28 de agosto de 2025

EE.UU. despliega el USS Abraham Lincoln en Alaska para Northern Edge 2025 junto a Canadá

El portaaviones nuclear USS Abraham Lincoln lidera el ejercicio Northern Edge 2025 en el Golfo de Alaska, junto a fuerzas canadienses. La operación pone a prueba la interoperabilidad aérea y naval en un entorno ártico estratégico, integrando nuevas armas como el misil AIM-174B.

imagenes (15)

Alaska, Estados Unidos / 22 de agosto de 2025 — El Departamento de Defensa de Estados Unidos confirmó el despliegue del portaaviones nuclear USS Abraham Lincoln (CVN 72) en el marco del ejercicio Northern Edge 2025, un entrenamiento de gran escala que reúne a más de 6.400 militares, cerca de 100 aeronaves y siete buques de guerra de Estados Unidos y Canadá.

El ejercicio, dirigido por el Comando Indo-Pacífico de EE. UU., comenzó a mediados de agosto y se desarrolla en los vastos polígonos de entrenamiento de Alaska. Su objetivo central es fortalecer la interoperabilidad, la postura de disuasión y la capacidad de sostenimiento en múltiples dominios: marítimo, aéreo, terrestre, cibernético y espacial. La edición de este año tiene un carácter singular, ya que por primera vez se realiza de manera simultánea con el ejercicio Arctic Edge, ampliando la escala del entrenamiento conjunto en todo el teatro de operaciones del norte.

Un MH-60S Sea Hawk del HSC-14 operando a bordo del USS Abraham Lincoln (CVN 72) en el Golfo de Alaska durante NorthernEdge25 – @USPacificFleet (Vía X)
El portaaviones como pieza central

El USS Abraham Lincoln actúa como núcleo del Grupo de Ataque de Portaaviones 3, escoltado por tres destructores de misiles guiados clase Arleigh Burke —el USS O’Kane (DDG 77), el USS Michael Murphy (DDG 112) y el USS Frank E. Petersen Jr. (DDG 121)— bajo el mando del Escuadrón de Destructores 21. A bordo opera el Ala Aérea Embarcada 9, que combina aeronaves de cuarta y quinta generación, incluyendo F/A-18 Super Hornet, EA-18G Growler, E-2D Hawkeye y helicópteros MH-60 Seahawk.

La contribución canadiense está encabezada por la fragata clase Halifax HMCS Regina y un avión cisterna Airbus CC-150 Polaris, lo que refuerza la integración logística y el alcance de las operaciones aéreas aliadas. Fotografías difundidas por la Marina estadounidense muestran helicópteros MH-60S Sea Hawk operando a gran ritmo desde la cubierta del portaaviones, reflejo de la intensidad del entrenamiento.

Innovaciones tecnológicas y misiles de largo alcance

Northern Edge 2025 también sirve como banco de pruebas para nuevas capacidades. Por primera vez en este entorno se ha desplegado el misil aire-aire de largo alcance AIM-174B, una adaptación del misil naval SM-6 que amplía la cobertura de defensa aérea y el patrullaje de barreras. Su integración desde la cubierta del portaaviones subraya la estrategia de la Armada estadounidense de extender el radio de acción de sus alas aéreas embarcadas y fortalecer la defensa de flota en operaciones distribuidas.

Un F/A-18F Super Hornet del VFA-41 operando a bordo del USS Abraham Lincoln (CVN 72) en el Golfo de Alaska durante NorthernEdge25 – @USPacificFleet (Vía X)
Una trayectoria de más de tres décadas

Comisionado en 1989, el USS Abraham Lincoln acumula una extensa hoja de servicios. Fue clave en la Operación Vigilia Ardiente (1991), evacuando miles de civiles filipinos tras la erupción del Monte Pinatubo, y en 2003 su ala aérea participó en los ataques iniciales de la Operación Libertad Iraquí. También se convirtió en el escenario del discurso presidencial de George W. Bush que marcó el fin de las operaciones de combate convencionales en Irak.

El buque desempeñó un papel decisivo en la Operación Asistencia Unificada (2004) tras el tsunami en el océano Índico, proporcionando ayuda humanitaria a la provincia indonesia de Aceh. En 2012 operó en el estrecho de Ormuz en plena tensión con Irán, y entre 2013 y 2017 atravesó un complejo Reabastecimiento de Combustible y Revisión Compleja (RCOH) que modernizó su planta nuclear y sistemas de combate. Tras esa modernización, en 2019 completó un despliegue récord de 295 días alrededor del mundo.

En los últimos años, el portaaviones ha sido plataforma de integración para aeronaves de quinta generación, incluidos los F-35C Lightning II, y ha demostrado capacidades de guerra electrónica avanzada con el sistema AN/ALQ-249 Next Generation Jammer. En 2024, su ala aérea efectuó los primeros ataques de combate con F-35C contra instalaciones hutíes en Yemen, consolidando la doctrina de la llamada “Ala Aérea del Futuro”.

Los marineros e infantes de marina a bordo del USS Abraham Lincoln realizan el mantenimiento de la cubierta de vuelo en un E-2D Hawkeye, un F-35C Lightning II y un EA-18G Growler durante Northern Edge 2025 – @USPacificFleet (Vía X)
Una proyección estratégica en el Ártico y el Indo-Pacífico

La presencia del USS Abraham Lincoln en Alaska resalta la creciente importancia estratégica del Ártico como espacio de entrenamiento para escenarios Indo-Pacífico. Según el Pentágono, Northern Edge 2025 no solo mejora la interoperabilidad con aliados como Canadá, sino que también ensaya respuestas de defensa nacional y contingencias en escenarios de alta intensidad, combinando capacidades navales, aéreas y cibernéticas en un mismo entorno.

El despliegue reafirma el papel del portaaviones como plataforma flexible de disuasión y poder aéreo embarcado, proyectando influencia desde el Ártico hasta el Pacífico Occidental. Con su vida operativa extendida hasta la década de 2030, el USS Abraham Lincoln continuará siendo un componente esencial en la estrategia naval de Washington y en la integración de fuerzas aliadas en operaciones conjuntas.

Fuentes: U.S. Indo-Pacific Command, Jane’s Defence Weekly