Reino Unido logra exitoso test de integración de drones submarinos en submarinos nucleares clase ‘Astute’
La Marina Real Británica completó con éxito la segunda prueba de lanzamiento y recuperación de vehículos submarinos no tripulados desde un submarino clase Astute, reforzando sus capacidades en guerra antisubmarina y avanzando en el desarrollo tecnológico del programa AUKUS.

LONDRES, REINO UNIDO – La Marina Real Británica (Royal Navy) ha alcanzado un nuevo nivel en su programa de modernización tecnológica submarina. En pruebas realizadas en aguas del Mediterráneo, un submarino de ataque de propulsión nuclear clase Astute logró lanzar y recuperar con éxito un vehículo submarino no tripulado (UUV) a través de sus tubos lanzatorpedos. Se trata de la segunda prueba validada en esta línea de desarrollo, y marca un paso clave en la integración operativa de plataformas autónomas en sus fuerzas submarinas.
Según un comunicado oficial del Ministerio de Defensa británico emitido el 22 de julio, esta capacidad permitirá a los submarinos británicos extender su alcance operativo, incrementar la recolección de inteligencia submarina, facilitar comunicaciones encubiertas bajo el agua y ejecutar tareas críticas en entornos de alta amenaza, como el lecho marino.
El sistema probado fue un UUV Iver4 de la empresa L3Harris, y la maniobra fue llevada a cabo por la Unidad de Autonomía de la Agencia de Entrega de Submarinos del Reino Unido. La primera prueba tuvo lugar en noviembre de 2024, también a bordo de un Astute.
Del tubo de torpedos a la disuasión del siglo XXI
Esta nueva capacidad forma parte del Proyecto Scylla, el programa nacional británico que busca incorporar sistemas no tripulados al arsenal submarino. Su desarrollo se alinea con el Pilar 2 del acuerdo estratégico trilateral AUKUS (Australia-Reino Unido-Estados Unidos), centrado en la cooperación tecnológica de defensa y el despliegue de sistemas autónomos avanzados.
El comodoro Marcus Rose, subdirector del área de capacidades de guerra submarina de la Marina Real, explicó en el comunicado que estos avances consolidan el compromiso británico de construir una «flota híbrida», donde convivan de manera coordinada plataformas tripuladas y no tripuladas. “Esta prueba demuestra la velocidad con la que pueden desarrollarse capacidades innovadoras en colaboración con aliados y la industria”, destacó.

Atlantic Bastion: nueva estrategia frente a la amenaza submarina rusa
Este avance no es aislado: forma parte de una visión estratégica más amplia definida en la Revisión de Defensa Estratégica (SDR) de 2025, publicada en junio. La revisión estipula que la Marina Real deberá reforzar su presencia en el Atlántico Norte, una zona clave de competencia bajo el concepto de “Atlantic Bastion”, donde se concentrarán capacidades de guerra antisubmarina (ASW) en múltiples dominios.
La iniciativa contempla el despliegue de una red de sensores en capas, apoyada por UUVs, para vigilar rutas estratégicas, infraestructura crítica submarina y detectar submarinos hostiles, particularmente los pertenecientes a la Armada rusa, cuya actividad en el Atlántico ha aumentado de forma sostenida desde 2022.
Los UUV están destinados a cumplir lo que en terminología militar se denominan misiones “3D”: aburridas, sucias y peligrosas, liberando al submarino principal para realizar tareas de mayor alcance, como rastrear blancos sumergidos o patrullar zonas sensibles.
Además de sus propios desarrollos, la Marina Real toma nota del progreso de la Marina de Estados Unidos, que ya tiene operativa una capacidad similar a bordo del USS Delaware, clase Virginia, utilizando tanto el UUV HII Yellow Moray (REMUS 600) como modelos de L3Harris. El objetivo estadounidense es contar con esta tecnología de forma permanente en el mar, algo que también persigue Londres.
Una ventaja estratégica en construcción
La primera fase del concepto británico Atlantic Bastion —denominada “Atlantic Network”— ya está en marcha. Propone desplegar múltiples UUV en operaciones autónomas simultáneas, formando una red expansiva de detección submarina que complemente las limitadas plataformas tripuladas disponibles.
La combinación de SSN clase Astute con UUV permite a la Royal Navy cubrir mayores extensiones del espacio de batalla submarino, desde el Atlántico medio hasta el Mar de Barents y el Ártico, zonas donde la presencia rusa se ha vuelto más activa y sofisticada.
El desarrollo del lanzamiento y recuperación de UUV desde tubos lanzatorpedos (TTL&R) no solo amplía las capacidades tácticas de los submarinos británicos, sino que posiciona al Reino Unido como uno de los actores principales en el uso avanzado de autonomía submarina en un contexto de disuasión y defensa global.
Fuentes: UK Ministry of Defence, Jane’s Defence Weekly