Estados Unidos sanciona a más de 115 entidades vinculadas a la red marítima de Irán
Estados Unidos impuso nuevas sanciones a una vasta red marítima vinculada a Irán, afectando a más de un centenar de entidades en 17 países. Las medidas buscan frenar las exportaciones de petróleo iraní y neutralizar los ingresos del régimen teocrático.

WASHINGTON D.C., ESTADOS UNIDOS – En una de sus mayores acciones punitivas desde 2018, el gobierno de Estados Unidos anunció este mes una batería de sanciones dirigidas contra el aparato marítimo que sostiene las exportaciones clandestinas de petróleo iraní, golpeando de lleno los intereses de Teherán en al menos 17 países.
La decisión, que ocurre tras el ataque aéreo de junio a instalaciones nucleares iraníes ordenado por la administración Trump, representa un nuevo escalón en la escalada de presiones sobre el régimen de los ayatolás. Las sanciones afectan a más de 115 personas, empresas y embarcaciones, todas ellas involucradas en una sofisticada red de evasión de sanciones encabezada por Mohammad Hossein Shamkhani, hijo de Ali Shamkhani, asesor clave del líder supremo, el ayatolá Ali Khamenei.
Una red de petroleros fantasma al servicio de Teherán y Moscú
Según el Departamento del Tesoro de EE.UU., Shamkhani ha dirigido una flota opaca de portacontenedores y petroleros, operados mediante intermediarios y empresas pantalla registradas en jurisdicciones como Panamá, Hong Kong, Italia, Grecia y los Emiratos Árabes Unidos. Estos buques transportaban crudo iraní y, en algunos casos, petróleo ruso sancionado, camuflando el origen de las cargas y burlando los sistemas de seguimiento internacional.
Las ganancias de estas operaciones estimadas en miles de millones de dólares habrían sido utilizadas para financiar programas estratégicos de Irán, incluidas las actividades del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica (CGRI) y sus proxies regionales.
“Estas sanciones son un golpe directo a la red logística que permite a Irán burlar las restricciones internacionales y llenar sus arcas”, señaló un alto funcionario estadounidense, quien confirmó que esta acción representa el mayor paquete de sanciones marítimas desde la retirada del acuerdo nuclear en 2018.

Alcance global: 52 buques, 15 navieras y decenas de empresas sancionadas
El paquete sancionador abarca 52 buques identificados como activos en operaciones de contrabando, 15 compañías navieras con vínculos directos a Shamkhani y más de 50 empresas involucradas en el entramado de financiación, logística y comercialización del crudo.
Entre las compañías afectadas figuran operadores logísticos en Asia Oriental, consorcios europeos con filiales en el Mediterráneo y firmas sudamericanas usadas para triangulaciones comerciales. El Tesoro estadounidense apuntó especialmente a estructuras societarias diseñadas para ocultar la identidad de los propietarios reales de las embarcaciones, muchas de las cuales navegan bajo banderas de conveniencia.
Las medidas buscan congelar activos, prohibir transacciones internacionales y bloquear el acceso a puertos clave, lo que incrementará la presión sobre los compradores de petróleo iraní.
Golpe al petróleo iraní y advertencia a Pekín
En paralelo, las exportaciones de petróleo iraní han sufrido un retroceso. Datos oficiales estiman que Teherán redujo sus envíos desde 1,8 millones a 1,2 millones de barriles diarios desde inicios de 2025, tras las primeras sanciones de la actual administración.
“Nuestro objetivo es reducir aún más el margen de maniobra de Irán en los mercados energéticos. Esta red es esencial para su economía de guerra y su aparato de represión”, afirmó un portavoz del Consejo de Seguridad Nacional.
Estas sanciones tendrán un impacto directo sobre China, principal comprador del crudo iraní. Varios de los barcos sancionados habían descargado recientemente en puertos chinos, según registros de tráfico marítimo. Washington ha advertido a Pekín que se expone a consecuencias secundarias si facilita la compra de petróleo sancionado.

Teherán: “acto hostil y destructivo”
Desde Teherán, la respuesta fue inmediata. El portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores, Esmaeil Baghaei, calificó las sanciones como “una agresión económica que busca sabotear el bienestar del pueblo iraní”.
En una rueda de prensa, Baghaei acusó a Washington de usar la coerción económica como instrumento geopolítico, y defendió el derecho de Irán a comerciar libremente sus recursos naturales.
Además, recordó que la Unión Europea también impuso sanciones contra Shamkhani en julio, por su participación en la comercialización ilegal de petróleo ruso, subrayando la coordinación entre Washington y Bruselas en este frente.
Una estrategia más amplia de presión marítima
Las sanciones revelan un cambio táctico en la estrategia estadounidense, que ahora apunta no solo a los altos mandos del régimen iraní, sino a las infraestructuras logísticas y marítimas que sustentan su economía energética.
El control del tráfico marítimo se ha convertido en un campo de batalla silencioso pero determinante en la disputa entre Occidente e Irán. En ese contexto, el reciente golpe financiero representa una advertencia directa: cualquier intento de evadir las sanciones tendrá un costo creciente y global.
Fuentes: Reuters, Bloomberg