation (JTLS). Sin embargo, los ejercicios con fuego real están programados específicamente entre el 9 y el 18 de julio y contemplarán tanto operaciones de combate directo como escenarios que representen “nuevos tipos de amenaza”, un factor clave en la estrategia defensiva de la isla.

El general de división Tung Chi-hsing destacó que este año los ejercicios ponen un acento particular en los posibles desarrollos tácticos que el EPL podría desplegar en caso de intentar una ofensiva directa contra Taiwán. Además, otra parte fundamental del programa se centra en el concepto de “operaciones de zona gris”, acciones estratégicas que buscan socavar el statu quo sin entrar directamente en un conflicto militar abierto. Estas operaciones podrían incluir bloqueos de información, infiltración mediante drones, el uso de buques civiles o incluso tácticas híbridas diseñadas para desestabilizar el aparato de defensa de la isla.

Hsieh Jih-sheng, alto responsable de inteligencia del Ministerio de Defensa de Taiwán, durante una conferencia de prensa en el Ministerio, después de que China anunciara ejercicios militares alrededor de Taiwán.

El legislador del oficialista Partido Democrático Progresista (PDP)Wang Ting-yu, miembro de la Comisión Nacional de Defensa, enfatizó la importancia de la ampliación de estos ejercicios para abordar una gama más amplia de posibles ataques que vulneren la soberanía taiwanesa sin cruzar las líneas tradicionales del conflicto armado. Según Wang, esta evolución en el diseño de simulacros militares busca garantizar una respuesta conforme al derecho internacional y adaptarse a los retos estratégicos modernos. “Aunque muchos imaginan que un ataque inicial de China podría incluir misiles, los escenarios más probables involucran tácticas asimétricas y de bajo umbral, por lo que requieren una planificación previa más detallada”, afirmó.

En paralelo, esta nueva edición de los ejercicios han coincidido con una demostración de fuerza por parte de China. En días recientes, el Ejército Popular de Liberación de Pekín llevó a cabo sus propias maniobras militares en torno a Taiwán, conocidas como “Strait-Thunder 2025A” o “Trueno del Estrecho”, que incluyeron lanzamientos de proyectiles de largo alcance, ejercicios de bloqueos navales y ataques simulados a infraestructuras clave de la isla. Estas operaciones fueron realizadas en el mar de China Oriental, en una zona cerrada ubicada a unos 400 kilómetros del territorio taiwanés, ilustrando las crecientes capacidades del gigante asiático para imponer su presencia militar cerca de la isla.

Mientras tanto, los ejercicios taiwaneses también adquieren un carácter político, en un contexto donde las declaraciones del presidente taiwanés, William Lai, han generado respuestas airadas por parte de Pekín. Lai, considerado por el gobierno chino como un “independentista” y un “alborotador”, recientemente calificó al régimen de Xi Jinping como una “fuerza externa hostil” y prometió nuevas iniciativas para reforzar la seguridad interna de la isla y evitar intentos de infiltración dirigidos por Beijing. Este énfasis en la amenaza de operaciones encubiertas coincide con el enfoque de los ejercicios en los retos no convencionales que enfrenta el país.

Desde su separación política en 1949, Taiwán se ha mantenido como un estado autónomo, gobernado bajo el sistema de la República de China, con un modelo político, económico y social que se diferencia claramente del de la República Popular China. A pesar de sus avances democráticos, en los que se posiciona como una de las democracias más sólidas de Asia, Beijing continúa insistiendo en que la isla forma parte “inalienable” de su territorio, una postura reforzada en el discurso nacionalista del presidente Xi Jinping, quien ha subrayado en repetidas ocasiones la importancia de la “reunificación” como un objetivo estratégico clave.

El deterioro de las relaciones entre Taipéi y Pekín, sumado a la presión diplomática y militar ejercida por China en la región, coloca a Taiwán en un escenario de preparación constante. Con la realización de los Han Kuang, la isla busca no solo ensayar su capacidad de respuesta ante un eventual ataque, sino también enviar un mensaje claro de determinación y resiliencia ante las crecientes amenazas de su vecino continental. Sin duda, mientras se desarrollan estas maniobras, los ojos del mundo permanecen atentos al estrecho de Taiwán, donde se perfilan las tensiones geopolíticas más críticas del siglo XXI.

Referencias: Ministerio de Defensa de Taiwán, REUTERS, Taipei Times