Reino Unido prepara integración de drones en grupos de portaaviones
La Royal Navy confirmó que el próximo despliegue de su Grupo de Portaaviones en el Indo-Pacífico incluirá por primera vez buques no tripulados, en un esfuerzo por avanzar hacia una flota híbrida que combine plataformas tradicionales con drones navales y aéreos.

Londres, Reino Unido / 10 de septiembre de 2025 — La Royal Navy incorporará por primera vez buques no tripulados en el próximo despliegue de su Grupo de Portaaviones en el Indo-Pacífico, confirmaron autoridades navales británicas. La decisión refleja la estrategia de avanzar hacia una flota híbrida que combine unidades tripuladas con sistemas autónomos marítimos y aéreos, en línea con la tendencia observada en armadas de referencia como la estadounidense o la japonesa.
El anuncio fue realizado por el Primer Lord del Mar y Jefe del Estado Mayor de la Armada, el general Gwyn Jenkins, primer oficial procedente de la Royal Marines en ocupar el máximo cargo naval. Jenkins subrayó la urgencia del proyecto: “Esto no es una aspiración futura. Es una necesidad inmediata. Una flota más grande y letal, con mayor agilidad y resiliencia, requiere la integración de sistemas no tripulados”, señaló en Londres.

Durante el despliegue actual del portaaviones HMS Prince of Wales, ya se realizaron pruebas operativas con drones aéreos Malloy T-150, que transportaron suministros desde la cubierta del portaaviones al destructor HMS Dauntless, reduciendo el uso de helicópteros de mayor costo operativo. Estas pruebas, denominadas Operación Highmast, se consideran un antecedente directo de la integración de plataformas navales no tripuladas.
La visión británica contempla que cada nueva fragata Tipo 26 (clase City) opere con dos drones de escolta, ampliando las capacidades de guerra antisubmarina, vigilancia y apoyo logístico. El programa de construcción de estas naves —con los futuros HMS Glasgow, Cardiff y Belfast ya en calendario— será fundamental para garantizar la incorporación plena de sistemas autónomos en la flota de escoltas hacia 2030.
Sin embargo, el avance enfrenta retrasos y sobrecostos. Según reportes locales, la entrada en servicio inicial de las fragatas se postergó de 2027 a 2028, mientras que los costos del programa aumentaron en más de 233 millones de libras, aproximadamente un 4,2 % sobre el presupuesto original.

La preocupación no se limita al ámbito militar. Carlos Zaffanella, presidente de Ultra Maritime, advirtió que los retrasos responden a procesos de adquisición cada vez más complejos, con demandas gubernamentales que alteran los diseños originales. En la misma línea, Shane Arnott, vicepresidente de programas de Anduril Industries, alertó sobre la brecha con China: “La proporción actual es de cinco buques chinos por cada buque occidental”, apuntó.
El próximo despliegue del Grupo de Portaaviones británico en el Indo-Pacífico marcará un paso decisivo para la Royal Navy, que busca mantener su relevancia en un escenario estratégico dominado por la competencia naval entre Estados Unidos y China, reforzando su perfil como aliado de primera línea dentro de la OTAN y en el ámbito indo-pacífico.
Fuentes: The War Zone, Royal Navy