Japón detecta por primera vez un buque de rescate submarino chino en el estrecho de Tsushima
Japón detectó por primera vez un buque de rescate submarino chino de la clase Dakai en el estrecho de Tsushima. Su presencia refuerza las sospechas sobre una creciente coordinación naval entre China y Rusia en aguas sensibles del noreste asiático.

TOKIO, JAPÓN – Las aguas del estrecho de Tsushima, uno de los corredores marítimos más estratégicos del noreste asiático, fueron escenario de una presencia inédita. Por primera vez, Japón identificó un buque de rescate submarino chino navegando hacia el Mar de Japón, lo que alimenta las preocupaciones de Tokio sobre la intensificación de las maniobras militares chinas cerca de su territorio y la posible sincronización operativa entre Beijing y Moscú.
El avistamiento fue confirmado por el Estado Mayor Conjunto japonés, que informó que el buque con número de casco 841, perteneciente a la Armada del Ejército Popular de Liberación de China (PLAN), cruzó el estrecho de Tsushima tras ser localizado a unas 205 millas náuticas al oeste de las islas Goto. Se trata de un navío de la nueva clase Dakai, un tipo de buque de apoyo y rescate para submarinos, que entró en servicio en 2024 y representa un elemento clave en la expansión de las capacidades de guerra submarina de China.
Una travesía bajo vigilancia aérea y marítima
Ante el cruce inusual de este buque especializado, la Fuerza de Autodefensa Marítima de Japón respondió de inmediato con un despliegue combinado de vigilancia. Aviones de patrulla marítima P-1 despegaron desde la base aérea de Kanoya, en Kyushu, y desde la instalación de la Flota 4 en Atsugi, isla principal de Honshu, para seguir su trayecto. Además, el barco de ataque rápido japonés JS Shirataka se desplegó en proximidad del grupo naval chino.
La travesía del buque de rescate submarino no fue aislada. A la misma hora, en la madrugada del jueves, tres unidades de superficie del PLAN fueron detectadas navegando por la misma ruta: los destructores CNS Urumqi y CNS Shoxinf, acompañados del buque petrolero de flota CNS Qiandaohu, todos dirigiéndose hacia el Mar de Japón. La maniobra conjunta sugiere un despliegue planificado, aunque el propósito específico no ha sido confirmado por fuentes oficiales.
¿Despliegue autónomo o coordinación con la Armada rusa?
El cruce simultáneo de múltiples buques chinos por el estrecho de Tsushima ocurre en un contexto particularmente delicado: la Armada rusa dio inicio esta semana al ejercicio naval Tormenta de Julio, una operación a gran escala que involucra a unidades de las flotas del Norte, Pacífico, Báltico y Caspio.
Aunque no se ha establecido oficialmente una conexión directa entre el despliegue chino y los ejercicios rusos, la coincidencia temporal alimenta las especulaciones sobre una posible cooperación operativa entre las dos potencias, que en 2024 ya participaron conjuntamente en el ejercicio naval Ocean 2024, llevado a cabo en el Pacífico.
A lo largo del último año, la Armada china ha incrementado sus tránsitos por el Mar de Japón y hacia el Mar de Bering, en una señal clara de que su estrategia naval ha adoptado un perfil de proyección oceánica de largo alcance. La presencia del Dakai 841, un buque diseñado específicamente para operaciones de rescate y apoyo a submarinos, marca un nuevo nivel en ese despliegue: uno que pone énfasis en la guerra submarina y las capacidades de recuperación en entornos operativos lejanos.
Tokio vigila, Pekín avanza
Para Japón, este tipo de tránsito plantea una creciente presión estratégica en su entorno marítimo inmediato. El paso de buques especializados, como los de la clase Dakai o los patrulleros clase Dongdiao —uno de los cuales fue detectado esta misma semana cerca de la isla de Miyako—, evidencia una campaña más amplia de China para consolidar una presencia constante en rutas que hasta hace poco eran cruzadas principalmente por sus flotas de superficie más convencionales.
Aunque el Ministerio de Defensa japonés no emitió comentarios más allá del reporte técnico, en círculos militares se interpreta este despliegue como parte de una estrategia de demostración de fuerza y consolidación logística submarina, que podría preparar el terreno para futuras operaciones conjuntas o más agresivas en la región.
Fuentes: Reuters, The Japan Times, South China Morning Post