23 de septiembre de 2025

Los Marines de Estados Unidos realizan ejercicios anfibios en el Caribe frente a Venezuela

El Cuerpo de Marines de EE.UU. ejecutó en Puerto Rico un amplio ejercicio anfibio bajo el Comando Sur, con fuerte despliegue aéreo, naval y terrestre. Las maniobras buscan proyectar poder en el Caribe y enviar un mensaje estratégico directo a Venezuela.

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San Juan, Puerto Rico / 16 de septiembre de 2025 — En medio de un escenario de tensión creciente con Venezuela, el Cuerpo de Marines de los Estados Unidos (USMC) llevó a cabo en Puerto Rico un ejercicio anfibio de gran escala, bajo la coordinación del Comando Sur (SOUTHCOM) y con el respaldo directo del Departamento de Defensa. La operación, desarrollada a lo largo de las dos primeras semanas de septiembre, incluyó un notable despliegue de medios navales, aéreos y terrestres, consolidando la capacidad de proyección rápida de fuerzas en un área considerada clave para la seguridad estratégica de Washington.

La 22ª Unidad Expedicionaria de Marines (SOC) lideró las maniobras, centradas en ensayos de desembarco anfibio y operaciones de respuesta a crisis. El componente aéreo incluyó helicópteros de ataque AH-1Z Viper, cazas furtivos F-35B, helicópteros pesados CH-53K para transporte de tropas y equipos, además de drones MQ-9 Reaper en tareas de inteligencia, vigilancia y reconocimiento. Este abanico de capacidades confirmó el énfasis estadounidense en garantizar superioridad aérea y marítima en el Caribe.

El AH-1Z Viper es un helicóptero de ataque bimotor, fabricado por Bell Helicopter para el Cuerpo de Marines de Estados Unidos, como parte de su Programa de actualización H-1 — Zona Militar

El USS Iwo Jima (LHD-7) encabezó el grupo anfibio, acompañado por los buques USS San Antonio (LPD-17) y USS Fort Lauderdale (LPD-28), que en conjunto transportaron a más de 4.500 efectivos, incluidos 2.000 Marines. El despliegue fue respaldado por destructores de la clase Arleigh Burke, el buque de combate litoral USS Minneapolis-St. Paul (LCS-21), el crucero USS Lake Erie (CG-70) con sistema AEGIS y el submarino de ataque USS Newport News (SSN-750). Se trata de una de las mayores agrupaciones navales y anfibias estadounidenses desplegadas en el Caribe en la última década.

La maniobra se ejecutó en un contexto de creciente fricción con Caracas. El 2 de septiembre, fuerzas estadounidenses atacaron una embarcación procedente de Venezuela con supuestos vínculos al grupo criminal “Tren de Aragua”, causando la muerte de once tripulantes. Dos semanas después, el 16 de septiembre, otra lancha fue destruida en una operación similar, con tres fallecidos. El presidente Donald Trump defendió ambas acciones como parte de la estrategia para frenar el tráfico de drogas y fentanilo hacia EE.UU., marcando un cambio doctrinal al priorizar el uso de fuerzas regulares en lugar de la Guardia Costera.

En respuesta, el gobierno de Nicolás Maduro ordenó vuelos de cazas F-16 sobre el destructor USS Jason Dunham (DDG-109), mientras el Ministerio de Relaciones Exteriores venezolano denunció la retención de una embarcación pesquera como un acto hostil que busca “provocar un incidente” con fines de escalada militar. Caracas sostiene que la presencia de Washington en el Caribe constituye una amenaza directa a su soberanía.

Más allá de la tensión diplomática, la operación envía un mensaje estratégico inequívoco: Estados Unidos está dispuesto a mantener un control firme sobre las rutas marítimas del Caribe, neutralizar redes ilícitas y aumentar la presión militar y política sobre Venezuela. La demostración de fuerza refuerza, además, la capacidad disuasiva de Washington en una región donde confluyen intereses energéticos, de seguridad y de influencia geopolítica.

Fuentes: Departamento de Defensa de Estados Unidos, Reuters, BBC Mundo, Zona Militar