6 de agosto de 2025

La Marina de EE.UU. impulsa nuevos USV logísticos modulares para operaciones distribuidas

La Marina de EE.UU. avanza hacia una nueva clase de buques no tripulados de transporte modular. El proyecto busca prototipos escalables capaces de operar con contenedores logísticos, en respuesta a la necesidad de soluciones autónomas para entornos navales de alta exigencia operativa.

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Washington D.C., Estados Unidos – La Marina de los Estados Unidos ha lanzado una convocatoria a contratistas del sector defensa para el diseño y desarrollo de una nueva clase de buques de superficie no tripulados (USV) destinados a operar cargas útiles en contenedores modulares ISO, reforzando su apuesta por plataformas autónomas capaces de incrementar la proyección logística naval sin comprometer personal ni presencia tripulada.

Bajo la coordinación de la Oficina Ejecutiva de Programas de Buques de Combate Pequeños y No Tripulados (PEO USC), esta iniciativa busca construir prototipos rápidamente desplegables y fabricados con tecnologías comprobadas, adaptables a distintas misiones mediante el uso de módulos estandarizados, en un formato escalable y de bajo costo.

La convocatoria, publicada por el Departamento de Defensa, especifica que los buques deben tener capacidad para múltiples roles a través de contenedores logísticos, y ser fácilmente ensamblados o mantenidos en astilleros diversos, lo que reduciría tiempos de despliegue y aumentaría la flexibilidad operativa en zonas de alta demanda táctica.

La solicitud técnica también establece como prioritario que cada solución incluya un prototipo completo que incorpore el software de autonomía, sistemas de percepción y navegación, comando y control (C2), propulsión, redes eléctricas y comunicaciones externas. El centro de control de los USV deberá estar ubicado fuera de la embarcación, ya sea en una estación en tierra o embarcado en un buque nodriza.

La capacidad de producción a escala, así como la disponibilidad operativa y sostenibilidad técnica, figuran como criterios decisivos. Las propuestas deberán presentarse antes de agosto de 2025, y la Marina espera iniciar pruebas en un plazo no mayor a 18 meses desde la adjudicación, utilizando la figura contractual de Autoridad de Otras Transacciones (OTA), que permite acelerar adquisiciones no tradicionales dentro del Pentágono.

El buque de superficie no tripulado Ranger de la Armada transporta diversas cargas útiles en contenedores.
Tres configuraciones propuestas para una misma arquitectura naval

En el documento técnico, la Marina detalla tres configuraciones preliminares para esta futura familia de USV, todas basadas en el mismo enfoque modular y autónomo, pero adaptadas a diferentes perfiles logísticos y operativos:

  • Modular Attack Surface Craft (MASC): Esta versión está diseñada para transportar dos contenedores de 40 pies, con una capacidad de carga de hasta 36,3 toneladas métricas por contenedor, alimentados por sistemas de 75 kW. El buque deberá mantener velocidades sostenidas de 25 nudos en condiciones de mar Estado 4 de la OTAN, con un alcance mínimo de 2.500 millas náuticas mientras transporta al menos 25 toneladas en cubierta.
  • MASC de alta capacidad: Variante de mayor tamaño y autonomía, diseñada para transportar cuatro contenedores de 40 pies, con requisitos de potencia y carga similares a los del MASC estándar, pero con mayor resistencia para trayectos prolongados y cargas más pesadas.
  • MASC de carga útil única: Se trata de una plataforma más liviana, configurada para transportar un único contenedor de 20 pies, con un peso de hasta 24 toneladas métricas, y una arquitectura que permite una trayectoria libre hacia la popa del USV, lo cual habilita una rápida transferencia o lanzamiento de sistemas desde el contenedor.
Los buques no tripulados USV Ranger y Nomad navegan en el Océano Pacífico cerca de las Islas del Canal el 3 de julio de 2021.

El impulso a estas plataformas responde a la necesidad de la Marina de operar más allá del alcance de amenazas convencionales, recurriendo a buques sin tripulación para dispersar capacidades, reducir firmas detectables y reforzar la logística distribuida en conflictos de alta intensidad, especialmente en teatros de operaciones como el Indo-Pacífico, donde la resistencia y autonomía resultan estratégicas.

La transición hacia USV modulares y de bajo costo también permite a la Marina explorar un modelo de fuerza más flexible, capaz de adaptarse a cambios tecnológicos y a la integración con otras plataformas autónomas, desde drones aéreos hasta vehículos submarinos no tripulados (UUV).

Aunque aún no se ha revelado una fecha para la adjudicación del contrato, la rapidez del cronograma proyectado sugiere que el programa cuenta con prioridad operativa inmediata. La materialización de estos prototipos podría marcar el comienzo de una nueva arquitectura logística en la guerra naval moderna, donde los buques autónomos operen en redes coordinadas, abasteciendo unidades de combate sin exponer tripulaciones ni depender de grandes naves vulnerables.

Fuentes: U.S. Department of Defense, Jane’s Defence Weekly