26 de julio de 2025

Rumania comprará corbeta turca para asegurar proyecto energético clave

Rumania planea adquirir un moderno buque de guerra turco para reforzar la protección del estratégico proyecto energético Neptune Deep en el Mar Negro. La compra incluye armamento occidental avanzado y busca reforzar la capacidad naval ante crecientes tensiones regionales.

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BUCAREST, RUMANIA — En una decisión que refleja la creciente importancia geoestratégica del Mar Negro, Rumania ha anunciado planes para adquirir un buque de guerra de última generación construido en Turquía, con el objetivo de reforzar la seguridad en torno al proyecto energético Neptune Deep, uno de los más ambiciosos desarrollos de gas natural en Europa.

La nave en cuestión es el TCG Akhisar, una corbeta ligera de la clase Hisar, recientemente incorporada a la flota turca. Se trata de una embarcación de patrullaje en alta mar, botada en 2023 y en servicio desde diciembre de 2024, que será transferida casi nueva a la Armada Rumana en un plazo estimado de seis meses, según información difundida por el medio rumano HotNews.

El costo total del paquete alcanzará los 223 millones de euros, mientras que se destinarán 42 millones de euros adicionales para su adaptación operativa en un astillero local. El Parlamento de Rumania aún debe aprobar formalmente la compra, aunque el proceso ya está en evaluación parlamentaria debido a su relevancia estratégica para el país.

Protección para un proyecto energético clave

La incorporación del buque responde directamente a la necesidad de asegurar la infraestructura marítima asociada al yacimiento de gas Neptune Deep, ubicado en aguas profundas del Mar Negro. Desarrollado por las compañías OMV Petrom y Romgaz, este proyecto se perfila como uno de los pilares de la autosuficiencia energética de Rumania, y podría posicionar al país como el principal productor de gas natural de la Unión Europea en los próximos años.

La creciente militarización de la región y las tensiones con Rusia, especialmente tras la invasión a gran escala de Ucrania en 2022, han elevado la preocupación por la protección de las instalaciones estratégicas en el Mar Negro, donde la actividad naval ha aumentado considerablemente.

La plataforma OPV de clase Hisar está diseñada para realizar tareas fundamentales como inteligencia, vigilancia y reconocimiento, búsqueda y rescate, antiterrorismo, control de regiones de jurisdicción marítima, seguridad marítima, prevención del contrabando y la piratería, y ayuda humanitaria en desastres naturales.
Un buque moderno, adaptable y armado con tecnología occidental

El TCG Akhisar será adaptado a los requisitos de combate de la Marina rumana. Contará con misiles antibuque Naval Strike Missile y torpedos occidentales, que también forman parte de la modernización de las baterías costeras del país. Entre sus capacidades destaca un hangar para helicópteros medianos y sistemas para operar vehículos no tripulados.

Según el Ministerio de Defensa rumano, la nave posee «una amplia gama de sensores y sistemas de armas modernos, lo que le otorga un alto nivel de combate en todos los entornos». El diseño modular del buque facilita su integración con tecnologías futuras.

Con una eslora de 99,5 metros, desplazamiento de 2.300 toneladas, autonomía de 21 días y alcance de más de 8.000 kilómetros, esta corbeta está propulsada por un sistema diésel-eléctrico que le permite alcanzar velocidades de hasta 24 nudos. Además, está equipada con un cañón naval MKE de 76 mm y un sistema antiaéreo Aselsan GOKDENIZ de 35 mm, lo que refuerza su defensa de corto alcance.

Un paso decisivo en el reordenamiento naval del Mar Negro

Este refuerzo naval se inscribe en una tendencia regional hacia la modernización y expansión de capacidades marítimas ante la creciente volatilidad del entorno geopolítico. Tanto Turquía como Rumania están consolidando su presencia en el Mar Negro como parte de los esfuerzos de la OTAN para garantizar la seguridad marítima y energética en la zona.

La adquisición del TCG Akhisar marca un paso concreto hacia una flota más moderna, capaz de responder a amenazas híbridas, incursiones hostiles y sabotajes en infraestructura crítica, especialmente en un contexto donde los activos energéticos se han convertido en blancos potenciales de conflicto.

Fuentes: Ministerio de Defensa Nacional de Rumania, HotNews