EE.UU. y Reino Unido despliegan dos portaaviones en los ejercicios Talisman Sabre 2025
Estados Unidos y el Reino Unido realizaron por primera vez una operación conjunta con dos portaaviones, el USS George Washington y el HMS Prince of Wales, durante el ejercicio Talisman Sabre 2025, en Australia. La acción marca una nueva fase de cooperación naval frente a crecientes tensiones en el Indo-Pacífico.

AUSTRALIA, CANBERRA – En una demostración contundente de fuerza y cohesión estratégica, las armadas de Estados Unidos y el Reino Unido llevaron a cabo por primera vez una operación naval conjunta con dos portaaviones durante el ejercicio Talisman Sabre 2025, desarrollado en aguas australianas. Esta maniobra representa un paso decisivo hacia una mayor integración operativa entre aliados clave en una región cada vez más marcada por la competencia estratégica.
Encabezado por el portaaviones nuclear USS George Washington (CVN 73), de la Armada estadounidense, y el HMS Prince of Wales (R09), de la Royal Navy, el despliegue binacional se ejecutó en estrecha coordinación con una flota multinacional que incluyó buques de guerra de Australia, Canadá y Noruega. En total, más de 35.000 efectivos de 19 países participan en la edición 2025 del mayor ejercicio militar bilateral entre Estados Unidos y Australia.
Una formación lista para el combate
El USS George Washington lideró un grupo de ataque integrado por el crucero USS Robert Smalls (CG 62) y el destructor USS Shoup (DDG 86). Paralelamente, el HMS Prince of Wales navegó junto al destructor HMS Dauntless (D33) y el buque cisterna RFA Tidespring (A136), todos coordinados en un entorno operacional de alta complejidad.

La operación incluyó maniobras aéreas conjuntas protagonizadas por los F/A-18E/F Super Hornet del Ala Aérea Embarcada 5 del George Washington y los F-35B Lightning II embarcados en el Prince of Wales. Estas misiones sirvieron para validar procedimientos de interoperabilidad aérea, tácticas de combate coordinado y la sincronización logística entre plataformas de propulsión y doctrina distintas.
El almirantazgo estadounidense subrayó que este tipo de despliegue refleja no solo un esfuerzo técnico conjunto sin precedentes, sino también una declaración inequívoca de presencia sostenida y voluntad disuasoria en el teatro Indo-Pacífico.
Flotas de élite, plataformas de proyección estratégica
El USS George Washington, un superportaaviones de clase Nimitz en servicio desde 1992, cuenta con un desplazamiento superior a 100.000 toneladas y una capacidad para más de 75 aeronaves, incluyendo capacidades de guerra electrónica, alerta temprana y helicópteros polivalentes. Impulsado por reactores nucleares, puede operar a alta velocidad durante décadas sin reabastecimiento, lo que lo convierte en un activo crítico de proyección de poder global para Washington.
Por su parte, el HMS Prince of Wales, una de las unidades más modernas de la Marina Real Británica, está diseñado para operaciones expedicionarias de largo alcance. Su propulsión convencional, con más de 109 megavatios de potencia instalada, le permite operar hasta 40 aeronaves y ejecutar salidas de alta intensidad gracias a su cubierta de vuelo con rampa de salto de esquí y doble isla de mando.
Ambas plataformas, además de su potencial ofensivo, están equipadas con sistemas de combate avanzados y arquitecturas modulares que facilitan la integración de tecnologías emergentes, como armas de energía dirigida y vehículos autónomos.

Un mensaje claro en un entorno desafiante
El trasfondo estratégico de Talisman Sabre 2025 está directamente relacionado con la creciente militarización del Indo-Pacífico, marcada por la rápida expansión naval de China. Pekín avanza con su programa de portaaviones, con la inminente entrada en servicio del Tipo 003 Fujian, equipado con catapultas electromagnéticas y capacidad para operar aeronaves de gran tonelaje desde una cubierta completamente plana.
Frente a este escenario, los aliados occidentales buscan fortalecer sus capacidades de respuesta inmediata y su cohesión operativa. La presencia sincronizada de dos portaaviones de distintas naciones, actuando como una sola unidad táctica, envía un mensaje inequívoco: la alianza entre EE. UU., Reino Unido y socios regionales está lista para garantizar la estabilidad marítima, preservar la libertad de navegación y disuadir acciones coercitivas en una de las zonas más disputadas del planeta.
Cooperación que define la postura aliada
La edición 2025 de Talisman Sabre no solo consolida la cooperación bilateral entre Canberra y Washington, sino que eleva el estándar de interoperabilidad multinacional a un nuevo nivel. Con la integración de buques como el HMAS Sydney (DDG 42), el HNoMS Roald Amundsen (F311) y el HMCS Ville de Québec (FFH 332), la coalición demuestra su capacidad para operar en entornos de alta exigencia tecnológica y táctica.
Más allá del ejercicio en sí, esta operación sirve como un pivote estratégico para futuras misiones de seguridad marítima, operaciones humanitarias y posibles respuestas a crisis regionales. En un tiempo de cambios geopolíticos acelerados, la capacidad de las democracias marítimas para actuar de forma conjunta ya no es una aspiración: es una necesidad y, a partir de ahora, una realidad operacional comprobada.
Fuentes: Defense News, Reuters