El USS Ohio (SSGN 726), reconocido como uno de los submarinos más poderosos y estratégicos de la Marina de Estados Unidos, ha recalado en la Base Naval de Guam, en el marco de sus operaciones dentro del área de responsabilidad de la Séptima Flota estadounidense en el Indo-Pacífico. Esta llegada representa un movimiento táctico esencial para fortalecer las capacidades de ataque de largo alcance y la presencia naval en una región.

WASHINGTON D.C., ESTADOS UNIDOS – El USS Ohio (SSGN-726), uno de los submarinos más letales de la Armada de los Estados Unidos, ha arribado a la Base Naval de Guam en un movimiento que refuerza la capacidad de proyección de poder estadounidense en el Indo-Pacífico. Su llegada, el 23 de abril de 2025, no es un hecho aislado: forma parte de una estrategia calculada para contrarrestar la creciente influencia naval china y garantizar la superioridad en aguas disputadas.

El Ohio no es un submarino convencional. Originalmente diseñado como SSBN (Submarino de Misiles Balísticos Nucleares) en 1981, fue sometido a una transformación radical entre 2002 y 2006 para convertirse en un SSGN (Submarino de Misiles Guiados), una plataforma de ataque de precisión. Este cambio respondió a los ajustes estratégicos tras la Revisión de la Postura Nuclear de 1994, que redujo la flota de disuasión atómica.

Hoy, este gigante de 170 metros de eslora y 18.750 toneladas de desplazamiento es una fortaleza submarina móvil. Sus 22 tubos de lanzamiento vertical pueden desplegar hasta 154 misiles de crucero Tomahawk, capaces de impactar blancos a más de 1.600 km de distancia. Además, conserva cuatro tubos lanzatorpedos Mk-48 y está adaptado para operaciones encubiertas, con cámaras de bloqueo para equipos de operaciones especiales (SEALs).

Su reactor nuclear S8G le otorga una autonomía ilimitada, limitada solo por las provisiones de la tripulación, y una velocidad superior a 20 nudos (37 km/h) en inmersión. Tras un exhaustivo Período de Mantenimiento Mayor (MMP) entre 2022 y 2025, que incluyó la modernización de sus sistemas de combate y reparaciones estructurales, el submarino recibió la certificación NAVSEA para operaciones sin restricciones en febrero de 2025.

La elección de Guam como destino no es casual. Ubicada a 2.900 km de la costa china, la isla es un centro neurálgico para las operaciones de la Séptima Flota de EE. UU., la mayor flota de avanzada de la Armada, con base en Yokosuka (Japón). Desde aquí, el Ohio puede monitorear el Mar de China Meridional, el Estrecho de Taiwán y las rutas marítimas críticas para el comercio global.

Su despliegue coincide con un incremento sin precedentes de la presencia naval china. La Armada del Ejército Popular de Liberación (ELP) ya supera los 370 buques, incluidos 12 submarinos nucleares (clase Jin y Shang) y 48 diésel-eléctricos. Frente a esto, EE. UU. responde con una rotación constante de SSGN en la región: antes del Ohio, el USS Florida y el USS Michigan realizaron escalas en 2024.

El 6 de mayo de 2025, el Ohio participó en un ejercicio conjunto con el Cuerpo de Marines, enfocado en operaciones de despliegue rápido y apoyo de fuego de precisión. Este entrenamiento subraya su rol como «asesino de portaaviones» silencioso, capaz de neutralizar blancos críticos enemigos —como bases aéreas o sistemas de defensa antimisiles— antes de que las fuerzas estadounidenses entren en combate.

Su historial operativo incluye hitos como el despliegue simultáneo de tres SSGN en 2010 (Ohio, Michigan y Florida) en distintos teatros, demostrando la flexibilidad estratégica de estas plataformas. Además, fue pionero en integrar oficiales femeninas en la fuerza submarina en 2011, marcando un antes y después en la cultura de la Armada.

A pesar de su potencia, los cuatro SSGN clase Ohio tienen los días contados. Según los planes de la Armada, el Ohio y el Florida serán retirados en 2026, seguidos por el Michigan y el Georgia en 2028. Su baja supondrá un vacío temporal en la capacidad de lanzamiento vertical de misiles, ya que estos submarinos concentran más del 40% del arsenal de Tomahawks.

Para compensarlo, la Armada está acelerando la adquisición de submarinos de ataque clase Virginia Bloque V, equipados con el Módulo de Carga Útil Virginia (VPM), que amplía su capacidad a 28 misiles por unidad. Estos operarán junto a los futuros SSBN clase Columbia, que reemplazarán a los últimos Ohio aún en servicio como disuasores nucleares.

El regreso del Ohio a Guam ocurre en un contexto de creciente militarización regional:

  • Australia avanza en la adquisición de submarinos nucleares SSN-AUKUS mediante el pacto trilateral con EE. UU. y Reino Unido.
  • India moderniza su flota con submarinos clase Kalvari (Scorpène).
  • China despliega sus SSBN clase Jin y SSN clase Shang, mientras Pakistán incorpora submarinos clase Hangor, basados en tecnología china.

El USS Ohio no es solo un submarino: es un símbolo de la proyección de poder estadounidense en el siglo XXI. Su presencia en Guam envía un mensaje claro a Pekín: EE. UU. mantendrá su superioridad submarina, incluso frente a la expansión naval más rápida de la historia. Mientras la Armada prepara su relevo generacional, el Ohio sigue siendo, por ahora, el rey silencioso de las profundidades.

Referencias:  Departamento de Defensa de EE.UU.