En un movimiento que refleja el aumento de tensiones entre India y Pakistán, el Gobierno de Nueva Delhi ha impuesto una prohibición absoluta a la entrada de buques con bandera pakistaní en todos sus puertos nacionales. Esta medida se produce luego del brutal ataque terrorista ocurrido el pasado 22 de abril en Cachemira.
NUEVA DELHI, INDIA – En una respuesta contundente al ataque terrorista en Pahalgam, que el 22 de abril dejó 26 muertos, el gobierno indio ha implementado una serie de medidas drásticas dirigidas a aislar económicamente a Pakistán, incluyendo la prohibición total de barcos paquistaníes en puertos indios y la suspensión de todo intercambio comercial bilateral.
El Ministerio de Puertos, Navegación y Vías Navegables emitió una orden bajo el artículo 411 de la Ley de Marina Mercante de 1958, que prohíbe de manera inmediata la entrada de buques con bandera paquistaní a cualquier puerto de India, así como la visita de embarcaciones indias a puertos pakistaníes.
La disposición, justificada en la protección de la infraestructura portuaria y la seguridad marítima nacional, establece que:
«Ningún barco con bandera de Pakistán podrá visitar ningún puerto indio, y ningún barco con bandera india podrá visitar ningún puerto de Pakistán».
El ministerio subrayó que la decisión busca garantizar la seguridad de los activos marítimos indios y alinear el sector naviero con los intereses estratégicos del país. Las excepciones, de existir, serán evaluadas caso por caso.
Esta medida se suma a un paquete de sanciones sin precedentes desde el ataque, entre las que destacan:
Suspensión del Tratado de las Aguas del Indo, un acuerdo clave que desde 1960 regula el reparto de recursos hídricos entre ambos países.
Cierre del Puesto de Control Integrado de Attari, principal punto de intercambio comercial y movimiento de personas.
Reducción del personal diplomático en las Altas Comisiones de India y Pakistán.
Además, el Ministerio de Comercio amplió la presión económica al vetar toda importación directa o indirecta de mercancías pakistaníes, incluyendo aquellas en tránsito. La medida, incorporada a la Política de Comercio Exterior (FTP) 2023, prohíbe cualquier producto originado o exportado desde Pakistán, sin excepciones, hasta nuevo aviso.
«Esta decisión se toma en defensa de la seguridad nacional y el interés público», declaró el gobierno, advirtiendo que las exenciones requerirán autorización expresa.
El cruce de Wagah-Attari, el límite que separa a India de su vecino Pakistán. Cada tarde, celebran una ceremonia de «retirada del Wagah Border», tan fascinante como una obra de teatro. Los soldados marchan al unísono y bajan la bandera nacional de manera ritual.
El cierre del cruce de Wagah-Attari, única ruta terrestre para el comercio, ha profundizado una crisis que ya venía en declive. Tras el atentado de Pulwama en 2019, India elevó los aranceles a las importaciones pakistaníes al 200%, lo que paralizó sectores como el farmacéutico, el agrícola y el de oleaginosas.
Analistas señalan que estas medidas reflejan una estrategia de máxima presión contra Islamabad, acusado por Nueva Delhi de apoyar el terrorismo transfronterizo. Sin embargo, advierten sobre posibles repercusiones económicas regionales, especialmente en las cadenas de suministro y los mercados fronterizos.
Mientras Pakistán aún no responde oficialmente, la comunidad internacional observa con preocupación el deterioro acelerado de las relaciones bilaterales. India, por su parte, ha dejado claro que no retrocederá hasta que Islamabad cese su apoyo a grupos armados operando en territorio indio.
Con el fantasma de una confrontación mayor en el horizonte, la región se enfrenta a uno de sus momentos más tensos en años. La pregunta ahora es si Pakistán optará por rebajar la escalada o si, por el contrario, responderá con medidas similares, ahondando la crisis.