Los hutíes y EE.UU. acuerdan un alto el fuego tras meses de escalada en el Mar Rojo
Este acuerdo pone fin a meses de hostilidades que incluyeron una intensa campaña aérea denominada “Operación Rough Rider”, lanzada por Estados Unidos el 15 de marzo y que implicó el uso de más de 2.000 municiones contra más de 1.000 objetivos hutíes. Y una inversión de más de 750 millones de dólares solo en municiones, sin contabilizar los costos derivados de operaciones navales y aéreas adicionales.

Este acuerdo pone fin a meses de hostilidades que incluyeron una intensa campaña aérea denominada “Operación Rough Rider”, lanzada por Estados Unidos el 15 de marzo y que implicó el uso de más de 2.000 municiones contra más de 1.000 objetivos hutíes. Y una inversión de más de 750 millones de dólares solo en municiones, sin contabilizar los costos derivados de operaciones navales y aéreas adicionales.
SANÁ, YEMEN – Washington anuncia el cese de hostilidades tras una intensa campaña militar, mientras los hutíes garantizan el fin de los ataques al tráfico marítimo internacional. El acuerdo, mediado por Omán, marca un giro inesperado en un conflicto que ha costado cientos de millones de dólares y ha puesto en jaque una de las rutas comerciales más críticas del mundo.
El presidente Donald Trump confirmó este martes la suspensión inmediata de los bombardeos estadounidenses contra los hutíes, grupo respaldado por Irán, después de que estos accedieran a cesar sus ataques contra buques en el Mar Rojo y el estrecho de Bab al-Mandab, por donde transita el 15% del comercio global.
«Recibimos un mensaje claro: no quieren seguir combatiendo y dejarán en paz a los barcos», declaró Trump en el Despacho Oval, junto al primer ministro canadiense, Mark Carney. «Les tomaremos la palabra», añadió, sin detallar los términos exactos del pacto.
El anuncio llega casi dos meses después del inicio de la «Operación Rough Rider», una campaña militar que incluyó más de 2.000 ataques aéreos contra 1.000 objetivos hutíes desde el 15 de marzo, según datos del Pentágono. Las fuerzas estadounidenses perdieron siete drones MQ-9 Reaper y un caza F/A-18 en los enfrentamientos, con un costo estimado en 750 millones de dólares solo en municiones.
El ministro de Exteriores omaní, Badr al-Busaidi, validó el acuerdo en redes sociales, subrayando que ambas partes se comprometieron a no atacar buques civiles ni militares, incluidos los estadounidenses. Qatar y Kuwait celebraron la medida como un «avance hacia la estabilidad» en la región.

Sin embargo, el alto el fuego no incluye a Israel. El líder hutí Mahdi al-Mashat advirtió que su grupo mantendrá su apoyo a los palestinos en Gaza, mientras el canal Al Masirah, afín a los rebeldes, lanzó una amenaza directa contra ciudadanos israelíes: «Busquen refugio».
El domingo, un misil hutí impactó cerca del aeropuerto Ben Gurión, lo que desencadenó represalias israelíes contra el puerto de Hodeidah y el aeropuerto de Saná. Fuentes cercanas al gobierno de Netanyahu confirmaron que Israel no fue consultado sobre el acuerdo y no forma parte de él.
Aunque Trump presentó el pacto como un triunfo para la seguridad marítima, analistas señalan que los hutíes ya habían reducido sus ataques desde diciembre de 2024. Entre noviembre de 2023 y enero de 2025, el grupo atacó más de 100 buques, hundió dos y mató a cuatro marineros, según registros de la ONU.
Quedan incógnitas pendientes:
- ¿Participará Reino Unido, aliado clave en operaciones previas?
- ¿Se investigarán las denuncias de víctimas civiles? Organizaciones de derechos humanos acusan a EE.UU. de un ataque en abril que mató a 68 migrantes en Yemen.
El tiempo dirá si este alto el fuego es un paso hacia la paz o una pausa táctica en un conflicto aún latente. Mientras, el Mar Rojo recupera un frágil respiro, y el mundo observa.
Referencias: Reuters, TOI