19 de julio de 2025

Rusia desmantelará su portaaviones “kuznetsov” debido a los costos de las reparaciones

La Armada rusa se enfrenta a una encrucijada estratégica: desmantelar el portaaviones Almirante Kuznetsov. Tras años de averías, reparaciones infructuosas y accidentes, este gigante naval, en servicio desde 1991, podría ser finalmente desguazado. Una decisión que redefine la capacidad de proyección de poder naval de Rusia.

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Moscú, Rusia — El Almirante Kuznetsov, el único portaaviones de la Armada rusa, se encuentra al borde de su desaparición, sumido en un limbo de reparaciones inconclusas y contratiempos que han puesto en tela de juicio su viabilidad operativa y el futuro de la estrategia naval rusa. Lo que comenzó como un ambicioso proyecto de modernización se ha transformado en un calvario de incidentes y retrasos, llevando a las más altas esferas del Mando Naval Ruso y la Corporación Unida de Construcción Naval (USC) a debatir su destino final: volver al servicio o ser desmantelado de forma definitiva.

Según informes recientes del periódico pro-Kremlin Izvestia, las obras de reparación del Kuznetsov se han paralizado por completo, abriendo un intenso debate sobre la pertinencia de mantener a flote un buque que ha pasado más tiempo en dique seco que en alta mar. Fuentes cercanas a las negociaciones sugieren que una decisión crucial es inminente, lo que podría marcar un antes y un después en la composición de la flota rusa.

La controversia en torno al Kuznetsov no es nueva. Desde su entrada en servicio en 1991, este portaaviones ha sido un constante foco de problemas técnicos y logísticos. Su última misión operativa, entre 2016 y 2017 en el Mediterráneo, en apoyo a la campaña militar rusa en Siria, estuvo marcada por la pérdida de dos cazas, evidenciando sus limitaciones y la necesidad urgente de una revisión profunda.

La modernización, que inicialmente se proyectaba para 2021 y luego se pospuso hasta 2025, estaba destinada a prolongar la vida útil del buque por al menos una década, con una inversión estimada de 20 mil millones de rublos (unos 257 millones de dólares). Sin embargo, esta ambiciosa empresa ha estado plagada de infortunios. En 2018, el dique seco flotante PD-50, el único capaz de albergar al Kuznetsov, se hundió, provocando daños estructurales significativos en el portaaviones. Posteriormente, en 2019, un incendio devastador durante los trabajos de soldadura cobró la vida de dos personas y dejó 14 heridos, con pérdidas materiales que superaron los mil millones de dólares. Otro incendio en 2022 prolongó aún más el agonizante proceso de reparación.

La situación actual del Kuznetsov es crítica. A principios de 2023, el buque fue retirado del dique seco en el astillero Sevmorput de Múrmansk, y poco después, se disolvió su tripulación. Reconstituir una tripulación experimentada en el contexto de la actual escasez de personal debido al conflicto en Ucrania, representa un desafío formidable.

Expertos y figuras militares rusas están divididas sobre el futuro de los portaaviones en la estrategia naval del país. El almirante retirado Sergei Avakyants, excomandante de la Flota del Pacífico, ha expresado su apoyo al desmantelamiento del Kuznetsov, argumentando que el buque está obsoleto y carece de la capacidad para operar eficazmente en la guerra naval moderna. Avakyants enfatiza el elevado costo de mantenimiento y la vulnerabilidad del portaaviones ante las armas avanzadas de hoy, sugiriendo que el futuro de la guerra naval reside en los sistemas no tripulados y las plataformas robóticas.

Por otro lado, el contralmirante retirado Mijaíl Chekmasov señala que, si bien la estrategia naval actual de Rusia aún contempla grupos de portaaviones, las restricciones financieras, exacerbadas por la guerra en Ucrania, son un factor determinante en la posible cancelación del proyecto. La prioridad actual del país es el conflicto en Ucrania, lo que ha relegado los planes de construcción naval a un segundo plano.

No obstante, algunos expertos militares rusos aún defienden la relevancia de los portaaviones. Vasily Dandykin, experto naval, argumenta que, a pesar de los avances en tecnología de drones, el apoyo aéreo embarcado sigue siendo crucial para misiones navales de largo alcance. Ilya Kramnik, investigador de la Academia de Ciencias de Rusia, coincide en que la Armada rusa necesita una plataforma aérea flotante. Reconoce que el Kuznetsov está desfasado, pero sugiere que la experiencia adquirida en su operación podría ser invaluable para la construcción de un nuevo portaaviones en el futuro.

La historia del Almirante Kuznetsov está marcada por una cadena de infortunios. Antes de la actual revisión, el buque ya arrastraba un historial de problemas, incluyendo un incendio fatal en 2009 frente a las costas de Turquía. Sus motores, que consumen un denso y contaminante combustible Mazut, generaban una notoria columna de humo negro y requerían un mantenimiento constante. El portaaviones a menudo necesitaba el acompañamiento de remolcadores y su autonomía en el mar se limitaba a unos 45 días.

En un indicio de un cambio de enfoque estratégico, se informó en junio de 2024 que Rusia había cesado las operaciones con portaaviones. Los cazas MiG-29KR del Kuznetsov han sido reasignados a misiones terrestres, incluyendo su despliegue en Crimea, donde uno de ellos fue destruido en un ataque ucraniano en 2024.

La superstición naval asocia la larga lista de desgracias del Kuznetsov, que incluyen incendios, accidentes y un mantenimiento deficiente, con los múltiples cambios de nombre que ha tenido el buque a lo largo de su historia. Originalmente llamado Leonid Brezhnev, luego Tiflis, y finalmente Almirante de la Flota de la Unión Soviética Kuznetsov, algunos creen que esta práctica ha atraído la mala fortuna al navío, apodándolo el barco «maldito».

Formalmente, el Kuznetsov no está clasificado como portaaviones, sino como «crucero pesado portaaviones». Esta designación le ha permitido sortear las restricciones impuestas por la Convención de Montreux, que prohíbe el tránsito de portaaviones por el estrecho del Bósforo.

Si el desmantelamiento del Almirante Kuznetsov se concreta, Rusia se convertirá, por primera vez desde la era soviética, en una nación sin un portaaviones operativo, un acontecimiento que sin duda reconfigurará su posición en el tablero naval global y su capacidad de proyección de poder en los mares del mundo.

Fuentes: RT, TWZ, The Moscow Times