El caza de sexta generación F/A-XX de la Armada de EE. UU. avanza hacia su fase final de pruebas operativas y de fuego real, con un aumento de financiación de 750 millones de dólares. Mientras Boeing y Northrop Grumman compiten por el contrato, el Pentágono y el Congreso debaten su futuro estratégico frente a la creciente competencia con China.
WASHINGTON D.C., ESTADOS UNIDOS – En un momento clave para la aviación naval estadounidense, el caza de sexta generación F/A-XX ha superado las pruebas de desarrollo y ha entrado en la fase de evaluaciones operativas y de fuego real, según confirmaron fuentes de la Oficina del Director de Pruebas Operacionales y Evaluación (DOT&E). Este paso marca un avance decisivo en un programa que busca redefinir las capacidades aéreas de la Armada frente a desafíos como el creciente poderío militar de China.

La transición, realizada entre diciembre de 2024 y abril de 2025, coincide con un aumento de 750 millones de dólares en financiación aprobado por el Congreso, a pesar de la oposición del Pentágono.
Este respaldo económico refleja la urgencia que legisladores como Ken Calvert, presidente del Comité de Asignaciones de Defensa de la Cámara de Representantes, atribuyen al proyecto: «No podemos esperar. Cualquier retraso nos dejaría en desventaja frente a China», afirmó durante una audiencia reciente.
El programa se encuentra en la etapa final de selección entre Boeing y Northrop Grumman, después de que Lockheed Martin fuera descartado por no cumplir con los requisitos.
El F/A-XX promete un 25 % más de alcance que los actuales F/A-18E/F y F-35C, además de integrar sistemas de control para operar en conjunto con drones, bajo un esquema de «hombre en el circuito».
El vicealmirante Daniel Cheever, Comandante de las Fuerzas Aéreas Navales, destacó en el Manual de Aviación Naval 2025 que esta aeronave es «imprescindible» para enfrentar escenarios de combate en entornos disputados. Sin embargo, el programa no está exento de controversias: rumores de cancelación, alimentados por informes de Reuters, han sido rechazados por la Armada y legisladores, aunque persisten tensiones internas en el Pentágono.
Mientras la Armada insiste en la necesidad del F/A-XX para mantener la superioridad aérea, el Pentágono ha mostrado reticencias ante los costos adicionales. La incertidumbre se agrava tras la reciente cancelación del misil hipersónico HALO, otro pilar de la estrategia naval.
Con el contrato pendiente de adjudicación y pruebas críticas en curso, el F/A-XX se debate entre el optimismo tecnológico y las presupuestarias realidades. Lo que está claro es que, para la Armada de EE. UU., este caza no es solo una herramienta de combate, sino una apuesta por el dominio aéreo del futuro.
Referencias: Boeing, The War Zone