El astillero Newport News Shipbuilding ha botado el USS Arkansas (SSN 800), un submarino nuclear de ataque clase Virginia. Este sumergible del Bloque IV, crucial para la seguridad nacional, incorpora mejoras para aumentar su disponibilidad operativa y reducir su mantenimiento.

WASHINGTON D.C., ESTADOS UNIDOS – En las aguas del río James, en Virginia, se ha producido un avance silencioso pero de enorme trascendencia estratégica. El astillero Newport News Shipbuilding (NNS), una división de Huntington Ingalls Industries (HII), ha botado el USS Arkansas (SSN 800), el más reciente submarino de ataque de propulsión nuclear de la clase Virginia. Este acontecimiento no es una simple ceremonia; representa un paso firme en la modernización de la flota submarina estadounidense en un escenario global cada vez más complejo.

Tras ser transferido meticulosamente desde las instalaciones de construcción a un dique seco flotante, el imponente casco negro del Arkansas fue puesto a flote y guiado por remolcadores hasta el muelle de equipamiento. Allí, en las próximas semanas y meses, el sumergible será sometido a la fase final de integración de sistemas, pruebas exhaustivas y la certificación de su tripulación, el último paso antes de unirse oficialmente a la flota.

«Nos comprometemos a aumentar el ritmo y la productividad de la construcción de submarinos para la Armada de los Estados Unidos», afirmó Bryan Caccavale, vicepresidente de programas de la Armada en NNS. Sus palabras reflejan la urgencia estratégica del momento. «Los submarinos de propulsión nuclear son cruciales para nuestra seguridad nacional y nos enorgullece ver a Arkansas en el agua», añadió.

El USS Arkansas es el submarino número 27 de la aclamada clase Virginia y el decimotercero que entrega este astillero. Pertenece a la variante conocida como Bloque IV, un diseño optimizado que introduce mejoras significativas. El objetivo principal de esta serie de diez submarinos no es otro que reducir los costes del ciclo de vida y, sobre todo, aumentar la disponibilidad para el despliegue. En términos prácticos, esto significa que el Arkansas está diseñado para requerir solo tres periodos de mantenimiento mayor a lo largo de sus 33 años de vida útil, en lugar de los cuatro necesarios en modelos anteriores, permitiéndole realizar un despliegue adicional durante su servicio.

Bajo su piel de acero, el Arkansas es una maravilla de la ingeniería militar. Propulsado por un reactor nuclear S9G diseñado para operar durante toda la vida útil del buque sin necesidad de recargar combustible, es capaz de superar los 25 nudos de velocidad en inmersión y operar a profundidades superiores a los 244 metros. Su principal virtud, sin embargo, es el sigilo, gracias a avanzadas tecnologías de reducción de firma acústica y electromagnética.

Su capacidad ofensiva es formidable. Está equipado con dos Tubos de Carga Útil Virginia (VPT), cada uno capaz de albergar seis misiles de crucero Tomahawk, además de cuatro tubos lanzatorpedos para los letales torpedos Mk-48. Esta configuración, aunque distinta a la de los primeros bloques, le confiere una pegada estratégica considerable y lo prepara para asumir las misiones de ataque de largo alcance que hasta ahora recaían en los submarinos de misiles de crucero de la clase Ohio, cuya retirada está programada para finales de esta década.

La construcción del Arkansas es un testimonio de la colaboración industrial entre los dos únicos astilleros capaces de fabricar estos gigantes nucleares en Estados Unidos: HII Newport News y General Dynamics Electric Boat. Bajo un acuerdo de construcción compartida, ambos se reparten la fabricación de las diferentes secciones del submarino, alternándose el ensamblaje final y la entrega.

Este nuevo submarino no solo refuerza el poder naval estadounidense, sino que también desempeña un papel clave en alianzas internacionales, como el pacto trilateral AUKUS, que prevé la transferencia de hasta cinco submarinos de esta misma clase a la Marina Real Australiana a principios de la década de 2030.

Con su botadura, el USS Arkansas (SSN 800) no es solo un nuevo buque; es una pieza fundamental en el tablero geoestratégico, un guardián silencioso diseñado para garantizar la supremacía submarina de Estados Unidos durante las próximas décadas.

Referencias: Industrias Huntington Ingalls (HII)