En una operación de alto impacto llevada a cabo la semana pasada, las autoridades filipinas han desmantelado una presunta red de espionaje compuesta por seis ciudadanos chinos y un filipino que operaban en la bahía de Súbic, un enclave de vital importancia para la seguridad marítima en el Sudeste Asiático.

Manila, Filipinas – La meticulosa operación de contrainteligencia, dirigida personalmente por el director de la Oficina Nacional de Investigaciones (NBI), Jaime Santiago, culminó con la detención de los sospechosos que, según fuentes oficiales, se dedicaban a recopilar información sensible sobre movimientos navales estadounidenses y filipinos en la región.

Los detenidos, identificados como Nan Ke, Xu Xining, Ye Xiaocan, Dick Ang, Su Anlong y Qui Feng (también conocido como Quing Feng), junto con el ciudadano filipino Melvin Aguillon, habrían desarrollado una sofisticada operación de vigilancia camuflada bajo actividades aparentemente inofensivas.

«Los sospechosos emplearon técnicas de encubrimiento para pasar desapercibidos, haciéndose pasar por pescadores y turistas mientras llevaban a cabo labores de recopilación de inteligencia militar», señaló un portavoz de la agencia de seguridad filipina, quien destacó que la operación se ejecutó en coordinación con las fuerzas especiales SEAL de la Marina de Filipinas y la policía local.

Las evidencias recabadas por los investigadores revelan un patrón sistemático de recopilación de datos estratégicos. Entre el material incautado destacan:

  • Fotografías detalladas del USS Savannah (LCS-28), un buque de combate litoral de clase Independence
  • Imágenes de un petrolero de reabastecimiento de clase Henry J. Kaiser
  • Documentos manuscritos en idioma chino con información precisa sobre el tráfico marítimo en la bahía
  • Equipos de vigilancia aérea presuntamente utilizados para sobrevolar instalaciones militares

Testigos en la zona declararon haber observado a los sospechosos operando drones sobre la bahía bajo el pretexto de realizar actividades pesqueras, una coartada que permitió al grupo monitorizar las operaciones navales sin levantar sospechas inmediatas.

La bahía de Súbic, antiguo bastión de la presencia militar estadounidense hasta 1992, conserva un valor estratégico fundamental en el complejo tablero geopolítico del Mar de China Meridional. Las autoridades filipinas consideran que estas actividades se enmarcan en un contexto más amplio de tensiones regionales por el control de esta zona marítima disputada.

«El puerto franco de la bahía de Súbic NO es un refugio seguro para infractores de la ley«, subrayó Eduardo José L. Aliño, presidente y administrador de la Autoridad Metropolitana de la Bahía de Subic (SBMA), quien ha anunciado una revisión exhaustiva del contrato de arrendamiento del complejo turístico de propiedad china en la Isla Grande, donde presuntamente se alojaban los detenidos.

La investigación ha destapado que el grupo también habría monitoreado actividades en el Aeropuerto Internacional de la Bahía de Súbic, con especial atención a los movimientos de equipamiento militar estadounidense durante ejercicios conjuntos.

Los registros migratorios analizados por las autoridades muestran que los sospechosos extranjeros entraban y salían de Filipinas con frecuencia, estableciendo un patrón conducente con operaciones de inteligencia prolongadas.

Ante la gravedad de los hechos, las autoridades filipinas han anunciado un refuerzo inmediato de las medidas de seguridad en la bahía de Súbic y otras instalaciones sensibles. La embajada china en Manila, por su parte, aún no ha emitido comunicado oficial sobre las detenciones.

Esta operación de contrainteligencia representa un punto de inflexión en la vigilancia marítima en el Sudeste Asiático y podría tener repercusiones significativas en las relaciones diplomáticas entre Filipinas, Estados Unidos y China en un momento de creciente competencia estratégica en la región.

Referencias: ABS-CBN News, NBI