India mantiene el flujo de crudo ruso vía marítima pese a presiones occidentales
A pesar de la creciente presión de Washington y Bruselas, India mantiene un flujo constante de petróleo ruso a precios reducidos. Las principales refinerías del país siguen recibiendo crudo Ural y Varandey, reforzando la autonomía energética y estratégica de Nueva Delhi.

Nueva Delhi, India — En medio de una intensificación de las sanciones impuestas por Estados Unidos y la Unión Europea, India ha sostenido un flujo regular de petróleo crudo procedente de Rusia, aprovechando el tráfico marítimo de buques Aframax para garantizar el abastecimiento de sus principales refinerías. La continuidad de estas operaciones subraya la determinación de Nueva Delhi de preservar su autonomía estratégica en materia energética y su libertad de acción geopolítica en el Indo-Pacífico.
Durante las últimas semanas, una flotilla de petroleros de tamaño Aframax, entre ellos el Horae, Minion, Destan, Aldebaran y Mikati, descargó más de 5 millones de barriles de crudo de tipo Ural y Varandey en los puertos indios de Sikka, Mundra, Kochi y Mangalore. Las entregas estuvieron destinadas a instalaciones clave como las de Reliance Industries Ltd, Nayara Energy y varias compañías estatales: Indian Oil Corporation (IOC), HPCL-Mittal Energy, Bharat Petroleum Corp Ltd (BPCL) y ONGC.

Estas operaciones marítimas se producen en un contexto de creciente presión diplomática y regulatoria. La administración estadounidense ha señalado a India por mantener relaciones comerciales con Moscú, y la reciente advertencia de Donald Trump sobre eventuales medidas punitivas secundarias ha elevado el tono. En paralelo, Nayara Energy ha sido objeto de nuevas sanciones europeas debido a sus vínculos corporativos con entidades rusas, lo que ha obligado a la empresa a reajustar su estrategia de adquisición y transporte de crudo.
Pese a estas tensiones, el suministro ruso ofrece una ventaja clave: precios reducidos en el mercado spot, algo que las refinerías indias no están dispuestas a abandonar en un entorno global marcado por volatilidad energética y rutas marítimas tensas. De hecho, el Mikati descargó más de 720.000 barriles de crudo Varandey en Kochi y Mangalore, demostrando que las operaciones marítimas con crudo ruso no sólo continúan, sino que se han estabilizado como un canal logístico habitual.

El gobierno indio ha respaldado públicamente esta postura. El portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores, Randhir Jaiswal, declaró que “las relaciones de India con cualquier país se basan en el mérito independiente”, reafirmando el principio de no alineamiento y la prioridad de autonomía estratégica. Además, calificó la asociación energética con Rusia como “estable, confiable y de largo plazo”.
Más allá de las consideraciones diplomáticas, estas rutas marítimas evidencian la creciente capacidad de India para operar redes logísticas energéticas complejas, incluso bajo presión internacional. El uso recurrente de buques Aframax optimiza las operaciones en terminales de carga limitadas por calado, lo que sugiere una sofisticación creciente en la planificación energética y naval del país.
La continuidad de las importaciones rusas vía marítima no solo asegura el flujo de crudo en tiempos de incertidumbre, sino que también fortalece la proyección marítima de India en el océano Índico, una zona clave para el comercio energético global y el posicionamiento estratégico frente a China.
Fuentes: Reuters, Bloomberg, The Hindu