Turquía despliega su mayor ejercicio naval de la historia: Denizkurdu-II/2025
Las Fuerzas Armadas Turcas han iniciado el ejercicio Denizkurdu-II/2025, el más ambicioso y extenso de su historia naval, con operaciones en el Mar Negro, Egeo, Mediterráneo Oriental y Mar de Mármara. Durante 12 días, 120 plataformas navales incluyendo 104 buques de superficie, 6 submarinos y 52 aeronaves— simularán escenarios de combate de alta intensidad.

Las Fuerzas Armadas Turcas han iniciado el ejercicio Denizkurdu-II/2025, el más ambicioso y extenso de su historia naval, con operaciones en el Mar Negro, Egeo, Mediterráneo Oriental y Mar de Mármara. Durante 12 días, 120 plataformas navales incluyendo 104 buques de superficie, 6 submarinos y 52 aeronaves— simularán escenarios de combate de alta intensidad.
ANKARA; TURQUÍA – Las aguas del Mar Negro, Egeo, Mármara y Mediterráneo Oriental se convierten esta semana en el escenario del ejercicio militar más ambicioso jamás realizado por Turquía: Denizkurdu-II/2025. Bajo el mando del almirante Kadir Yıldız, las Fuerzas Armadas Turcas movilizan 120 plataformas navales —incluyendo 104 buques de superficie, 6 submarinos y 52 aeronaves— en un operativo que no solo refuerza su capacidad de combate, sino que proyecta un mensaje inequívoco sobre sus ambiciones geopolíticas en una región convulsa.
El ejercicio, que se extenderá hasta el 17 de mayo, marca un hito en la historia militar turca. Comparado con su antecesor en 2021 (Denizkurdu 2021), que involucró 87 activos, la edición de 2025 representa un aumento del 40% en capacidad operativa, con la participación del 90% de la flota naval turca en servicio. Entre las unidades destacan:
- El buque insignia TCG Anadolu, plataforma clave para el despliegue del dron Bayraktar TB-3.
- Fragatas clase MILGEM, equipadas con sistemas de guerra electrónica autóctonos.
- Submarinos tipo Reis, capaces de lanzar el misil antibuque ATMACA, cuya prueba en fuego real será uno de los momentos cumbre del operativo.
La coordinación abarca no solo a la Armada, sino también a la Fuerza Aérea, Ejército, Gendarmería y Guardia Costera, en un claro reflejo de la doctrina «Mavi Vatan» (Patria Azul), que busca consolidar a Turquía como potencia marítima multidominio.

El ejercicio sirve como vitrina para la industria de defensa turca, que ha logrado reducir su dependencia de sistemas extranjeros. Entre las claves tecnológicas destacan:
- Misil ATMACA: Con un alcance superior a 220 km y capacidad de lanzamiento desde submarinos, este sistema —desarrollado por Roketsan— es el reemplazo definitivo del Harpoon estadounidense. Su perfil de vuelo rasante al mar y resistencia a contramedidas lo equiparan a rivales como el Exocet francés o el Kalibr ruso.
- Drones Bayraktar TB-3: Operados desde el TCG Anadolu, refuerzan la proyección de poder aeronaval.
- Vehículos no tripulados: Incluyen USV (vehículos de superficie) y UAV como el Akıncı, equipados con municiones guiadas MAM-T y TEMREN de Aselsan.
Aunque persisten sistemas heredados de la OTAN —como los misiles SM-1, usados en pruebas defensivas—, su rol es cada vez más secundario. «El ATMACA no es solo un arma; es un símbolo de soberanía tecnológica«, declaró el contralmirante Rüştü Sezer durante la presentación del ejercicio.

Denizkurdu-II/2025 no es un mero entrenamiento. Ocurre en un contexto de:
- Tensiones con Grecia por disputas en el Egeo.
- Rivalidades en el Mediterráneo Oriental, donde Turquía desafía las reclamaciones de Chipre y Egipto.
- Presión de la OTAN para fortalecer la seguridad en el Mar Negro tras la guerra en Ucrania.
La inclusión de visitas a puertos turcochipriotas y el simulacro de operaciones anfibias refuerzan el mensaje: Ankara no cederá en su proyección regional. «Este ejercicio demuestra que Turquía puede ejecutar guerras de alta intensidad con recursos propios», subrayó el analista de defensa Devrim Yaylalı.
Con 120 buques en movimiento, tecnología local y una integración conjunta sin precedentes, Turquía afirma su transición de actor regional a potencia naval global. La movilización casi total de su flota —inusual en tiempos de paz— y el éxito del ATMACA confirman que el país ha roto ataduras tecnológicas y redefine su papel en la geopolítica del siglo XXI.
Para aliados y adversarios, Denizkurdu-II/2025 es una advertencia: Turquía ya no sigue el guion de otros; lo escribe.
Referencias: Anadolu Ajansı, Sabah