La Armada de EE.UU. ha adjudicado un contrato sin precedentes de 536,7 millones de dólares a NorthStar Maritime Dismantlement Services para el desmantelamiento del legendario portaaviones de propulsión nuclear USS Enterprise (CVN 65). Este enfoque, el primero de su tipo al recurrir a una iniciativa comercial, busca optimizar los recursos de los astilleros públicos y culminara en 2029.
WASHINGTON D.C., ESTADOS UNIDOS – El legendario portaaviones de propulsión nuclear USS Enterprise (CVN 65), un coloso que surcó los mares durante más de medio siglo al servicio de la Armada de los Estados Unidos, se prepara para su última travesía: su desmantelamiento y disposición final. En una decisión que marca un cambio de paradigma en la gestión de buques nucleares retirados, la Armada, en colaboración con Naval Reactors, ha adjudicado el primer contrato de su historia para acometer esta compleja tarea a través de una iniciativa comercial.

Conocido afectuosamente como el «Big E», el Enterprise no fue un buque cualquiera. Comisionado en 1961, se erigió como una auténtica maravilla tecnológica de su tiempo y desempeñó un papel absolutamente central en las operaciones navales estadounidenses. Desde las tensiones de la Guerra Fría, pasando por el fragor de la Guerra de Vietnam, hasta los desafíos de los conflictos posteriores al 11-S, como las Operaciones Libertad Duradera y Libertad Iraquí, su silueta fue sinónimo de la proyección del poder naval estadounidense. Tras su desactivación en diciembre de 2012, la Armada completó la delicada tarea de retirar el combustible nuclear y desactivar sus plantas de reactores en 2017, preparándolo para este capítulo final.
El contrato, valorado en 536,7 millones de dólares y adjudicado bajo la modalidad de precio fijo tras un concurso público, ha recaído en NorthStar Maritime Dismantlement Services, LLC, una firma de Vermont. Este acuerdo estipula que el proceso de desmantelamiento deberá concluir en noviembre de 2029. NorthStar no acometerá esta tarea en solitario; colaborará estrechamente con Modern American Recycling and Radiological Services, LLC (MARRS), en cuyas instalaciones de Mobile, Alabama, se llevarán a cabo los trabajos físicos. La gestión de los residuos radiológicos de baja actividad y los residuos peligrosos mixtos será responsabilidad de Waste Control Specialists LLC, en Andrews, Texas, garantizando una disposición final segura y conforme a la normativa.
Esta aproximación, que confía en la experiencia del sector privado en el desmantelamiento de instalaciones nucleares comerciales, no es casual. Según estimaciones de la Armada, representa un ahorro proyectado de 1.000 millones de dólares en comparación con la alternativa de utilizar los astilleros públicos. Más allá del beneficio económico, esta estrategia permitirá a la Armada priorizar y liberar la capacidad crítica de sus astilleros públicos para el mantenimiento, la modernización y la preparación de la flota activa, un aspecto crucial en el actual entorno de seguridad global. Todo ello, subraya la Armada, manteniendo su firme compromiso con la protección ambiental y la seguridad nuclear.
Así, el USS Enterprise, que una vez fue la punta de lanza de la flota, se encamina hacia un desmantelamiento que, aunque marca el fin de su servicio físico, también apoya la gestión continua y eficiente de la flota nuclear de la Armada y el legado de una embarcación que definió una era.
Referencias: Armada de los EE.UU.