Mitsubishi Heavy Industries ha completado la entrega del tercer buque patrullero de la clase Miyako, denominado JCG Amami (PL-204), a la Guardia Costera de Japón (JCG). Este forma parte de la estrategia nacional para fortalecer la seguridad marítima japonesa en el contexto de crecientes tensiones regionales.

Tokio, Japón – El Amami estará asignado al Cuartel General Regional 10 de la Guardia Costera en Kyushu, desde donde asumirá tareas clave como rescate marítimo, protección de recursos naturales, vigilancia en alta mar y labores de orden público. Estas capacidades lo convierten en un elemento esencial para la defensa de los intereses marítimos de Japón en un entorno geopolítico cada vez más complejo.

A primera vista, el Miyako impresiona por sus dimensiones y capacidades: con 117 metros de longitud y una capacidad de carga de 3,500 toneladas, es un buque diseñado para cumplir roles operativos versátiles. Equipado con ametralladoras de 40 mm, sistemas avanzados de propulsión que incluyen cuatro motores diésel Yanmar 8EY33W de 24,000 caballos de potencia y dos hélices de elevado rendimiento, este patrullero puede alcanzar velocidades que superan los 25 nudos (46 km/h).

Lo que distingue a los buques de la clase Miyako, además de su tamaño y tecnología, es su enfoque en la seguridad integral en zonas marítimas estratégicas. Con una serie de patrulleros ya entregados desde 2020, Mitsubishi ha cumplido puntualmente con los plazos establecidos dentro de la iniciativa gubernamental. De hecho, tras la entrega del Amami, se espera la incorporación de dos buques adicionales este mismo año, junto con otras tres unidades proyectadas para 2028, subrayando un compromiso a largo plazo con la modernización de las capacidades marítimas del país.

El fortalecimiento continuado de la flota japonesa no se limita a la entrega de patrulleros en el marco del sistema Miyako. El gobierno japonés ha impulsado una modernización integral de su infraestructura marítima y militar, desplegando nuevas capacidades en todos los frentes estratégicos.

En marzo de 2024, Japón sumó a su fuerza naval el cuarto y último buque de contramedidas de minas de la clase Awaji y el cuarto submarino de ataque híbrido diésel-eléctrico de la clase Taigei, ambos cruciales para la defensa subacuática y las operaciones en aguas profundas. Asimismo, en febrero, Tokio lanzó un moderno buque de investigación oceánica de clase Hibiki para implementar sistemas avanzados de monitoreo acústico.

Mirando hacia el futuro, la incorporación planificada de doce fragatas de misiles guiados clase Mogami para 2028 refuerza el compromiso de Japón con la seguridad marítima regional y el fortalecimiento de su presencia militar en el Indo-Pacífico.

La entrega del Amami y el progreso en la construcción de nuevos patrulleros y unidades militares dejan claro que Japón está preparado para afrontar desafíos marítimos cada vez más significativos. En medio del incremento de actividades en regiones disputadas y del crecimiento de las tensiones geopolíticas en Asia, estas incorporaciones sustentan la apuesta estratégica de Tokio por consolidarse como referente de estabilidad en el contexto regional.

Referencias: Mitsubishi Heavy Industries, Guardia Costera de Japón