La Fuerza de Defensa de Israel (FDI) ha revelado detalles de una reciente operación militar con 20 cazas, dirigida contra objetivos del grupo hutíe en Yemen. El ataque, llevado a cabo en la mañana del pasado 5 de mayo, representa un esfuerzo estratégico para debilitar la infraestructura clave que sostiene a esta facción respaldada por Irán.
TEL AVIV, ISRAEL – La Fuerza de Defensa de Israel (FDI) confirmó este lunes 5 de mayo una ofensiva aérea de gran escala contra infraestructuras estratégicas de los rebeldes hutíes en Yemen, en un operativo que dejó al menos 14 heridos en la capital, Saná, y decenas de objetivos destruidos. La acción militar —que involucró a 20 aviones de combate y el lanzamiento de 50 municiones de precisión— marca un nuevo capítulo en la escalada regional, con Israel respondiendo a lo que califica como una «amenaza iraní proxizada».
Según el comunicado oficial de la FDI, los ataques se concentraron en dos blancos prioritarios: el puerto de Hudayda, descrito como un centro logístico para el tráfico de armas iraníes hacia los hutíes, y la planta de concreto «Bajil», al este de Saná, utilizada para financiar actividades terroristas y construir túneles subterráneos.
«Esta operación busca erosionar las capacidades militares y económicas de los hutíes, que actúan como brazo ejecutor de Irán», subrayó un portavoz militar israelí. Las imágenes difundidas por la Fuerza Aérea Israelí muestran a cazas F-15 despegando para ejecutar los bombardeos, en una demostración de fuerza ante la creciente actividad hutí.
Desde el 7 de octubre de 2023, los hutíes —aliados clave del «Eje de la Resistencia» liderado por Irán— han lanzado más de 40 ataques con misiles y drones contra Israel, en apoyo a Hamás. Aunque la mayoría fueron interceptados por los sistemas Cúpula de Hierro y Arrow, algunos impactaron en territorio israelí, provocando daños materiales.
La respuesta de Israel ha sido contundente: ataques aéreos recurrentes en Yemen, ahora reforzados por la participación de Estados Unidos, que desde el 15 de marzo intensificó sus bombardeos contra posiciones hutíes bajo la administración de Donald Trump.

El mensaje de la FDI fue claro: «No permitiremos que grupos terroristas patrocinados por Irán pongan en riesgo a nuestra población o la navegación internacional». La frase «a cualquier distancia» —repetida en el comunicado— refleja la doctrina de seguridad israelí frente a amenazas transfronterizas.
Analistas advierten que la crisis en Gaza y la guerra indirecta con Irán están reconfigurando el mapa de conflictos en Medio Oriente, con Yemen emergiendo como un escenario crítico. Mientras los hutíes insisten en su apoyo a Palestina, Israel y EE.UU. parecen decididos a degradar sus capacidades antes de que la escalada derive en un conflicto abierto.
Conclusión: La operación del 5 de mayo no solo expone la vulnerabilidad yemení ante la tecnología militar israelí, sino que profundiza las tensiones en una región donde cada ataque acerca más el fantasma de una guerra regional.
Referencias: The Jerusalem Post, Reuters