La Marina de Estados Unidos está emprendiendo una transformación radical en sus capacidades defensivas, centrándose en desarrollar tecnologías de guerra electrónica que puedan contrarrestar amenazas cada vez más complejas en el escenario naval mundial.


Washington, Estados Unidos – la Marina de Estados Unidos está desarrollando nuevas tecnologías para la defensa en escenarios de guerra electrónica. Entre estas, destacan los señuelos de larga duración, que prometen revolucionar la estrategia militar en enfrentamientos a gran escala. Estos novedosos sistemas buscan contrarrestar ataques simultáneos y masivos, marcando un nuevo capítulo en la evolución de las tácticas de defensa naval y posicionando a la Marina en la vanguardia tecnológica de confrontaciones modernas.

La iniciativa fue abordada recientemente por el contralmirante William Daly, jefe de la división de guerra de superficie de la Armada, durante el renombrado simposio anual de la Asociación de la Armada de Superficie. Daly destacó que la creciente intensidad y complejidad de los conflictos exige una modernización inmediata y efectiva del arsenal defensivo estadounidense. En este sentido, enfatizó la necesidad de contar con señuelos capaces de operar por períodos prolongados, reforzando los sistemas de protección ante múltiples amenazas, como misiles y drones.

Nulka activa misil señuelo por BAE Systems Australia.

Nulka, una Tecnología Pionera en el Campo de Señuelos Electrónicos

En los últimos años, una de las armas más destacadas en la lucha contra amenazas dirigidas ha sido el sistema Nulka, una colaboración entre Estados Unidos y Australia que ya ha sido desplegado con éxito en escenarios de combate reales. Estos señuelos, diseñados para flotar tras su lanzamiento, emiten emisiones electrónicas que simulan la firma de grandes buques de guerra. Al hacerlo, engañan a sistemas de misiles guiados por radar, desviándolos de los objetivos reales hacia un falso blanco.

El sistema Nulka ha sido integrado en una variedad de plataformas navales de alta envergadura, incluyendo los destructores clase Arleigh Burke, los cruceros clase Ticonderoga y los emblemáticos portaaviones clase Nimitz. Su uso también se ha extendido a naves de la Guardia Costera estadounidense, como los cúteres clase Legend, y a buques de guerra de algunas naciones aliadas, lo que subraya su valor estratégico y su aceptación internacional.

Históricamente, Nulka ha demostrado su eficacia en situaciones críticas, como el ataque con misiles perpetrado por militantes hutíes en 2016 contra el destructor USS Mason en el Mar Rojo. Más recientemente, en 2023, estos sistemas han sido desplegados para contrarrestar amenazas en operaciones similares en la misma región. Pese a sus logros, el contralmirante Daly subrayó que es imperativo avanzar hacia una nueva generación de señuelos con mayor autonomía operativa, capaces de sostenerse «durante decenas de minutos o incluso más» en un entorno de combate saturado.

El Futuro: El Proyecto LEED y el Avance hacia Señuelos de Larga Duración

Para responder a esta necesidad, la Marina está desarrollando el Sistema de Señuelos Electrónicos de Larga Duración (LEED, por sus siglas en inglés). Según la solicitud de presupuesto naval para 2025, LEED se diseñará como un sistema desechable, equipado con un vehículo de vuelo modular y una carga útil para guerra electrónica que podrá actualizarse rápidamente según los requerimientos tecnológicos del momento.

Este ambicioso proyecto se basa en avances previos, como la plataforma denominada Long-Endurance Air Platform (LEAP) y el Netted Offboard Miniature Active Decoy (NOMAD), un pequeño dron de ala giratoria que ya ha probado su eficacia en simulaciones. El enfoque modular de LEED busca no solo mejorar las capacidades defensivas, sino también garantizar que su implementación sea rápida y adaptable a las necesidades emergentes del campo de batalla.

Daly también destacó que, conforme la guerra moderna evoluciona, la capacidad de actuar con celeridad y precisión es clave para mantener la superioridad táctica y estratégica. Con LEED, la Marina pretende no solo mantener esta ventaja, sino afianzar un sistema que pueda resistir los desafíos de guerras futuras.

La Vista Puesta en Sistemas No Tripulados: Innovación Versátil para el Campo Naval

Durante el simposio, además del enfoque en guerra electrónica, el contralmirante Daly ahondó en el potencial de los vehículos de superficie no tripulados (USV, por sus siglas en inglés) como una herramienta clave para los escenarios de conflicto venideros. A pesar del evidente interés en estos sistemas, Daly expresó cautela respecto al programa actual de Buques de Superficie No Tripulados de Gran Tamaño (LUSV). Según el alto mando, este proyecto ha derivado en un diseño demasiado costoso y complejo, lo que dificulta su implementación eficiente.

En lugar de apostar por una solución excesivamente ambiciosa, Daly sugirió alternativas centradas en diseños más simples y económicos que puedan desarrollarse y producirse en masa con mayor rapidez. Entre las opciones que destacó se incluye el programa conocido como Overlord, que se basa en vehículos no tripulados capaces de transportar contenedores con armamento o equipos de inteligencia. Este enfoque simplificado podría permitir una adaptación más ágil en varios astilleros, facilitando una rápida respuesta ante emergencias globales.

El debate en torno a la eficacia y viabilidad de los USV también ha resonado en otros sectores del gobierno estadounidense. Los senadores Jack Reed y Roger Wicker han propuesto redirigir los fondos destinados al programa LUSV hacia proyectos más prometedores, como el Buque de Superficie No Tripulado Mediano (MUSV), una opción más manejable y flexible para operaciones navales.

Un Enfoque Integral en Innovación para la Defensa

El comandante de las Fuerzas de la Flota de EE.UU., el almirante Daryl Caudle, también participó en la discusión sobre el papel de los sistemas no tripulados en escenarios de conflicto a mayor escala. Si bien reconoció los éxitos obtenidos en misiones específicas, como la recopilación de inteligencia y los rescates de submarinos, subrayó que la integración efectiva de estos vehículos en conflictos de mayor alcance sigue siendo un desafío.

En conjunto, la estrategia de modernización naval refleja la intención de las Fuerzas Armadas de Estados Unidos de mantenerse al frente del desarrollo tecnológico militar. Con el avance de iniciativas como los señuelos de guerra electrónica de larga duración y los sistemas no tripulados, la Marina busca adaptarse rápidamente a un mundo donde los conflictos y amenazas evolucionan constantemente. Este enfoque integral no solo refuerza sus capacidades defensivas, sino que alinea sus tácticas con las demandas de un futuro geopolítico cargado de incertidumbres y nuevos retos.

Referencias: Breaking Defense, Armada de los Estados Unidos