China intensifica sus ejercicios alrededor de Taiwán

La Armada del Ejército Popular de Liberación (PLAN) de China ha desplegado este martes un operativo militar a gran escala que rodea por completo la isla de Taiwán, en lo que los analistas consideran la mayor demostración de fuerza desde los ejercicios realizados en mayo del año pasado.

Pekín, China – Las maniobras, denominadas internamente como una «severa advertencia», involucran a las cuatro ramas principales de las fuerzas armadas chinas —ejército, marina, fuerza aérea y fuerzas de cohetes estratégicos— en una demostración coordinada que, según declaraciones oficiales de Beijing, tiene como objetivo «practicar ataques de precisión y simular un bloqueo completo» de la isla autónoma.

El Ministerio de Defensa de Taiwán ha confirmado la presencia de 19 buques de guerra chinos navegando alrededor de la isla en las últimas 24 horas, incluyendo el grupo de portaaviones Shandong, una de las joyas de la creciente armada china. Este despliegue naval se complementa con intensas operaciones aéreas que han establecido un perímetro de vigilancia en el espacio aéreo cercano al estrecho de 180 kilómetros que separa la isla continental.

«Las fuerzas armadas chinas están cercando la isla desde múltiples direcciones«, afirmó el coronel Shi Yi, portavoz oficial del Comando del Teatro Oriental del EPL, quien detalló que las maniobras incluyen «patrullas de preparación para el combate mar-aire, toma conjunta de la superioridad integral, asalto a objetivos marítimos y terrestres y bloqueo de áreas clave y rutas marítimas».

El portaaviones Shandong, de la Armada del Ejercito Popular de Liberación.

Ante esta abrumadora presencia militar, Taiwán ha movilizado sus propias fuerzas defensivas, desplegando aviones de combate, activando sistemas de misiles terrestres y enviando buques para monitorear las actividades chinas. La administración del presidente Lai Ching-te ha calificado a Beijing como el «mayor alborotador del mundo«, denunciando lo que considera una provocación injustificada.

«Recurrir a exhibiciones de fuerza militar no es lo que las sociedades modernas y progresistas deberían buscar«, declaró el primer ministro taiwanés Cho Jung-tai, mientras la Oficina Presidencial emitía un comunicado condenando «el comportamiento escalador de China» y reafirmando la determinación de la isla de mantener su autonomía.

Los ejercicios militares chinos se producen en un momento particularmente sensible, apenas días después de que el secretario de Defensa estadounidense, Pete Hegseth, declarara durante una visita a Japón que Estados Unidos garantizaría una «disuasión creíble» en el estrecho de Taiwán.

Lin Ying-yu, analista de seguridad de la Universidad de Tamkang, sostiene que el timing de estos ejercicios no es casual: «China quiere poner a prueba la posición de Estados Unidos antes de la cumbre Trump-Xi mediante estos ejercicios militares», apuntando a una estrategia calculada de presión diplomática.

Las tensiones en el estrecho han experimentado un marcado incremento desde que el presidente taiwanés Lai Ching-te asumió el cargo en mayo de 2024. Considerado por Beijing como un «separatista peligroso«, Lai ha adoptado una postura más firme que su predecesora en la defensa de la soberanía taiwanesa.

El mes pasado, en un movimiento que provocó ira en Beijing, Lai calificó a China de «fuerza extranjera hostil» y propuso medidas para combatir el espionaje y la infiltración china en la isla, lo que ha sido interpretado por los líderes comunistas como un paso hacia la independencia formal, considerada una línea roja absoluta para el gobierno de Xi Jinping.

La campaña de presión china no se limita al ámbito militar. El Comando del Teatro Oriental ha desplegado una intensa campaña propagandística que incluye gráficos, videos y simbolismos dirigidos específicamente contra la administración de Lai. Una imagen compartida por los militares chinos muestra al presidente taiwanés representado como un insecto «siendo asado en fuego abierto», mientras que videos distribuidos en redes sociales chinas muestran animaciones de ataques con referencias a la mitología china tradicional.

Zhu Fenglian, portavoz de la Oficina de Asuntos de Taiwán de Beijing, fue explícita al declarar que «perseguir la ‘independencia de Taiwán’ significa empujar al pueblo taiwanés a una peligrosa situación de guerra«, en lo que constituye una de las advertencias más directas emitidas por funcionarios chinos en los últimos meses.

La situación ha encendido alarmas entre especialistas en seguridad internacional, quienes ven en Taiwán un potencial punto de inflamación para un conflicto mayor. La isla, además de su importancia estratégica, alberga a TSMC y otras empresas que controlan más del 60% de la producción mundial de semiconductores avanzados, convirtiéndola en un activo crítico para la economía global.

La política estadounidense de «ambigüedad estratégica«, que no define claramente si Washington intervendría militarmente para defender a Taiwán, añade un elemento adicional de incertidumbre. Aunque el presidente Trump declaró recientemente que una invasión china sería «catastrófica», coincidiendo con el anuncio de TSMC de una inversión de 100 mil millones de dólares en Estados Unidos, los analistas siguen cuestionando la firmeza del compromiso estadounidense.

La disputa actual tiene sus orígenes en 1949, cuando las fuerzas nacionalistas del Kuomintang bajo el mando de Chiang Kai-shek se refugiaron en Taiwán tras ser derrotados por los comunistas de Mao Zedong en la guerra civil china. Desde entonces, Beijing considera a la isla como una «provincia rebelde» que debe ser reunificada con el continente, por medios pacíficos o, si fuera necesario, por la fuerza.

Actualmente, solo 11 países y el Vaticano mantienen relaciones diplomáticas formales con Taiwán, mientras la presión china para aislar internacionalmente a la isla continúa intensificándose en paralelo a las demostraciones de fuerza militar.

Mientras la guardia costera china anuncia «patrullas policiales» alrededor de la isla y los analistas especulan sobre si estos ejercicios representan ensayos para un futuro bloqueo más que para una invasión total, la crisis en el estrecho de Taiwán continúa profundizándose, convirtiéndose en uno de los focos de tensión más peligrosos del panorama geopolítico mundial.

Referencias: Xinhua, CCTV, Taipei Times


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