20 de agosto de 2025

Chevron reactiva exportaciones de crudo venezolano a EE.UU. bajo nueva licencia

Chevron ha retomado exportaciones de crudo venezolano a Estados Unidos tras obtener una nueva licencia del Departamento del Tesoro. El primer petrolero, Canopus Voyager, inició operaciones en la terminal Jose, marcando la reactivación parcial del comercio marítimo energético entre ambos países.

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Estado Anzoátegui, Venezuela / 14 de agosto de 2025 — En una maniobra que refleja tanto la complejidad geopolítica como la importancia estratégica del transporte marítimo energético, Chevron inició la carga del primer envío de crudo venezolano con destino a Estados Unidos desde la suspensión de operaciones en abril. El petrolero Canopus Voyager, de bandera bahameña, atracó esta semana en la terminal de Jose, operada por la estatal PDVSA, para embarcar crudo pesado Hamaca, producto de una empresa conjunta entre ambas compañías.

La operación se produce bajo una nueva licencia otorgada por el Departamento del Tesoro de Estados Unidos a fines de julio, que autoriza a Chevron a reanudar actividades en Venezuela pese a que las sanciones sobre el sector petrolero del país siguen vigentes. Este permiso, de alcance limitado, contempla exportaciones y operaciones de intercambio de crudo, pero mantiene la prohibición de que cualquier ingreso llegue directamente al gobierno venezolano.

La carga del Canopus Voyager simboliza la reactivación parcial de una ruta marítima que había quedado en pausa desde el 27 de mayo, cuando expiró la licencia previa. Desde entonces, Chevron había detenido toda recepción de crudo venezolano, reduciendo su flujo hacia refinerías estadounidenses dependientes de este tipo de crudo pesado para optimizar su producción.

Imagen de archivo del petrolero Kerala, fletado por Chevron, siendo cargado en la terminal petrolera de Bajo Grande, en el lago Maracaibo, en el municipio de San Francisco, Venezuela, el 5 de enero de 2023.

Además del Canopus Voyager, al menos otros cinco buques previamente empleados por la compañía se encontraban próximos a aguas venezolanas o en ruta hacia el país al cierre de esta semana. Entre ellos, el Mediterranean Voyager permanecía fondeado cerca de la terminal de Bajo Grande, en el estado Zulia, a la espera de autorización para cargar crudo pesado Boscán.

Fuera de aguas territoriales, cerca de Aruba, se localizaban los petroleros Ionic Anax, Nave Cosmos, Nave Neutrino y Sea Jaguar, todos asociados a operaciones de transferencia barco a barco (STS) que históricamente han servido para movilizar crudo venezolano hacia mercados internacionales sin necesidad de atracar directamente en puertos estadounidenses o europeos.

Desde el punto de vista estratégico, la medida apunta a asegurar suministros de crudo específico para el parque refinador de la costa estadounidense del Golfo, en un contexto de mercados ajustados y volatilidad de precios. Sin embargo, la reanudación de estos envíos mantiene un delicado equilibrio diplomático, ya que Washington busca aliviar parcialmente el acceso de Chevron a recursos venezolanos sin desactivar el marco sancionador impuesto como presión política sobre Caracas.

En el plano marítimo, el regreso de estos cargamentos implica la reactivación de rutas de alta seguridad logística y de protocolos estrictos de verificación documental, tanto en aguas venezolanas como en puertos de llegada, para evitar vulnerar las restricciones financieras y comerciales aún vigentes.

La llegada del Canopus Voyager a Puerto José no solo representa un paso relevante para el suministro energético, sino también un recordatorio de que el comercio marítimo de hidrocarburos sigue siendo un instrumento clave en las estrategias de política exterior, donde cada escala portuaria y cada autorización administrativa reflejan un equilibrio de intereses mucho más amplio que el mero intercambio comercial.

Fuentes: Reuters, Bloomberg