Tailandia amenaza con bloquear el Golfo ante nuevas agresiones camboyanas en la frontera del templo ‘Preah Vihear’
La Armada Real de Tailandia evalúa desplegar sus buques para controlar el Golfo de Tailandia, en respuesta a presuntas agresiones militares de Camboya en las zonas fronterizas cercanas al templo Preah Vihear. La tensión entre ambos países escala rápidamente.

BANGKOK, TAILANDIA – La escalada de tensiones fronterizas entre Tailandia y Camboya ha encendido alarmas en Bangkok, luego de nuevos incidentes armados cerca del templo Preah Vihear, una zona de disputa histórica que vuelve a sacudir la región. En respuesta, la Armada Real Tailandesa evalúa una acción naval contundente en el Golfo de Tailandia, una medida que podría tener implicancias militares y diplomáticas profundas.
Altos mandos tailandeses dejaron entrever la posibilidad de desplegar unidades navales estratégicas a lo largo del golfo, como una señal de disuasión directa hacia Phnom Penh. Esta advertencia se produce tras varios ataques reportados contra tropas tailandesas, los cuales han sido atribuidos a fuerzas camboyanas que operan en sectores sensibles del límite territorial.
El conflicto latente por el templo Preah Vihear
La disputa entre ambos países se remonta a décadas de desacuerdo sobre la soberanía del templo Preah Vihear, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 2008. Aunque la Corte Internacional de Justicia reconoció en 1962 la soberanía camboyana sobre el templo, la delimitación exacta del territorio circundante sigue sin resolverse, generando intermitentes enfrentamientos armados.
Durante los últimos días, tropas tailandesas apostadas en la provincia de Sisaket denunciaron incursiones hostiles, supuestamente ejecutadas por unidades camboyanas que habrían abierto fuego cerca de puestos de vigilancia y rutas logísticas clave. Estas acciones han llevado al alto mando militar tailandés a evaluar un despliegue naval a gran escala, con el objetivo de proteger sus intereses marítimos y territoriales.
Tensión naval en el Golfo de Tailandia
Aunque no se han oficializado órdenes de movilización, fuentes castrenses han confirmado que el comando naval tailandés ya ha puesto en “alerta operativa” a parte de su flota. La medida permitiría rodear estratégicamente el Golfo de Tailandia, una zona marítima crítica que conecta puertos comerciales, instalaciones militares y recursos pesqueros vitales.
Una acción de esta magnitud enviaría un mensaje directo a Phnom Penh, y a su vez protegería las rutas navales y áreas sensibles frente a un posible deterioro de la situación. Este escenario militar se suma a la creciente presión diplomática que enfrentan ambos gobiernos por parte de países vecinos y organismos internacionales que reclaman una desescalada inmediata.
Pekín y Washington observan con atención
La situación también está generando interés entre potencias extranjeras. Analistas regionales destacan que China y Estados Unidos siguen de cerca los movimientos de Bangkok y Phnom Penh, dada la ubicación estratégica del golfo y su proximidad a rutas comerciales clave del Sudeste Asiático.
Mientras tanto, no se ha confirmado una mediación internacional directa, aunque se especula que países de la ASEAN podrían intervenir para facilitar una solución negociada antes de que la confrontación escale más allá de lo diplomático o lo simbólico.

Un conflicto con ramificaciones regionales
A lo largo de los años, los enfrentamientos en torno al Preah Vihear han oscilado entre choques esporádicos y escaramuzas sostenidas, pero esta vez, el componente marítimo añade una nueva dimensión. Tailandia, con una flota naval más avanzada y recursos logísticos superiores, podría establecer un cerco naval efectivo en cuestión de horas, lo que elevaría significativamente la presión sobre Camboya.
Sin embargo, un despliegue de esa magnitud no estaría exento de consecuencias regionales, especialmente si afecta las operaciones pesqueras, el comercio o la estabilidad en las aguas compartidas. Los expertos advierten que una mala gestión de la crisis podría arrastrar a otros actores del sudeste asiático, debilitando los mecanismos de cooperación regional.
El gobierno tailandés aún no ha emitido un comunicado formal sobre la naturaleza exacta del eventual despliegue, pero la retórica militar endurecida en Bangkok sugiere que las opciones se están agotando y que el tiempo para una solución diplomática es limitado.
Fuentes: Bangkok Post, Asia Times, The Nation Thailand