El Reino Unido ha anunciado el despliegue del avanzado sistema láser DragonFire para equipar cuatro buques de su Marina Real en lugar de uno, como originalmente estaba planeado. Esta decisión forma parte de una serie de medidas destinadas a fortalecer las capacidades de respuesta ante amenazas emergentes.
Londres, Reino Unido – El anuncio llega en un contexto de crecientes desafíos geopolíticos, entre ellos, las tensiones derivadas de la invasión rusa de Ucrania y la creciente presión para que Gran Bretaña optimice sus capacidades de disuasión en un escenario global cada vez más volátil. Este rediseño de su estrategia militar refuerza el papel esencial de la investigación e innovación tecnológica en la defensa contemporánea.
Para materializar este despliegue ampliado, el Gobierno británico destinará 2.200 millones de libras (2.800 millones de dólares) adicionales como parte del presupuesto de defensa para el próximo año fiscal, lo que señala un ambicioso esfuerzo por garantizar que las Fuerzas Armadas del Reino Unido estén mejor preparadas para encarar amenazas modernas. Este monto es considerado un «pago inicial» dentro del objetivo más amplio de elevar el gasto en defensa al 2,5% del PIB para 2027, una promesa que resalta la voluntad política por no quedarse atrás en términos de capacidad militar frente a potencias como China o Rusia.
El despliegue inicial del DragonFire, que originalmente estaba planeado para un solo buque de guerra, fue anunciado por la Marina Real en abril de 2024. Sin embargo, las crecientes amenazas y los buenos resultados de las pruebas iniciales del sistema llevaron al Ministerio de Defensa a triplicar su alcance, integrándolo en un grupo de cuatro embarcaciones. Aunque los nombres específicos de los buques aún no han sido revelados, existen especulaciones de que los destructores Tipo 45 y las fragatas Tipo 26, con su capacidad destacada de generación de energía, serán los principales beneficiarios de esta tecnología de vanguardia.
El DragonFire, desarrollado por un consorcio liderado por MBDA y varias firmas tecnológicas británicas, es un láser de alta energía diseñado para abordar amenazas rápidas y letales, como drones y misiles de última generación. Su mayor atractivo radica en su economía operativa y precisión quirúrgica.
Cada disparo del láser tiene un coste estimado de menos de 10 libras esterlinas (12,9 dólares), una cifra que contrasta drásticamente con los costos exorbitantes de los misiles convencionales, los cuales pueden alcanzar cientos de miles de dólares por unidad. Esto lo convierte en una solución altamente rentable, especialmente en el contexto actual, donde las Fuerzas Armadas buscan combinar innovación con ahorro presupuestario.
En cuanto a su precisión, el DragonFire ha demostrado ser excepcionalmente eficaz, alcanzando objetivos del tamaño de una moneda a distancias de hasta un kilómetro. Este nivel de exactitud lo convierte en una herramienta primaria para operaciones en las que minimizar los daños colaterales es fundamental, como en zonas densamente pobladas o áreas con gran afluencia marítima. Además, su capacidad de respuesta instantánea lo posiciona como un sistema ideal para interceptar amenazas en movimiento rápido, una necesidad ante el auge del uso de drones en conflictos modernos.
A nivel operativo, el consumo de energía del sistema DragonFire también se presenta como una ventaja significativa. Según estimaciones, una ráfaga de 10 segundos de este láser consume la misma cantidad de energía que un calentador doméstico utilizándola durante una hora. Este detalle no solo refuerza su etiqueta como un sistema «económico», sino que también lo convierte en una opción sostenible respecto a sus alternativas, que tienden a ser intensivas en recursos.
El despliegue de esta tecnología no solo eleva el perfil de las capacidades defensivas del Reino Unido, sino que también representa un mensaje disuasorio a escala global. Ante un panorama internacional cargado de incertidumbre, la capacidad de desplegar un sistema que combine respuesta rápida, precisión extrema y costos operativos mínimos es vista como un paso crucial para reforzar la seguridad nacional y la proyección marítima del Reino Unido.
El DragonFire es una pieza central del compromiso británico por mantenerse tecnológicamente competitivo, particularmente en un momento en el que las tecnologías emergentes, como la inteligencia artificial y las armas hipersónicas, están cambiando las reglas del juego en los conflictos modernos. Además, su implementación reafirma al Reino Unido como un líder en innovación militar y un socio fiable dentro del marco de la OTAN.
Con el horizonte puesto en 2027, la expansión de este sistema láser constituye una apuesta decidida que no solo protegerá intereses estratégicos, sino que también pavimentará el camino hacia una defensa más eficiente, sostenible y avanzada para los desafíos globales del futuro. Tras este audaz movimiento, el Reino Unido no solo proyecta fuerza, sino también la determinación por adaptarse a la era de las guerras tecnológicas.
Referencias: MBDA, Marina Real del Reino Unido (Royal Navy)