Navantia expande su presencia en el Reino Unido con la adquisición del astillero de Harland & Wolff

Navantia ha completado una operación histórica al adquirir los astilleros de Harland & Wolff, marcando un punto de inflexión en su estrategia de expansión global y reafirmando su compromiso con la industria naval británica.


Londres, Reino Unido – La compañía española Navantia, a través de su filial británica, ha concretado la adquisición de los astilleros Harland & Wolff, emblemáticos en la construcción naval del Reino Unido. Con esta maniobra empresarial, Navantia consolida su posición como un socio esencial para la industria de defensa británica y asegura el futuro del ambicioso programa Fleet Solid Support (FSS), encargado de dotar a la Royal Fleet Auxiliary de modernos buques logísticos diseñados para reabastecer a la flota británica.

El proyecto, que alcanza un valor de 1.600 millones de libras esterlinas, incluye no solo la construcción de tres buques logísticos, sino también la modernización de la infraestructura en los astilleros adquiridos. Esta inversión adicional de 77 millones de libras no solo refuerza el potencial industrial de los centros implicados en Irlanda del Norte (Belfast), Inglaterra (Appledore) y Escocia (Methil y Arnish), sino que, además, promete un impacto económico y social significativo, generando alrededor de 1.600 empleos directos en España y cientos de oportunidades laborales más en el Reino Unido.

Un futuro incierto que encuentra su rumbo

La historia reciente de los astilleros Harland & Wolff —infamemente recordados por su papel en la construcción del Titanic— había estado marcada por graves dificultades económicas. En septiembre del año pasado, la empresa había entrado en un proceso de administración concursal, lo que puso en peligro tanto su capacidad operativa como su implicación en el programa FSS. Este escenario se agravó por el hecho de que estos astilleros ya habían sido seleccionados como centros clave para la producción de los nuevos buques logísticos, llevando a la incertidumbre sobre el cumplimiento del cronograma y la viabilidad del proyecto.

Consciente de esta situación crítica, Navantia UK empezó a trabajar en una solución que garantizara la continuidad del plan FSS. Tras meses de intensas negociaciones, el proceso culminó con éxito este lunes 27 de enero, cuando la compañía española formalizó la adquisición de las actividades y activos de Harland & Wolff en sus cuatro centros de trabajo. Desde ese momento, Navantia asumió la dirección de los astilleros, iniciando una nueva etapa de recuperación y expansión.

Un hito estratégico para Navantia

El presidente de Navantia, Ricardo Domínguez, subrayó la importancia de esta operación, calificándola como un momento trascendental en la historia de la compañía. “Con esta adquisición reafirmamos nuestro compromiso con el programa FSS, al tiempo que estamos contribuyendo al fortalecimiento de la industria local en el Reino Unido. La combinación de la experiencia global de Navantia, la capacidad técnica de nuestra filial británica y la tradición naval de Harland & Wolff, representa un activo estratégico clave y una plataforma de crecimiento incomparable para nuestra compañía», señaló Domínguez.

El programa FSS propone dotar a la Royal Navy de tres buques logísticos de última generación, encargados de suministrar provisiones sólidas y municiones a los buques desplegados en misiones, fortaleciendo así las capacidades operativas de la flota británica en escenarios complejos. Este proyecto, liderado por el consorcio Team Resolute —formado por Navantia UK, Harland & Wolff y BMT—, refleja una colaboración multinacional que pone de relieve el potencial que tiene la cooperación industrial para responder a las necesidades de las fuerzas armadas.

Modernización y empleo: una apuesta por el futuro

Además de garantizar la construcción de este trío de buques logísticos, la adquisición incluye una modernización sustancial de la infraestructura de los astilleros británicos. Esta mejora permitirá no solo la ejecución eficiente del programa FSS, sino también atraer futuros contratos navales, tanto civiles como militares. Para Ricardo Domínguez, “invertir en las instalaciones de Harland & Wolff significa apostar por el empleo de calidad, la innovación tecnológica y el fortalecimiento de las cadenas de suministro locales en el Reino Unido, alineado con nuestra filosofía de contribuir al desarrollo económico de los países donde operamos”.

Por su parte, el impacto laboral de este acuerdo no resulta menor. En España, unos 1.600 trabajadores se beneficiarán del volumen de trabajo generado por el proyecto FSS, mientras que en el Reino Unido, Harland & Wolff prevé duplicar su plantilla actual en los diferentes centros de construcción naval, reforzando la economía local en cada región.

Un legado histórico, un porvenir prometedor

Para la industria naval del Reino Unido, el renacimiento de Harland & Wolff bajo la dirección de Navantia supone una oportunidad de recuperar el protagonismo perdido en un sector estratégico. Fundados en 1861, los astilleros de Belfast representaron durante décadas un símbolo del poder industrial británico, pero los cambios en la economía global fueron relegando su relevancia. Ahora, bajo la tutela de Navantia y con el impulso del programa FSS, estos históricos centros de producción parecen encaminados a recuperar su posición como bastiones de la ingeniería naval.

Navantia, a su vez, reafirma su capacidad para competir con actores globales en mercados clave, combinando su experiencia técnica con una estrategia que apuesta por la cooperación internacional. La compañía española no solo se posiciona como un referente en innovación y eficiencia, sino que también fortalece su imagen como un socio industrial comprometido con el progreso compartido.

La culminación de la adquisición de Harland & Wolff marca un punto de inflexión en el panorama naval europeo. Para Navantia, esta operación estratégica refuerza su papel como líder en la construcción naval global y como impulsor de proyectos multinacionales de alto impacto. Para el Reino Unido, representa una oportunidad dorada para revitalizar su industria naval, garantizar el éxito del programa Fleet Solid Support y reforzar su compromiso con la defensa. A medida que avanza esta nueva etapa, la sinergia entre ambas naciones promete no solo cumplir con los desafíos actuales, sino también establecer un referente en cooperación industrial estratégica para el futuro.

Referencias: Navantia, Royal Navy


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