19 de octubre de 2025

Reino Unido inicia la construcción del HMS King George VI, último submarino estratégico de la clase Dreadnought

El Reino Unido inició en Barrow-in-Furness la construcción del HMS King George VI, cuarto y último submarino nuclear de la clase Dreadnought. El programa asegura la continuidad de la disuasión estratégica británica más allá de 2030, reemplazando progresivamente a la veterana clase Vanguard.

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Barrow-in-Furness, Reino Unido / 22 de septiembre de 2025

El Reino Unido ha dado inicio a la construcción del HMS King George VI, cuarto y último submarino de misiles balísticos nucleares (SSBN) de la clase Dreadnought, pieza central del programa que garantizará la disuasión nuclear británica hasta mediados del siglo XXI. La ceremonia de corte de acero se llevó a cabo en las instalaciones de BAE Systems en Barrow-in-Furness, presidida por el secretario de Defensa, John Healey, en presencia de autoridades militares, representantes de la industria y la comunidad local.

La clase Dreadnought —integrada por el HMS Dreadnought, HMS Valiant, HMS Warspite y HMS King George VI— reemplazará gradualmente a la clase Vanguard, que desde la década de 1990 sostiene la política de disuasión continua en el mar del Reino Unido. Diseñados con una vida útil de entre 35 y 40 años, los nuevos submarinos incorporan mejoras sustanciales en seguridad nuclear, sigilo acústico, habitabilidad y sistemas de control, asegurando que Londres mantenga al menos un SSBN patrullando en todo momento.

Con 153,6 metros de eslora, un desplazamiento de 17.200 toneladas y una tripulación aproximada de 130 marinos, los Dreadnought son los mayores submarinos jamás construidos para la Royal Navy. Están propulsados por el reactor nuclear PWR3 de Rolls-Royce, acoplado a un sistema de propulsión turboeléctrico con chorro de agua, que ofrece mayor seguridad, menor mantenimiento y operaciones más discretas. Cada unidad estará equipada con 12 tubos lanzamisiles Trident II D5 en un compartimento de misiles desarrollado en cooperación con Estados Unidos, además de torpedos pesados Spearfish de 533 mm para autodefensa.

La construcción del King George VI coincide con la entrada en servicio del HMS Agamemnon, séptimo submarino de ataque nuclear clase Astute, y con la concesión del estatus de Puerto Real a Barrow por parte del rey Carlos III, en reconocimiento a su papel como núcleo de la construcción submarina del país.

El programa Dreadnought, con un coste estimado de 31.000 millones de libras y previsiones de gasto total durante su ciclo de vida de hasta 205.000 millones de libras, sostiene actualmente más de 47.000 empleos en el sector nuclear de defensa, con proyección de alcanzar los 65.000 puestos hacia 2030. Más de 1.500 empresas británicas participan en la cadena de suministro, incluyendo a Thales Glasgow, Babcock, General Dynamics Mission Systems y Northrop Grumman, lo que subraya la magnitud industrial y estratégica del proyecto.

El Ministerio de Defensa británico ha reiterado que el HMS Dreadnought entrará en servicio a principios de la próxima década, seguido por sus gemelos. El HMS King George VI, última unidad de la serie, representa no solo la continuidad de la estrategia de disuasión nuclear en el mar, vigente desde 1969, sino también la consolidación de la capacidad industrial británica en la construcción de submarinos estratégicos.

Fuentes: BBC News, The Guardian