Washington centraliza en la US Navy el desarrollo de los programas DDG(X) y SSN(X) para 2030
El 12 de agosto de 2025, en Washington D.C., la Armada de EE. UU. anunció que asumirá el liderazgo del diseño de los programas DDG(X) y SSN(X), buscando evitar retrasos, reducir riesgos industriales y garantizar superioridad tecnológica frente a potencias rivales.

Washington D.C., Estados Unidos / 12 de agosto de 2025 — La Armada de Estados Unidos ha confirmado un cambio estratégico en su política de construcción naval, colocando bajo control directo del Comando de Sistemas Navales Marítimos (NAVSEA) el diseño del destructor de próxima generación DDG(X) y del submarino de ataque SSN(X). La decisión, revelada oficialmente en la capital estadounidense, busca recuperar la experiencia interna en arquitectura naval y garantizar que la futura flota mantenga su superioridad tecnológica y operativa en los océanos frente a competidores estratégicos como China y Rusia.
El DDG(X) reemplazará progresivamente a los veteranos destructores clase Arleigh Burke, combinando sus sistemas de combate y sensores probados con un casco de nueva concepción, diseñado para soportar un mayor suministro eléctrico y capacidad de refrigeración, esenciales para armas de energía dirigida y radares avanzados. Por su parte, el SSN(X) aspira a heredar la alta capacidad de combate oceánico de la clase Sea Wolf, optimizado para contrarrestar amenazas submarinas emergentes y adaptado a un entorno estratégico cada vez más disputado.

Esta reasignación de competencias responde a los problemas detectados en programas recientes. El caso de las fragatas clase Constellation, basadas en el diseño europeo FREMM, mostró que las modificaciones impuestas por EE. UU. redujeron la similitud con el modelo original a un 15 %, provocando retrasos en la entrega del buque principal. Experiencias previas con el Buque de Combate Litoral (LCS) y los destructores clase Zumwalt reforzaron la necesidad de un control más directo en la fase de diseño.
El Contralmirante Pete Small, ingeniero jefe de NAVSEA, subrayó que el retorno al diseño liderado por la Armada permitirá minimizar los problemas de integración, controlar los costes y acelerar la madurez de los proyectos antes de pasar a la producción.
Desde el punto de vista operacional, el DDG(X) será la columna vertebral de los grupos de ataque de superficie, equipado para defensa contra misiles balísticos y operaciones de proyección de poder. El SSN(X), con mejoras en sigilo, velocidad y sensores, reforzará el dominio submarino estadounidense en operaciones de aguas profundas, proporcionando capacidad para detectar y neutralizar amenazas a gran distancia.

Aunque no se han divulgado cifras oficiales, se anticipa que el presupuesto combinado de ambos programas se ubicará entre las inversiones más grandes en la historia de la construcción naval estadounidense. Los trabajos iniciales ya involucran a astilleros clave como Ingalls Shipbuilding (HII) y General Dynamics Bath Iron Works, mientras la Armada impulsa programas académicos en arquitectura naval para reforzar la base industrial y captar nuevos ingenieros.
Con esta estrategia, la Marina estadounidense envía una señal inequívoca: los diseños críticos para su futuro no dependerán de adaptaciones extranjeras ni de terceros contratistas, sino de un núcleo técnico propio capaz de anticipar los desafíos marítimos de la próxima década.
Fuentes: USNI News, Jane’s Defence Weekly