Livorno, Italia – En una ceremonia simbólica llevada a cabo el 7 de diciembre, la Marina Italiana celebró la incorporación del buque de asalto anfibio LHD Trieste, el más grande construido por Italia desde la Segunda Guerra Mundial, y presidió el solemne juramento de 150 cadetes de la Academia Naval en este mismo navío. La ceremonia, realizada en el puerto de Livorno, contó con la presencia del Presidente de la República, Sergio Mattarella, acompañado por el Ministro de Defensa, Guido Crosetto, el Jefe del Estado Mayor de la Defensa, General Luciano Antonio Portolano, y el Jefe del Estado Mayor de la Marina, Almirante Enrico Credendino, consolidando su relevancia como un hito histórico para las Fuerzas Armadas Italianas.
La entrega del Trieste, construido por el renombrado astillero Fincantieri en Castellammare di Stabia y Muggiano, marcó la culminación de un proyecto visionario iniciado hace 14 años. La incorporación de esta innovadora unidad a la flota italiana representa no sólo el fortalecimiento operativo de la Marina, sino también un notable avance en la capacidad tecnológica y estratégica de las Fuerzas Armadas conjuntas italianas.
Un puente entre la tradición y el futuro
Durante su intervención, el Ministro de Defensa, Guido Crosetto, destacó la trascendencia del evento, subrayando que el acto no sólo resalta la dedicación de los cadetes al país, sino que también simboliza los valores fundamentales de las Fuerzas Armadas italianas. “Éste es el barco de ustedes, construido para servir a nuestra nación. Su espíritu, ideales y compromiso harán que esta unidad sea mucho más que una herramienta avanzada, será un símbolo viviente de cooperación y dedicación a Italia”, expresó Crosetto, quien aprovechó la ocasión para dirigirse a las familias de los cadetes, asegurándoles que sus hijos ahora formaban parte de una nueva familia: la Defensa Nacional.
El acto se revistió además de un profundo simbolismo histórico, ya que por primera vez el juramento solemne de los cadetes de la Academia Naval tuvo lugar a bordo de un buque militar. Este gesto refuerza la conexión entre las nuevas generaciones de oficiales y el potencial tecnológico y estratégico en el que desarrollarán sus carreras profesionales.

Tecnología avanzada al servicio de la nación
El Jefe del Estado Mayor de la Defensa, General Luciano Antonio Portolano, subrayó que el Trieste es un ejemplo tangible de la capacidad de Italia para liderar en el ámbito de la producción militar tecnológica. “Este buque es un símbolo de modernidad y excelencia nacional, una herramienta que fortalecerá la proyección de poder de nuestras Fuerzas Armadas en un contexto global cada vez más complejo y desafiante”, afirmó. Enfatizó, además, la importancia de su capacidad disuasoria y de proyectar estabilidad en un panorama internacional marcado por crecientes tensiones geopolíticas, como los recientes acontecimientos registrados en Oriente Medio.
El buque, con una eslora de 245 metros, un desplazamiento de 36.750 toneladas y capacidad para más de 1.060 personas, incorpora avanzadas capacidades anfibias, una cubierta de pozo para operaciones estratégicas y un garaje especializado. Además, su diseño permite ser utilizado como un portaaviones capaz de transportar aviones de quinta generación, una plataforma logística, un cuartel general de mando y un hospital militar móvil. Estas características posicionan al Trieste como una de las unidades más polivalentes y avanzadas de Europa.
Por su parte, el Consejero Delegado de Fincantieri, Pierroberto Folgiero, resaltó el éxito del proyecto como una muestra del elevado nivel de cooperación entre la industria italiana y las Fuerzas Armadas. “El Trieste no solo refuerza la proyección internacional de Italia, sino que también pone de manifiesto la excelencia de Fincantieri como referente en producción de alta tecnología. Este buque es un testimonio tangible de un país que mira hacia el futuro con ambición y determinación”, afirmó, dirigiendo su agradecimiento tanto a los miles de trabajadores del astillero como a la Marina Italiana por su colaboración estratégica.
Una mirada hacia el desafío global
La ceremonia también brindó un momento de reflexión sobre el rol de las Fuerzas Armadas ante los retos del presente y del futuro. Para el Jefe del Estado Mayor de la Marina, Almirante Enrico Credendino, la integración del Trieste a la flota naval responde a las crecientes exigencias de un contexto global marcado por nuevos focos de inseguridad. “Acoger al Trieste significa avanzar hacia una Marina más tecnológica, operativa y preparada para hacer frente a escenarios complejos”, expresó, destacando la importancia de seguir impulsando políticas de innovación y modernización para garantizar la defensa de los intereses nacionales.
Los 150 jóvenes oficiales que juraron lealtad a la República Italiana dieron inicio a su carrera en un escenario inmejorable. El buque, que será fundamental para su formación profesional, se convertirá no solo en una herramienta para misiones de proyección de poder estratégico, sino también en un espacio de aprendizaje práctico en el que desarrollarán las habilidades necesarias para enfrentar los desafíos de la defensa contemporánea.

Un nuevo baluarte para la Marina Italiana
El Trieste se consolida como un bastión de capacidades estratégicas y operativas, dotado de tecnología de vanguardia que reafirma la posición de Italia como líder en la construcción naval militar. Este importante avance no solo simboliza la capacidad de la nación para adaptarse e innovar ante las exigencias presentes, sino que también reitera su papel como un actor clave en la seguridad global.
La ceremonia del pasado 7 de diciembre no fue solamente la presentación de un buque, sino la consolidación de un ambicioso proyecto nacional que fusiona juventud, tecnología y compromiso, y sienta las bases para una Marina que enfrenta con determinación los retos de un mundo en constante transformación. El Trieste no solo navegará como una construcción imponente; será el rostro de una Italia que avanza con decisión hacia el futuro.
Referencias: Marina de Italia (Marine Militare), La Repubblica