El Pentágono ha extendido por unas semana más la presencia simultánea de dos grupos de ataque de portaaviones en Oriente Medio. Este movimiento responde a la necesidad de Estados Unidos de mantener una capacidad naval robusta frente a los ataques persistentes de los hutíes, respaldados por Irán, en Yemen y sus alrededores.
WASHINGTON D.C., ESTADOS UNIDOS – El Pentágono ha decidido prolongar por segunda vez en una semana el despliegue del portaaviones USS Harry S. Truman en Oriente Medio, en una clara señal de la intensificación de la campaña militar contra los rebeldes hutíes, respaldados por Irán. La medida, autorizada por el secretario de Defensa, Pete Hegseth, busca mantener dos grupos de ataque navales en la región, una estrategia poco común en los últimos años, pero considerada «necesaria» ante la escalada de ataques contra el comercio marítimo internacional.
A finales de marzo, Hegseth ya había extendido por un mes la misión del USS Truman y su grupo de combate —compuesto por dos destructores y un crucero—, desplegados actualmente en el Mar Rojo. Sin embargo, tras una solicitud del general Erik Kurilla, jefe del Comando Central de EE.UU. (CENTCOM), el buque permanecerá una semana más antes de regresar a su base en Norfolk, Virginia.
Esta decisión refuerza la presencia estadounidense junto al portaaviones USS Carl Vinson, con base en San Diego, que opera desde hace semanas en el Golfo de Adén. La simultaneidad de ambos grupos de ataque refleja la gravedad de la amenaza huti, que ha llevado a Washington a lanzar ataques diarios desde el 15 de marzo, cuando el presidente Donald Trump ordenó una «campaña ampliada» con «fuerza letal abrumadora».

Según datos del CENTCOM, EE.UU. ha ejecutado más de 1.000 ataques en Yemen desde el inicio de la Operación Rough Rider, aunque no ha detallado los objetivos ni la metodología de recolección de inteligencia. La ofensiva busca neutralizar la capacidad huti de atacar buques en el Mar Rojo, un corredor comercial crítico por el que transitan mercancías por valor de un billón de dólares anuales.
Los hutíes, que justifican sus acciones como una respuesta a la guerra de Israel en Gaza, han lanzado más de 100 ataques con misiles y drones entre noviembre de 2023 y enero de 2024, hundiendo dos buques mercantes y causando la muerte de cuatro marineros civiles. Tras un breve alto el fuego, reanudaron sus acciones tras los bombardeos estadounidenses de mediados de marzo.
Mantener dos portaaviones en la región supone un reto logístico para la Armada estadounidense, que tradicionalmente evita este tipo de despliegues simultáneos por su impacto en los ciclos de mantenimiento y la fatiga de las tripulaciones. El año pasado, la administración Biden ya extendió la misión del USS Dwight D. Eisenhower en lo que se consideró la batalla naval más intensa desde la Segunda Guerra Mundial.
Si no hay nuevas prórrogas, los marineros del USS Truman podrían regresar a casa en mayo. Sin embargo, la persistencia de la amenaza huti sugiere que Oriente Medio seguirá siendo un foco prioritario para la defensa estadounidense en el futuro inmediato.
Referencias: Departamento de Defensa de Estados Unidos, AP News, USNI News