La Marina de EE. UU. se prepara para revolucionar su arsenal con el despliegue del sistema de ataque hipersónico CPS en destructores Zumwalt y submarinos Virginia. Este desarrollo, con inversión de mil millones de dólares y liderado por Lockheed Martin, promete una capacidad de ataque convencional sin precedentes.
WASHINGTON D.C., ESTADOS UNIDOS – La U.S. NAVY está a la vanguardia de una transformación estratégica en su capacidad de ataque naval, impulsando el desarrollo de la primera capacidad hipersónica basada en el mar para sus destructores de la clase Zumwalt. Esta iniciativa representa un salto cualitativo en la proyección de poder convencional, prometiendo una velocidad, precisión y alcance sin precedentes.
Según un anuncio del Departamento de Defensa fechado el 30 de mayo de 2025, Lockheed Martin ha recibido una modificación contractual sustancial, valorada en hasta mil millones de dólares, para continuar el desarrollo del Sistema de Armas de Ataque Rápido Convencional (CPS). Este programa está diseñado para equipar inicialmente a los formidables destructores de la clase Zumwalt y, posteriormente, a los submarinos de ataque de la clase Virginia, con una capacidad de ataque rápido y certero, desprovisto de ojivas nucleares.
La notificación oficial detalla que la inversión abarca la gestión del programa, el desarrollo técnico integral, la integración de sistemas complejos, la adquisición de materiales de larga duración y la producción de herramientas y equipos especializados, todos elementos críticos para la fabricación de misiles y sus plataformas de lanzamiento. Un desembolso inicial de 140 millones de dólares será cubierto por el presupuesto de investigación y desarrollo del Ejército de los Estados Unidos, subrayando la naturaleza colaborativa de esta empresa.

El CPS, una iniciativa de importancia crucial liderada por la Armada en estrecha colaboración con el Ejército, busca desarrollar un arma de planeo hipersónico propulsada, capaz de alcanzar objetivos a largas distancias a velocidades que superan Mach 5. El misil incorpora un propulsor de cohete sólido de dos etapas, desarrollado por Northrop Grumman, y un Cuerpo de Planeo Hipersónico Común (C-HGB), fabricado por Dynetics. Su mecanismo de lanzamiento emplea un sistema de eyección de gas frío, seguido de la ignición del motor y una hábil maniobra en vuelo mediante el control vectorial de empuje. Esta configuración es clave para evadir trayectorias predecibles, lo que reduce drásticamente la vulnerabilidad a la interceptación, incluso frente a los sistemas de defensa antimisiles más avanzados. Un aspecto fundamental del CPS es el uso de una ojiva cinética no explosiva, diseñada para causar destrucción selectiva mediante la energía de impacto, minimizando así los efectos colaterales.
El programa CPS se estructura en tres fases bien definidas. La primera, iniciada en 2019, se ha centrado en el prototipado rápido, incluyendo múltiples Campañas de Vuelo Conjuntas (JFC) destinadas a validar los componentes del misil y del sistema en condiciones de misión realistas. Aunque algunas pruebas experimentaron anomalías o cancelaciones, se han implementado medidas correctivas rigurosas, y se han planificado pruebas adicionales para 2024. La segunda fase contempla el despliegue a bordo de los destructores de la clase Zumwalt, mientras que la tercera implica la integración completa en los submarinos de la clase Virginia bajo el Programa de Adquisiciones de Defensa Principal. Para 2024, se espera tener finalizado un plan de soporte a largo plazo para el ciclo de vida de los sistemas una vez operativos.

Paralelamente a su aplicación naval, el Ejército de EE. UU. está desarrollando una versión terrestre del CPS, conocida como el programa de Armas Hipersónicas de Largo Alcance (LRHW), o «Dark Eagle». Este sistema comparte componentes esenciales con su contraparte naval, incluidos los subsistemas de munición de alto alcance (AUR) y de mando. Lockheed Martin, como integrador principal de sistemas de armas, colabora con gigantes de la industria como Northrop Grumman, Dynetics, General Dynamics Mission Systems, y contratistas especializados como VTG y X-Bow Systems. En febrero de 2022, pruebas conjuntas con General Atomics en Wallops Island, Virginia, validaron el rendimiento de las Unidades Autónomas de Terminación de Vuelo (AFTU), un elemento crucial para garantizar la seguridad durante las campañas de pruebas hipersónicas.
A pesar de algunos retrasos, el programa avanza con determinación. En diciembre de 2024, HII confirmó que el USS Zumwalt había regresado al mar tras significativas modificaciones realizadas en Ingalls Shipbuilding en Pascagoula, Misisipi, preparándolo para albergar el sistema CPS. El primer lanzamiento de un misil real desde un buque está proyectado entre 2027 y 2028. Una vez operativo, el CPS será el primer sistema de armas hipersónicas basado en el mar de Estados Unidos, calificado por las autoridades como un arma convencional con profundas implicaciones estratégicas. El contrato actual tiene fecha de finalización el 31 de agosto de 2028.
El misil CPS dotará a Estados Unidos de una capacidad de ataque de alta velocidad y precisión desde plataformas tanto expuestas como encubiertas, lo que amplificará su flexibilidad operativa en un escenario tecnológico altamente competitivo dominado por China y Rusia. Su integración señala un giro fundamental en la doctrina de ataque convencional estadounidense, priorizando la velocidad, el alcance y la precisión sin recurrir a cargas nucleares, redefiniendo el panorama de la seguridad global.
Referencias: Departamento de Defensa de Estados Unidos