Bélgica, Francia y los Países Bajos firmaron un acuerdo que permitirá a Francia adaptar el buque de medidas de sustitución de minas (rMCM) a sus necesidades específicas, marcando así el inicio de una colaboración estratégica en el ámbito de la guerra contra minas.
París, Francia – En un contexto global donde la seguridad marítima se ha convertido en una prioridad estratégica, Bélgica, los Países Bajos y Francia han dado un paso significativo hacia la modernización y la interoperabilidad de sus capacidades navales. El pasado 20 de febrero, los tres países firmaron un acuerdo que consolida su colaboración en el desarrollo de buques especializados en medidas de contramedidas contra minas (rMCM), integrando a Francia como socio pleno en un programa originalmente belga-holandés. Este pacto no solo refuerza la cooperación entre las tres naciones, sino que también sienta las bases para una flota conjunta más avanzada y preparada para los desafíos del futuro.
Un acuerdo que marca un antes y un después
La firma de la carta de sublicencia, que tuvo lugar en la Real Academia Militar de Bélgica, otorga a Francia los mismos derechos sobre el diseño de los buques desarrollados por Naval Group bajo el programa rMCM. Este diseño será la base de las nuevas plataformas marítimas que reemplazarán a los buques de la clase Tripartite, en servicio desde hace más de 40 años. Con esta incorporación, las armadas de los tres países podrán operar con plataformas similares, optimizando la interoperabilidad y ampliando las capacidades conjuntas de defensa marítima.
El general de brigada de la Fuerza Aérea belga, Frédéric Dupuis, destacó la importancia de este acuerdo en un momento en que las amenazas marítimas son cada vez más complejas. «Esta firma marca el inicio de una cooperación ambiciosa y con visión de futuro. Nos recuerda que la unidad y la cooperación son nuestros mejores activos para enfrentar desafíos nuevos y complejos. Al trabajar juntos, garantizamos que nuestras armadas permanezcan a la vanguardia de las capacidades de contramedidas contra minas», señaló Dupuis durante la ceremonia.

El programa rMCM y su evolución hacia el futuro
El programa rMCM (Medidas de Contramedidas contra Minas) es una iniciativa conjunta entre Bélgica y los Países Bajos lanzada con el objetivo de renovar sus capacidades en la lucha contra minas marítimas. Con la incorporación de Francia, el programa no solo amplía su alcance, sino que también se beneficia de la experiencia y las capacidades tecnológicas francesas. Este acuerdo, además, está alineado con el programa francés SLAM-F (Système de Lutte Anti-Mines Futur), que busca desarrollar sistemas avanzados para la detección y neutralización de minas.
El memorando de entendimiento firmado en julio de 2023 por las tres naciones ya había sentado las bases para esta cooperación. Dicho acuerdo preveía la creación de un comité directivo responsable de supervisar los avances y garantizar que las decisiones estratégicas se ejecuten de manera eficiente. La reunión del 20 de febrero marcó el inicio oficial de los trabajos conjuntos, consolidando una visión compartida para el desarrollo de capacidades navales avanzadas.
Diferencias clave en las plataformas francesas
Aunque el diseño base de los buques rMCM será compartido, las plataformas francesas, conocidas como «Bâtiments de Guerre des Mines» (BGDM), presentarán adaptaciones específicas para cumplir con las necesidades operativas de la Armada francesa. Entre las modificaciones más destacadas se encuentra un casco más largo, que permitirá la incorporación de una cámara de descompresión y módulos adicionales para misiones de guerra en el fondo marino. Estas capacidades adicionales reflejan el interés de Francia en ampliar el alcance operativo de sus buques, más allá de las tradicionales tareas de lucha contra minas.
Otro aspecto diferenciador será el equipamiento de los sistemas no tripulados (USV, UUV y ROV) a bordo de los BGDM franceses. Mientras que los buques belgas y neerlandeses emplearán sistemas desarrollados por la empresa Exail, Francia optará por soluciones de Thales, como parte de su programa SLAM-F. Esto incluye el uso del USV Halcyon, que requerirá adaptaciones específicas en el sistema de lanzamiento y recuperación (LARS) para garantizar su integración en los buques nodriza.
En cuanto al armamento, se espera que los BGDM franceses estén equipados con el cañón naval RapidFire de 40 mm, desarrollado por KNDS y Thales, aunque esta decisión aún está pendiente de confirmación oficial. Este sistema de armas, diseñado para ofrecer alta precisión y capacidad de respuesta, refuerza el compromiso de Francia con la modernización de sus capacidades defensivas.

Un modelo de cooperación internacional
La firma de este acuerdo no solo representa un avance técnico y operativo, sino también un ejemplo de cómo la cooperación internacional puede fortalecer la seguridad colectiva. En un entorno geopolítico cada vez más desafiante, la colaboración entre Bélgica, los Países Bajos y Francia demuestra que las alianzas estratégicas son fundamentales para garantizar la estabilidad y la protección de los intereses marítimos comunes.
El programa conjunto también refleja la importancia de la interoperabilidad en el ámbito de la defensa. Al compartir diseños, tecnologías y capacidades, las tres naciones no solo optimizan recursos, sino que también garantizan que sus fuerzas navales puedan operar de manera coordinada en escenarios internacionales. Este enfoque colaborativo es especialmente relevante en el contexto de la OTAN, donde la integración de capacidades es clave para enfrentar amenazas emergentes.

Perspectivas a futuro
Con la entrega del primer buque BGDM francés prevista para 2025, el programa rMCM y su evolución hacia el SLAM-F representan un paso adelante en la modernización de las flotas europeas. Estos buques no solo estarán equipados con tecnologías de última generación, sino que también serán un símbolo de la cooperación europea en materia de defensa.
A medida que las amenazas marítimas continúan evolucionando, la capacidad de detectar y neutralizar minas será esencial para garantizar la seguridad de las rutas comerciales y proteger los intereses estratégicos en alta mar. Bélgica, los Países Bajos y Francia han demostrado que, trabajando juntos, pueden liderar el camino hacia un futuro más seguro y preparado para los desafíos del siglo XXI.
Referencias: Ministerio de Defensa de Francia, Ministerio de Defensa de Bélgica