Estados unidos envía 4.000 Marines y buques de guerra para frenar redes de narcotráfico marítimo
Washington ha iniciado el despliegue de más de 4.000 efectivos de Marines y personal naval, respaldados por buques de guerra, aeronaves de patrulla marítima y un submarino nuclear, para reforzar las operaciones del Comando Sur contra redes de narcotráfico en Latinoamérica y el Caribe.

Miami, Estados Unidos / 15 de agosto de 2025 — El Ejército de Estados Unidos, a través del Comando Sur (USSOUTHCOM), ha comenzado el despliegue de una fuerza naval y anfibia de gran escala hacia América Latina y el Caribe para intensificar la presión sobre las organizaciones criminales transnacionales dedicadas al tráfico de drogas y armas. La operación contempla la llegada de más de 4.000 infantes de Marina y marineros, entre ellos la 22ª Unidad Expedicionaria de Marines (22nd MEU), embarcada en el Grupo Anfibio Listo USS Iwo Jima (LHD-7).
La misión se verá respaldada por un submarino de ataque de propulsión nuclear, un avión de patrulla marítima P-8A Poseidon, destructores de la clase Arleigh Burke y un crucero lanzamisiles clase Ticonderoga, proporcionando capacidad de vigilancia avanzada, interdicción marítima y proyección de fuerza anfibia.

Fuentes del Pentágono señalan que este despliegue busca interrumpir las rutas marítimas del narcotráfico que cruzan el Caribe y el Pacífico oriental, así como fortalecer la cooperación en seguridad marítima con naciones aliadas de la región. La presencia del P-8A Poseidon permitirá ampliar el alcance de detección y seguimiento de embarcaciones sospechosas, mientras que el submarino y los buques escoltas aportarán disuasión naval de alto nivel.
Analistas militares subrayan que este refuerzo naval llega en un contexto de incremento en los flujos de cocaína y armas hacia América del Norte y Europa, y en un momento en que los cárteles latinoamericanos han incrementado el uso de semisumergibles y embarcaciones rápidas para evadir la detección. El despliegue, agregan, refleja un cambio hacia una postura más proactiva de interdicción en alta mar, con capacidad anfibia para operar en entornos costeros complejos.

Aunque no se han revelado todos los detalles operativos, se espera que las unidades realicen ejercicios combinados con marinas aliadas y operaciones de visita, abordaje y registro (VBSS) en aguas internacionales. Washington insiste en que el objetivo es proteger las líneas marítimas y frenar el financiamiento ilícito que sostiene a organizaciones criminales que desestabilizan gobiernos y comunidades en la región.
Fuentes: USNI News, Defense News