La presencia inusualmente cercana de un buque anfibio chino frente a Taiwán, el 1 de julio de 2025, expone las crecientes tensiones y la sofisticación de las operaciones de Pekín. Este incidente subraya la amenaza latente de asalto anfibio, desafiando la preparación defensiva de Taipéi y redefiniendo la seguridad regional.
TAIPEI, TAIWAN – El 1 de julio de 2025, la calma tensa que define el Estrecho de Taiwán se vio nuevamente perturbada por la inesperada aproximación de un buque de asalto anfibio Tipo 072A de la Armada del Ejército Popular de Liberación (APL) chino. Su presencia, a menos de 60 millas náuticas al noreste de Keelung, en la costa norte de Taiwán, no fue un suceso menor; se trató de una aproximación inusualmente cercana que resonó de inmediato como una clara demostración de las capacidades de proyección de fuerza de Pekín y un test explícito a la preparación defensiva taiwanesa.
Este episodio marítimo, rápidamente confirmado por el Ministerio de Defensa Nacional (MND) de Taiwán, se inscribe en la compleja y persistente estrategia de zona gris empleada por China para ejercer presión constante sobre la isla, sin cruzar el umbral de un conflicto abierto. Aunque el MND aclaró que el buque no violó la zona contigua de Taiwán, la proximidad del Tipo 072A fue suficiente para encender las alarmas y obligar a una estrecha vigilancia por parte de las fuerzas armadas taiwanesas, utilizando todos sus medios marítimos, aéreos y terrestres.
El buque de desembarco anfibio Tipo 072A, un formidable portacargas de 3770 toneladas métricas, representa una pieza clave en el arsenal de asalto anfibio de China. Capaz de transportar hasta 10 tanques, 250 tropas totalmente equipadas, dos helicópteros medianos y cuatro lanchas de desembarco, su capacidad de carga y versatilidad operativa superan significativamente a sus predecesores. La inclusión de plataformas para helicópteros, en particular, extiende su alcance más allá de una zona de desembarco inmediata, permitiendo la inserción rápida de fuerzas o equipos en el interior del territorio.

El Jefe de Estado Mayor de la Armada de Taiwán, Chiang Cheng-kuo, no tardó en subrayar la relevancia estratégica de la ubicación del buque, al noreste de Keelung. Este punto lo sitúa potencialmente al alcance de infraestructuras vitales en el norte de Taiwán.
De forma más contundente, Lin Yu-feng, exoficial del Instituto de Tecnología de la Fuerza Aérea, señaló a Focus Taiwan que cualquier fuerza de desembarco desplegada desde este navío podría constituir una amenaza directa para instalaciones militares y gubernamentales cruciales en el distrito de Dazhi, en Taipéi, incluyendo el propio Ministerio de Defensa Nacional y el Centro de Comando de Operaciones Conjuntas.
Este escenario resalta la vulnerabilidad estratégica de Taiwán ante operaciones anfibias multidominio, capaces de eludir las defensas costeras tradicionales y apuntar a objetivos estratégicos en profundidad.
Para los analistas, la maniobra del Tipo 072A no fue aleatoria. Parece diseñada para poner a prueba las medidas de vigilancia y respuesta de Taiwán, al tiempo que envía un mensaje inequívoco sobre la capacidad de Pekín para ejecutar operaciones anfibias en las cercanías de los principales centros de población taiwaneses. Su Tzu-yun, investigador del Instituto de Investigación de Defensa y Seguridad Nacional, advierte que si bien Taiwán debe mantener una vigilancia constante y una preparación para responder, sus fuerzas armadas también deben evitar un seguimiento naval excesivo que, a largo plazo, podría agotar sus recursos. El MND ha reiterado su compromiso de responder de forma proporcional y adaptativa, apoyándose en sistemas conjuntos de inteligencia, vigilancia y reconocimiento (ISR) para mantener un conocimiento situacional preciso.
Este incidente plantea interrogantes fundamentales sobre la postura de guerra anfibia a largo plazo de China y su potencial para coaccionar a Taiwán mediante la presión psicológica y las tácticas de zona gris. Con los actores regionales cada vez más alertas a estas demostraciones marítimas, la presencia del Tipo 072A subraya la necesidad crucial de que Taipéi continúe adaptando sus defensas costeras, mejore sus sistemas de alerta temprana y profundice la cooperación en seguridad regional para disuadir posibles incursiones anfibias.
La aproximación de este buque de asalto anfibio demuestra cómo Pekín sigue perfeccionando y exhibiendo sus capacidades, como parte integral de su estrategia en el estrecho. El ejército taiwanés debe ahora evaluar cómo contrarrestar estas amenazas de forma efectiva, evitando el desgaste de sus propios recursos navales y de vigilancia. A medida que el equilibrio de poder en el Estrecho de Taiwán evoluciona, cada nueva maniobra sirve como un recordatorio contundente de que la amenaza de un asalto anfibio persiste como una de las principales preocupaciones de seguridad de Taiwán, una realidad que continuará modelando su planificación de defensa en los años venideros.
Referencias: Focus Taiwan, Taipei Times