El Reino Unido retira a su último submarino de la Guerra Fría
Tras más de cuatro décadas en servicio, el Reino Unido retiró oficialmente al HMS Triumph, último submarino nuclear clase Trafalgar. Este retiro marca el fin de una era para la Royal Navy, que avanza hacia una flota más moderna y letal.

LONDRES, REINO UNIDO – Con una ceremonia discreta pero cargada de simbolismo, la Royal Navy dio por concluida la era de los submarinos nucleares clase Trafalgar, al retirar oficialmente del servicio activo al HMS Triumph, el último de estos cazadores silenciosos que marcaron el pulso de la guerra submarina británica durante más de 40 años.
Construido por Vickers Shipbuilding and Engineering Ltd. en Barrow-in-Furness, el Triumph fue comisionado en 1991, completando una estirpe de siete unidades que comenzaron a patrullar las profundidades en 1983, en plena Guerra Fría. A lo largo de su carrera, el Triumph participó en conflictos clave, como Afganistán, Irak y Libia, destacándose por su capacidad de lanzar misiles Tomahawk con precisión quirúrgica desde el fondo del océano.
Un legado silencioso y letal
Los conocidos «T-boats», como se los llamó coloquialmente en la Royal Navy, fueron diseñados inicialmente para proteger la disuasión nuclear estratégica del Reino Unido, escoltando a los submarinos balísticos clase Vanguard contra posibles cazadores soviéticos. Pero su versatilidad pronto les permitió expandir su rol hacia operaciones de inteligencia, vigilancia y ataque de largo alcance.
Cada unidad estaba equipada con cinco tubos lanzatorpedos de 21 pulgadas, torpedos Spearfish, y, más adelante, con misiles de crucero UGM-109 Tomahawk. Su sistema de propulsión de chorro de bombeo, alimentado por un reactor nuclear Rolls-Royce, les permitía alcanzar más de 32 nudos sumergidos, convirtiéndolos en predadores temidos bajo las olas.
El HMS Triumph registró la misión solitaria más larga de un submarino británico, al permanecer sumergido durante 41.000 millas náuticas en un despliegue a Australia en 1993. Su historial operativo incluye también el bombardeo de instalaciones libias en 2011, con seis Tomahawk disparados contra sistemas de defensa aérea.

Astute.
Una generación que se despide
El retiro del Triumph se celebró en la Base Naval de Su Majestad en Devonport, cerrando el capítulo de una clase que acumuló más de 200 años de servicio combinado. Sucesivamente desprogramados desde la entrada en servicio de la clase Astute en 2010, los Trafalgar mantuvieron su vigencia gracias a mejoras como el sonar Tipo 2076, considerado uno de los más avanzados del mundo, y sensores no acústicos de detección de estelas submarinas.
Algunos de los últimos integrantes de la clase, como el HMS Talent y el HMS Trenchant, fueron empleados también como plataformas de operaciones especiales, capaces de desplegar comandos desde posiciones encubiertas. «Muchas de nuestras misiones siguen siendo clasificadas», reconoció Craig Spacey, exingeniero nuclear a bordo del Trenchant.
El comandante retirado Dave Burrell, veterano del Talent y del Triumph, recordó: “Estos barcos eran maravillas tecnológicas. Cuando pregunté cómo describirían a la clase Trafalgar, me dijeron simplemente: submarinos absolutamente brillantes”.

Hacia una nueva generación bajo AUKUS
El retiro del Triumph marca también el inicio de una nueva etapa para la fuerza de submarinos británica. Actualmente, la Royal Navy opera unidades de la clase Astute, como el HMS Ambush y el HMS Audacious, mientras se avanza en la construcción del HMS Agamemnon y el HMS Achilles, este último destinado a reemplazar las capacidades del Triumph antes de 2030.
Más allá, el Reino Unido ya está involucrado en el programa SSN-AUKUS, junto a Australia y Estados Unidos, que promete el desarrollo de una nueva generación de submarinos nucleares de ataque con proyección global. Según lo previsto, la Royal Navy podría contar con hasta 12 unidades de este nuevo diseño en las próximas décadas.
Mientras tanto, los antiguos T-boats esperan en muelles o diques secos el inicio de un largo proceso de desmantelamiento nuclear. El primero en ser desguazado será el HMS Swiftsure, pionero de la generación anterior.
El HMS Triumph, con 34 años de servicio a sus espaldas, abandona las profundidades del mar con un legado robusto y silencioso. En la historia naval británica, su nombre quedará inscrito no por una única batalla, sino por su constancia, su eficacia y su adaptabilidad a las transformaciones del escenario geopolítico durante más de cuatro décadas.
Fuentes: Ministerio de Defensa del Reino Unido, Jane’s Defence Weekly