La Armada de Estados Unidos ha desplegado un segundo portaaviones en Oriente Medio, elevando su capacidad militar en una región marcada por una creciente tensión. El USS Carl Vinson, uno de los portaaviones más avanzados de la flota estadounidense, ha sido redirigido desde el Pacífico para unirse al USS Harry S. Truman, que ya opera en el Mar Rojo.
Washington D.C., Estados Unidos – En una medida sin precedentes en los últimos años, Estados Unidos ha desplegado un segundo grupo de ataque de portaaviones en Oriente Medio como respuesta a la creciente actividad hostil por parte de los rebeldes hutíes en el Mar Rojo y los recientes ataques con misiles en la región. El USS Carl Vinson, que hasta hace poco operaba en el Pacífico, ha recibido órdenes de unirse al USS Harry S. Truman, marcando un despliegue simultáneo de esta magnitud por segunda vez en menos de seis meses.
El panorama de seguridad en Oriente Medio continúa agravándose tras los persistentes ataques hutíes contra buques comerciales y militares, acciones que abarcan desde el lanzamiento de drones y misiles hasta el hundimiento de embarcaciones. Según fuentes oficiales, más de 100 buques mercantes han sido atacados desde noviembre de 2023, con un saldo de dos barcos hundidos y al menos cuatro marineros muertos. Además, el grupo rebelde ha intentado impactar directamente contra fuerzas navales estadounidenses, aunque los sistemas de defensa han logrado neutralizar estas amenazas sin incidentes mayores.
El secretario de Defensa, Pete Hegseth, ha autorizado la extensión del despliegue del portaaviones USS Harry S. Truman, que inicialmente estaba programado para regresar a su puerto base en Norfolk, Virginia, a fines de marzo. Ahora, su misión se prolongará al menos un mes adicional, en un esfuerzo que busca reforzar la presencia militar estadounidense en la región y garantizar la seguridad de las rutas comerciales internacionales.

Con la llegada del USS Carl Vinson al teatro de operaciones, Estados Unidos contará con una fuerza naval ampliada, lo que le otorgará la capacidad de llevar a cabo patrullajes tácticos, operaciones aéreas de precisión y misiones de disuasión directa en el área. Según analistas militares, esta decisión envía un claro mensaje político y estratégico no solo a los hutíes, sino también a Irán, principal aliado y apoyo militar de los rebeldes en Yemen.
El conflicto en Yemen y los ataques hutíes han cobrado mayor protagonismo en los últimos días con la lanzamiento de misiles balísticos hacia Israel, un gesto que intensifica aún más la tensión geopolítica en la región. Aunque no se reportaron víctimas ni daños tras estos ataques, la acción ha elevado el nivel de preocupación internacional sobre las intenciones y capacidades militares de este grupo rebelde.
En respuesta, el ejército estadounidense ha incrementado sus ataques aéreos sobre posiciones hutíes en el noroeste de Yemen. Estas operaciones, ejecutadas bajo la supervisión del Comando Central de Estados Unidos (CENTCOM), buscan neutralizar la infraestructura militar de los insurgentes y prevenir futuras incursiones contra fuerzas aliadas y embarcaciones internacionales. A través de su presencia en redes sociales, las fuerzas armadas han publicado imágenes detallando cada una de estas operaciones, subrayando su compromiso con la estabilidad de la región.
El traslado del USS Carl Vinson desde el Pacífico hasta Oriente Medio representa un cambio significativo en la estrategia militar estadounidense. Hasta hace unas semanas, la tripulación del portaaviones participaba en ejercicios conjuntos con Japón y Corea del Sur en el Mar Amarillo y el Mar de Japón. Sin embargo, los eventos recientes en el Mar Rojo obligaron a las autoridades a redirigir su misión hacia una región que exige atención prioritaria. Para cubrir su nueva asignación, el despliegue del Vinson se prolongará por tres meses más, posponiendo su esperado regreso a su puerto base en San Diego.
A esta robusta operación marítima se suma el respaldo de buques de guerra como el destructor de la clase Arleigh Burke, USS Spruance, recientemente añadido a la misión tras concluir sus operaciones en el Mar Rojo. Con esta incorporación, la Marina estadounidense aumenta su capacidad para ejecutar operaciones coordinadas y, además, intensifica sus patrullajes destinados a frenar el contrabando y la migración ilegal en otras áreas adyacentes.

Al reunir dos grupos de ataque de portaaviones en Oriente Medio, Washington refuerza no solo sus capacidades defensivas, sino también su posición como actor clave en el equilibrio de poder internacional en aguas estratégicas como el Mar Rojo. Este despliegue, paralelo al reciente aumento de tensiones con Irán, subraya un compromiso firme por garantizar la seguridad global y proteger los intereses comerciales y militares de la coalición internacional que opera en la región.
La situación actual evidencia la complejidad de los retos en Oriente Medio y la necesidad de alianzas sólidas entre las potencias internacionales frente a amenazas asimétricas como las representadas por los rebeldes hutíes. Con el USS Carl Vinson y el USS Harry S. Truman patrullando simultáneamente estas aguas, Estados Unidos apuesta por una estrategia de presión sostenida y disuasión contundente que podría marcar un punto de inflexión en este prolongado conflicto.
Mientras tanto, la comunidad internacional observa con atención, consciente de que los movimientos en estas aguas no solo afectan la región, sino que tienen repercusiones estratégicas y económicas a nivel global.
Referencias: India Today, Times of Israel