Hallan 27 millones de toneladas de nanoplásticos tóxicos en el Atlántico Norte
Un estudio pionero del Instituto NIOZ y la Universidad de Utrecht estima que el Atlántico Norte contiene 27 millones de toneladas de nanoplásticos, una cifra que supera todo el plástico visible en los océanos del planeta y alerta sobre riesgos ambientales irreversibles.

ÁMSTERDAM, PAISES BAJOS – El plástico invisible ya inunda el océano. Un equipo científico neerlandés ha revelado que el Océano Atlántico Norte contiene al menos 27 millones de toneladas de nanoplásticos, partículas de menos de una milésima de milímetro que escapan al ojo humano pero no al impacto ecológico.
El hallazgo, publicado el 9 de julio de 2025 en la revista Nature, marca la primera estimación de este tipo a escala oceánica. La investigación fue liderada por el Real Instituto Holandés de Investigación Marina (NIOZ) y la Universidad de Utrecht, y plantea un escenario inquietante: estos residuos microscópicos ya superan la cantidad total de plásticos visibles que flotan en todos los océanos del planeta juntos.
“Estamos comenzando a comprender la magnitud real del plástico que nunca fue contabilizado”, explicó uno de los responsables del estudio, profesor de geoquímica en Utrecht y científico principal del NIOZ. El análisis llena un vacío crucial en el rompecabezas del llamado ‘plástico perdido’, es decir, aquel que ha sido producido durante décadas pero cuyo destino final sigue siendo un misterio.
Un océano contaminado hasta el nivel molecular
La investigación se basó en una expedición científica a bordo del buque RV Pelagia, que recorrió el Atlántico desde las Azores hasta la plataforma continental europea. Durante cuatro semanas, la estudiante de maestría Sophie ten Hietbrink recolectó muestras de agua de 12 puntos distintos. Luego, en los laboratorios de Utrecht, esas muestras fueron sometidas a un riguroso proceso de filtración, secado, calentamiento y análisis mediante espectrometría de masas, lo que permitió identificar las moléculas constituyentes de distintos tipos de plástico.
El equipo extrapoló los resultados para todo el Atlántico Norte y concluyó que al menos 27 millones de toneladas de nanoplásticos están ya presentes en esa región marina. Una cifra que redefine la escala del problema.

Amenaza silenciosa para el ecosistema y la salud humana
Los nanoplásticos llegan al mar por múltiples vías: desde la fragmentación por luz solar de plásticos mayores, hasta el arrastre fluvial de desechos urbanos. También pueden viajar por el aire, incorporarse a la lluvia o depositarse como partículas secas.
Lo más alarmante es su potencial para infiltrarse en toda la cadena alimentaria marina. Por su tamaño, son fácilmente ingeridos por microorganismos, lo que abre la puerta a una acumulación biológica ascendente. Estudios previos ya han detectado nanoplásticos en tejidos humanos, incluso cerebrales, lo que plantea serias dudas sobre sus efectos en la salud.
Aunque algunos plásticos comunes como el polietileno y el polipropileno no fueron hallados en las muestras —posiblemente por interferencias químicas— los investigadores planean ampliar su análisis para confirmar su presencia oculta.
“Lo más preocupante no es solo cuánto hay, sino que estos materiales no pueden eliminarse del océano. Ya están ahí. El único paso posible es detener su ingreso lo antes posible”, advirtió uno de los autores del estudio.
Un llamado urgente a contener el plástico antes de que sea invisible e irreversible
El descubrimiento refuerza la necesidad de actuar con urgencia. Ya no se trata solo de limpiar playas o retirar botellas flotantes: el problema ha penetrado a escala nanométrica, fuera del alcance de la mayoría de tecnologías actuales de mitigación.
Además, los científicos advierten que es probable que este patrón se repita en otros océanos, aunque aún faltan estudios comparativos. La contaminación por nanoplásticos, silenciosa y persistente, representa una amenaza ambiental que apenas estamos empezando a comprender.
Fuentes: Nature, NIOZ Official Press Release