El misil hipersónico de largo alcance (LRHW, por sus siglas en inglés), conocido como Dark Eagle, fue lanzado desde la Estación de la Fuerza Espacial de Cabo Cañaveral, Florida, y ha sido llevado a cabo por la Marina y el Ejército de los Estados Unidos como parte de un esfuerzo conjunto por fortalecer las capacidades militares frente a amenazas emergentes.
Florida, Estados Unidos – El ejercicio, calificado como un avance significativo, estuvo liderado por la Oficina de Capacidades Rápidas y Tecnologías Críticas (RCCTO) del Ejército y los Programas de Sistemas Estratégicos (SSP) de la Marina. A través de este ensayo, las fuerzas militares estadounidenses buscan validar los avances tecnológicos de un sistema de armas que promete redefinir las estrategias de combate en contextos de alta complejidad.
Una nueva era en la disuasión estratégica
La prueba del misil hipersónico LRHW representa un paso fundamental en el desarrollo de capacidades de ataque rápido y de alta precisión. Este sistema, diseñado para alcanzar velocidades superiores a Mach 5 -cinco veces la velocidad del sonido-, combina rapidez, maniobrabilidad y resistencia, lo que permite atacar objetivos reforzados incluso en entornos hostiles donde el acceso es muy restringido. La Secretaria del Ejército, Christine Wormuth, destacó la importancia de este avance al señalar que «estamos demostrando que esta capacidad puede estar al servicio de nuestros combatientes, brindándoles una ventaja operativa significativa».
Asimismo, la colaboración con la Marina amplía las posibilidades del sistema al adaptarlo para su futura implementación tanto en plataformas terrestres como marítimas. Carlos Del Toro, Secretario de la Marina, subrayó el impacto estratégico de estos esfuerzos conjuntos: «Esta prueba no solo marca un gran paso tecnológico, sino que también refuerza nuestra posición como una de las fuerzas de combate más avanzadas del mundo».
En palabras del vicealmirante Johnny R. Wolfe Jr., quien ha supervisado el desarrollo del arma, la tecnología hipersónica representa una capacidad transformadora en el campo de batalla. «Esta es una prueba contundente de cómo la colaboración entre el Ejército y la Marina nos posiciona para enfrentar los retos del futuro. Las capacidades del LRHW respaldarán nuestras estrategias nacionales de defensa y proporcionar una ventaja decisiva que refuerza la seguridad del país».
Un arma para los conflictos del futuro
El misil LRHW, bajo el concepto de ataque rápido convencional (Conventional Prompt Strike, CPS), se concibe como una herramienta integral de combate conjunto, capaz de adaptarse tanto a las Fuerzas Terrestres como Navales. En el caso del Ejército, el primer despliegue de una batería LRHW ocurrió en 2023, mientras que nuevas instalaciones están planificadas para 2025 y 2027. Estas baterías estarán compuestas por sistemas de lanzamiento de transporte erectores (TEL) equipados con dos misiles cada uno, además de un centro de operaciones de batería (BOC). Este esquema forma parte de una estrategia más amplia que integra al LRHW dentro de las Fuerzas de Tarea Multidominio del Ejército, diseñadas para hacer frente a desafíos en escenarios cada vez más interconectados y digitalizados.
Para la Marina, la implementación se centrará inicialmente en buques destructores de la clase Zumwalt. De acuerdo con los cronogramas previstos, el primer barco equipado con CPS, el USS Zumwalt (DDG-1000), iniciará su despliegue en el cuarto trimestre de 2025. Este será seguido por otros buques de la misma clase, incluyendo el USS Michael Mansoor (DDG-1001) en 2026 y el USS Lyndon Johnson (DDG-1002) en 2027. Asimismo, una versión naval adaptada del LRHW podría instalarse en submarinos del Bloque V de la clase Virginia a partir de 2029, garantizando la capacidad de ataque hipersónico en una variedad de plataformas estratégicas.
La ventaja hipersónica: velocidad, precisión y disuasión
A diferencia de los misiles balísticos tradicionales, el LRHW se basa en un vehículo de planeo hipersónico que le confiere un perfil de vuelo más maniobrable. Esto le permite evadir sistemas de defensa antimisiles y atacar objetivos críticos con una precisión sin precedentes. Este aspecto es especialmente relevante para misiones en las que el tiempo es un factor decisivo, ya que la combinación entre rapidez y letalidad del sistema puede neutralizar amenazas antes de que puedan reaccionar.
El teniente general Robert A. Rasch, director del área de Hipersónica, Energía Dirigida y Espacio del RCCTO, destacó estas capacidades como un punto de inflexión en el armamento moderno. «La maniobrabilidad y velocidad del LRHW no tienen comparación en la actualidad. En escenarios donde el acceso está restringido, nuestras fuerzas contarán con una herramienta decisiva para proyectar poder y garantizar nuestra superioridad operativa».
Colaboración como estrategia clave
La sinergia entre el Ejército y la Marina ha sido fundamental para acelerar el desarrollo de estas capacidades y optimizar los recursos. A través de pruebas conjuntas y la utilización de un sistema de armas común, los programas RCCTO y SSP han logrado seguir un cronograma de entrega más agresivo y generar ahorros significativos. Esto no solo refuerza la interoperabilidad entre las diferentes ramas de las fuerzas armadas, sino que también subraya el compromiso de ambas instituciones por mantenerse a la vanguardia tecnológica.
El programa LRHW no solo responde a las necesidades actuales, sino que también proyecta soluciones a largo plazo en un entorno geopolítico en constante cambio, donde la competencia tecnológica y militar desempeña un papel central en la seguridad global. La capacidad de adaptarse y desplegarse rápidamente en entornos terrestres y marítimos consolida al LRHW como una pieza clave del arsenal estratégico de Estados Unidos.
Conclusión: una carrera tecnológica que redefine el poder militar
Con el horizonte puesto en 2029, cuando las versiones más avanzadas de estas armas hipersónicas estén completamente operativas en tierra, mar y, posiblemente, en futuras plataformas aeroespaciales, Estados Unidos reafirma su posición como líder en el desarrollo de tecnologías bélicas. El misil LRHW, fruto de una cooperación estratégica entre el Ejército y la Marina, materializa no solo un avance técnico, sino también una visión renovada de cómo las fuerzas militares colaboran para enfrentar las amenazas del siglo XXI. En un escenario internacional donde la velocidad y precisión son esenciales, el LRHW representa una clara señal de que la carrera armamentística entra en una nueva fase, guiada por la innovación hipersónica.
Referencias: Departamento de Defensa de EE.UU., SAC
