El astillero francés Kership, una joint venture entre Piriou y Naval Group, ha botado el tercer buque de contramedidas de minas (MCM), bautizado como «Brugge» (M942). Este evento marca un avance clave en el ambicioso programa belgo-holandés para la renovación de sus capacidades MCM.

BRUSELAS, BÉLGICA – En un nuevo capítulo en la modernización naval europea se escribe con la reciente botadura del ‘Brugge’ (M942), el tercer buque de contramedidas de minas (MCM) destinado a la Armada belga. Este hito, protagonizado por el astillero francés Kership, una empresa conjunta de Piriou y Naval Group, subraya el avance constante del ambicioso programa rMCM (replacement Mine Countermeasures), que transformará las capacidades de guerra de minas de Bélgica y los Países Bajos.

La botadura del ‘Brugge’ a finales de abril no es un hecho aislado, sino una pieza crucial en un complejo engranaje industrial y tecnológico. Tras tocar el agua, el casco del M942 inició su traslado hacia otro astillero en Concarneau. Allí, en la costa oeste francesa, se le integrará la superestructura completa y los sofisticados sistemas que lo convertirán en una plataforma de vanguardia, antes de someterse a un riguroso programa de pruebas. La actividad en Concarneau es frenética, ya que, según imágenes captadas por observadores locales, el quinto buque de esta clase ya se ha unido a sus tres hermanos, cada uno en distintas fases de equipamiento, evidenciando la cadencia sostenida de producción.

Mientras el ‘Brugge’ inicia su fase de alistamiento, el buque cabeza de serie, el ‘Oostende’, continúa su intensiva campaña de pruebas de mar. Recientemente, Exail, proveedor clave del sistema de herramientas MCM, anunció un logro significativo: el ‘Oostende’ completó con éxito las pruebas de despliegue y recuperación del Vehículo de Superficie No Tripulado (USV) Inspector125. Este USV es fundamental para la doctrina operativa de los nuevos buques, ya que cada uno portará dos de estas unidades, capaces de operar sistemas autónomos para la detección y neutralización de minas. El sistema de despliegue, un dique flotante especialmente desarrollado por Naval Group, ha demostrado su eficacia, marcando una diferencia con los sistemas LARS tradicionales. Estas pruebas, que se extenderán hasta el verano, son vitales para la entrada en servicio del ‘Oostende’, prevista para agosto de 2025.

El éxito en la integración del USV Inspector125 no es menor. Confirma la capacidad del ‘Oostende’ para operar como un buque nodriza eficaz, desplegando y controlando drones para misiones MCM. Este concepto representa un salto cualitativo en la guerra naval contra minas, minimizando la exposición del personal y aumentando la eficiencia y el alcance de las operaciones. La validación completa del sistema se espera para finales de este año.

El programa rMCM, adjudicado en mayo de 2019 a Belgium Naval & Robotics, contempla la construcción de doce buques nodriza (seis para Bélgica y seis para los Países Bajos), además de diez conjuntos de herramientas MCM basadas en el sistema UMIS (Unmanned Maritime Integrated System) de Exail.

La relevancia de este diseño ha trascendido las fronteras del Benelux. Francia, reconociendo el potencial de la plataforma, firmó una carta de intención durante Euronaval 2022 para cooperar en el dominio de la guerra de minas. Posteriormente, en febrero de 2025, se rubricó un acuerdo para adaptar el diseño del buque nodriza rMCM a los requerimientos específicos de la Marina francesa. Este diseño servirá de base para el programa francés «Bâtiments de guerre des mines» (BGDM), integrado en la iniciativa estratégica SLAM-F/MMCM. Aunque la Dirección General de Armamento (DGA) francesa había previsto inicialmente encargar el primer BGDM en 2023, y luego pospuesto a 2024, las últimas proyecciones legislativas sitúan el pedido para 2025, consolidando una cooperación trilateral que redefine el futuro de la guerra de minas en Europa.

Referencias: Naval Group, Ministerio de Defensa de Bélgica