28 de agosto de 2025

Guardia Costera libia abre fuego contra el buque humanitario Ocean Viking en el Mediterráneo central

El 24 de agosto de 2025, la Guardia Costera libia abrió fuego contra el buque humanitario Ocean Viking en aguas internacionales del Mediterráneo central. El ataque, que duró cerca de 20 minutos, dañó equipos críticos del barco y puso en riesgo a 87 rescatados.

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Siracusa, Italia / 24 de agosto de 2025 – La tensión en el Mediterráneo central escaló peligrosamente cuando la Guardia Costera libia abrió fuego contra el buque humanitario Ocean Viking, operado por SOS MEDITERRANEE en cooperación con la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja (FICR). El ataque, ocurrido a las 15:03 hora local, tuvo lugar en aguas internacionales, a unas 40 millas náuticas al norte de Libia, mientras el buque realizaba operaciones de búsqueda y rescate autorizadas por las autoridades italianas.

El Ocean Viking, con bandera noruega, había rescatado a 87 migrantes y refugiados, muchos de ellos provenientes de Sudán, en dos operaciones entre el 23 y 24 de agosto. Según la organización, un patrullero clase Corrubia de la Guardia Costera libia se aproximó y ordenó al buque dirigirse hacia el norte. Aunque la tripulación confirmó estar cumpliendo, el patrullero abrió fuego sin previo aviso.

Fuego directo contra el puente de mando

El tiroteo se prolongó entre 15 y 20 minutos, con disparos dirigidos al puente de mando. Testigos reportaron impactos de bala a la altura de la cabeza de los tripulantes, la destrucción de antenas de comunicación, el daño de cuatro ventanas blindadas y la inhabilitación de tres lanchas rápidas de rescate (RHIBs).

Las imágenes difundidas por SOS MEDITERRANEE muestran a hombres armados disparando desde el buque libio, con proyectiles impactando directamente en áreas críticas de navegación y en el equipo de salvamento. Aunque no hubo heridos, tanto la tripulación como los rescatados quedaron en estado de pánico y shock.

El capitán y el coordinador de búsqueda y rescate permanecieron en el puente durante el ataque, mientras el resto de la tripulación y los migrantes fueron trasladados a la sala de seguridad. Según relatos, algunos disparos provinieron de armas automáticas, y se escucharon amenazas en árabe por radio: “Si no abandonan la zona, vendremos y los mataremos a todos”.

Petición de ayuda sin respuesta

Tras el asalto, el Ocean Viking emitió una señal de socorro y contactó con la OTAN. La unidad más cercana era un buque de la Armada italiana, pero las llamadas no fueron respondidas, según denunció la ONG. El capitán decidió entonces dirigirse a Siracusa (Italia), donde desembarcó a los supervivientes y solicitó reparaciones urgentes.

Este no es un hecho aislado. En 2023, el Ocean Viking ya había sufrido un incidente con disparos de una lancha libia durante una operación de rescate. Ninguna investigación formal se abrió entonces.

Un patrullero donado por Italia y la UE

El buque empleado en el ataque del 24 de agosto corresponde a un patrullero clase Corrubia entregado por Italia en 2023 como parte del programa europeo SIBMMIL (Apoyo a la Gestión Integrada de Fronteras y Migración en Libia). Este marco de cooperación ha provisto a Libia con entrenamiento, financiación y equipamiento pese a los reiterados informes de abusos contra migrantes, documentados por Naciones Unidas y organizaciones de derechos humanos.

Reacciones internacionales

La agencia europea Frontex calificó el incidente como “profundamente preocupante” y pidió una investigación exhaustiva. Diversas ONGs han denunciado que la Guardia Costera libia, financiada y equipada por la Unión Europea, ha participado en acciones violentas y sistemáticos abusos, incluyendo detenciones arbitrarias, torturas y extorsiones.

El ataque al Ocean Viking plantea serios cuestionamientos sobre la cooperación militar y de seguridad entre Europa y Libia, en particular sobre el uso de buques europeos en operaciones que ponen en riesgo la vida de civiles y trabajadores humanitarios en alta mar.

La situación evidencia la creciente militarización del Mediterráneo central y el dilema al que se enfrentan las autoridades europeas: mantener la externalización del control migratorio a Libia o revisar urgentemente su política frente a los riesgos que corren tanto migrantes como organizaciones humanitarias.

Fuentes: SOS MEDITERRANEE, The Guardian, Al Jazeera