25 de julio de 2025

Ciberataques por suplantación GPS ponen en riesgo a cientos de barcos en el Mar Rojo

La suplantación de señales GPS en el Mar Rojo se disparó en el último año, generando un riesgo crítico para la navegación y la seguridad marítima. Las tripulaciones enfrentan interferencias persistentes mientras proveedores como Marlink luchan por contener los ciberataques.

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MAR ROJOEl incremento drástico en las interferencias GPS en el Mar Rojo ha encendido todas las alertas en la industria marítima. En los últimos meses, decenas de embarcaciones comerciales han experimentado suplantaciones deliberadas de señal satelital, afectando no solo su capacidad de navegación, sino también sistemas críticos de emergencia como el SMSSM (Sistema Mundial de Socorro y Seguridad Marítima).

La situación ha escalado de manera preocupante. Mientras que en julio de 2024 la empresa de comunicaciones satelitales Marlink recibía apenas una llamada quincenal relacionada con problemas de geolocalización, en julio de 2025 esa cifra se disparó: más de 150 embarcaciones reportaron fallos en un solo día.

Las anomalías van mucho más allá de una simple interrupción del GPS. Algunos buques aparecen virtualmente en tierra firme, cruzando a velocidades imposibles o sobrevolando zonas restringidas. Estos patrones revelan una campaña sistemática de ciberataques por radiofrecuencia, donde emisores terrestres interfieren las señales satelitales legítimas y las reemplazan con coordenadas manipuladas. Este tipo de ataque no solo desorienta a las tripulaciones, sino que también sabotea los sistemas de emergencia a bordo.

«Estamos viendo un incremento sin precedentes en ataques de suplantación GNSS. El desafío es que las señales llegan a la Tierra ya debilitadas, lo que las hace vulnerables a ser replicadas y modificadas», advierte un ingeniero de Marlink.

La región del Mar Rojo —ya afectada por hostilidades físicas contra barcos comerciales, especialmente por parte de los rebeldes hutíes— ahora enfrenta una nueva dimensión de amenaza: la guerra electrónica en alta mar.

Estas interferencias en los sistemas de posicionamiento pueden dar lugar a tres tipos de problemas: la señal GPS recibida es intermitente, no hay señal o se recibe una señal incorrecta. La vulnerabilidad principal del GPS es que depende de, al menos, 24 satélites que orbitan a unos 20.000 kilómetros sobre la Tierra, la mayoría de los cuales son ya antiguos y poco seguros.
Un sistema de ayuda en tensión

Para mitigar el impacto, Marlink ha desplegado un equipo de respuesta técnica especializado. Su telepuerto Eik en Noruega y la división de Ingeniería Marítima-CTA trabajan sin descanso para ofrecer soporte telefónico directo y soluciones digitales que puedan distinguir señales falsas de auténticas.

Uno de los mayores riesgos que enfrentan las tripulaciones es no darse cuenta de que están siendo engañadas. A menudo, el primer instinto frente a una señal sospechosa es apagar los sistemas de navegación. Pero, según Marlink, si el buque ya fue capturado por una señal GPS falsificada y geocercada, desconectarse puede dejarlo completamente ciego ante el entorno real.

Además, las antenas satelitales modernas buscan automáticamente las señales más fuertes disponibles, lo que puede resultar contraproducente si la interferencia ya está en curso. Marlink ha adoptado una estrategia de monitoreo constante y ajuste dinámico de señales, analizando cada anomalía de velocidad o ubicación para evitar conmutaciones erróneas entre satélites.

Recomendaciones y soluciones técnicas

La empresa sugiere adoptar un enfoque multicanal: utilizar sistemas de navegación redundantes, como Beidou (China), Glonass (Rusia) y Galileo (UE), en combinación con el GPS estadounidense. Contrastar coordenadas entre estos sistemas puede ayudar a detectar inconsistencias y falsificaciones.

Mientras tanto, las embarcaciones que cruzan el Mar Rojo —una ruta crítica del comercio global— deben operar con extrema precaución. La seguridad marítima ya no depende solo de radares y escoltas navales, sino también de la integridad cibernética de sus sistemas de posicionamiento global.

La amenaza invisible del siglo XXI

Lo que antes era dominio de satélites y astrofísica ahora se ha convertido en una guerra de frecuencias y algoritmos. La suplantación GPS, antes limitada a episodios aislados, ahora constituye un desafío sistémico que compromete la navegación segura en zonas de conflicto, y expone la fragilidad de la infraestructura tecnológica que sustenta al comercio marítimo moderno.

Fuentes: Marlink, Maritime Executive