La Oficina de Responsabilidad Gubernamental (GAO) ha expuesto vulnerabilidades estructurales significativas en el sistema de mantenimiento de la Armada estadounidense, comprometiendo potencialmente la capacidad operativa de su flota de combate de superficie.
Washington, Estados Unidos – Un reciente informe emitido por la Oficina de Responsabilidad Gubernamental (GAO) ha encendido las alarmas sobre el estado del mantenimiento de los buques de combate de superficie de la Armada de Estados Unidos. A pesar de haber recibido un aumento de mil millones de dólares por encima de sus solicitudes presupuestarias iniciales para operaciones de mantenimiento entre 2020 y 2023, los problemas estructurales y organizativos persisten, dejando en evidencia una serie de retos que complican la sostenibilidad de su flota operativa.
El informe, publicado oficialmente el 31 de enero de 2025, centra su atención en los 149 buques de combate de superficie no nuclear que conforman aproximadamente dos tercios de la fuerza naval estadounidense. Estas embarcaciones se destacan como componentes clave del poderío marítimo de Estados Unidos y son fundamentales para llevar a cabo misiones de seguridad nacional, defensa, patrullaje marítimo y cooperación aliada.

Desafíos en ascenso, soluciones pendientes
Entre los principales problemas destacados en el informe se encuentran la escasez de piezas de repuesto, la insuficiencia de personal de mantenimiento calificado y una preocupante tendencia al aplazamiento recurrente de tareas de mantenimiento. A pesar de que entre 2020 y 2023 se destinaron casi 25.900 millones de dólares para dichas actividades, mil millones más de lo solicitado inicialmente, los resultados no parecen reflejar una mejora sustancial en la operatividad de la flota.
La GAO señala que, al cierre del año fiscal 2023, el 99,7 % de este presupuesto había sido comprometido, lo que equivale a unos 25.800 millones de dólares gastados en operaciones de mantenimiento. Sin embargo, estas inversiones no han logrado superar los cuellos de botella existentes en la gestión de la flota. Factores como la antigüedad de algunos buques, la falta de una planificación integral de recambios estructurales y la escasez de técnicos altamente calificados están ralentizando los esfuerzos para optimizar las capacidades operativas.
El problema, insiste la GAO, no radica exclusivamente en la falta de financiamiento, sino en una serie de desafíos sistémicos que hasta ahora permanecen sin resolverse. Muchos de estos contratiempos han llevado a afectar los calendarios operativos, limitando la capacidad de la Armada para desplegar sus buques con la rapidez necesaria en situaciones críticas.
La cadena de mando en el punto de mira
El informe identifica varias oficinas y organismos dentro de la Armada como responsables directos de gestionar el mantenimiento de las unidades de combate de superficie, incluyendo el Programa de Planificación de Ingeniería de Mantenimiento de Buques de Superficie (SURFMEPP) y comandantes encargados de tipo, bajo la supervisión del Departamento de Defensa. Sin embargo, la interacción entre estas oficinas y la complejidad burocrática del proceso de mantenimiento parecen representar otro gran obstáculo. Desde la elaboración de presupuestos hasta la supervisión de los avances, los procesos actuales muestran inconsistencias que requieren una reestructuración profunda.
Además, la Armada carece de un marco estandarizado que permita evaluar de forma integral los factores que afectan la disponibilidad de los buques. Según la GAO, es imperativo que se establezcan procedimientos más rigurosos para identificar y mitigar los riesgos asociados con el aplazamiento del mantenimiento, así como para evaluar los requisitos de personal, materiales y cronogramas.

Recomendaciones no implementadas: un problema persistente
Desde hace varios años, la GAO ha formulado un total de 46 recomendaciones dirigidas a mejorar la eficiencia y gestión del mantenimiento de los buques de combate de superficie. Sin embargo, hasta septiembre de 2024, solo se habían registrado avances parciales en la implementación de 12 de estas recomendaciones, dejando el resto sin ejecutar.
Entre las propuestas clave de la GAO se incluye la necesidad de establecer requisitos de disponibilidad de material más exhaustivos, documentar de manera estandarizada los factores que afectan los niveles óptimos de tripulación y proporcionar evaluaciones anuales sobre los riesgos técnicos, operativos y financieros derivados del mantenimiento diferido. La falta de avances significativos en estos frentes sigue siendo motivo de preocupación, especialmente a medida que las tensiones geopolíticas exigen una capacidad operativa más robusta y eficiente.
Una flota crítica para los intereses de defensa
La relevancia de resolver estas deficiencias trasciende lo administrativo y afecta directamente la capacidad estratégica de Estados Unidos a nivel global. Entre destructores, cruceros, portaaviones y submarinos, la Armada estadounidense opera más de 230 buques, de los cuales 149 corresponden a la fuerza de combate de superficie no nuclear. Como columna vertebral de las operaciones navales, estas unidades tienen roles clave en misiones de disuasión, operaciones de apoyo a aliados y defensa de las rutas marítimas internacionales.
El mantenimiento y la modernización constituyen procesos esenciales para extender la vida operativa de los buques, lo que en última instancia repercute en la eficiencia de las fuerzas armadas. Sin embargo, según el análisis de la GAO, los cuellos de botella en el sistema actual de mantenimiento ponen en riesgo la capacidad de la Armada para cumplir con sus metas estratégicas previstas.

Una llamada a la acción
Con el panorama actual, el informe no solo expone las debilidades de gestión dentro de la Armada, sino que también resalta la necesidad de establecer reformas estructurales. A medida que la flota continúa envejeciendo y las demandas internacionales sobre la capacidad marítima estadounidense se intensifican, la falta de acción decisiva podría afectar gravemente la seguridad nacional y los compromisos internacionales de Estados Unidos.
La GAO insta a la Armada y al Congreso a trabajar de manera conjunta para garantizar que las recomendaciones pendientes sean implementadas y que el proceso de mantenimiento evolucione en favor tanto de la modernización de la flota como de la optimización de los recursos públicos invertidos. Sin una reforma integral de la estrategia de mantenimiento, advierte el informe, está en juego no solo el desempeño de la Armada, sino también la posición de liderazgo marítimo que Estados Unidos ha mantenido durante décadas.
Referencias: GAO, ABC