La Armada de Corea del Norte ha puesto en marcha una serie de pruebas demostrativas con su recién presentado destructor de misiles guiados «Choe Hyon», revelando capacidades avanzadas como el lanzamiento de misiles de crucero «Hwasal-2», que auguran un salto significativo en su potencia marítima.
PYONGYANG, COREA DEL NORTE – La Armada de Corea del Norte ha dado un paso significativo en la modernización de su flota con la exitosa prueba de combate del nuevo destructor de misiles guiados «Choe Hyon», un buque que ya despliega capacidades ofensivas y defensivas avanzadas. Las pruebas, realizadas el 28 de abril y monitoreadas personalmente por el líder norcoreano, Kim Jong Un, incluyeron el lanzamiento de un misil de crucero Hwasal-2, así como de un misil supersónico no identificado, reforzando las sospechas sobre el creciente poderío militar del régimen en aguas regionales.

El «Choe Hyon», presentado oficialmente hace apenas días, ha confirmado su versatilidad gracias a un sistema de lanzamiento vertical (VLS) de diseño avanzado. Según las imágenes difundidas por la Agencia Telegráfica Central de Corea (KCNA), el destructor cuenta con 32 celdas pequeñas, 12 medianas, 20 de mayor tamaño y 10 contenedores aún más grandes, lo que sugiere la capacidad de albergar una amplia gama de armamento, desde misiles de defensa cercana hasta posibles misiles balísticos tácticos.
El lanzamiento del Hwasal-2, un misil de crucero de largo alcance previamente probado en corbetas clase Amnok, marca un hito en la estrategia naval norcoreana. Sin embargo, el mayor enigma radica en el misil supersónico disparado desde la proa, cuya identidad permanece clasificada pero que, según analistas, podría tratarse de un nuevo sistema de defensa aérea o incluso de un arma antisuperficie.
En un comunicado cargado de retórica militarista, Kim Jong Un alabó la eficacia del destructor, destacando su capacidad para integrar «medios de ataque poderosos, como misiles de crucero supersónicos, estratégicos y balísticos tácticos, con sistemas defensivos convencionales». Este discurso refuerza la narrativa de Pyongyang sobre su autosuficiencia militar frente a lo que considera «amenazas imperialistas».
Además de los misiles, el buque demostró su capacidad de combate cercano con pruebas de su cañón principal de 127 mm y sus sistemas CIWS AK-630 de 30 mm, diseñados para neutralizar amenazas aéreas y de misiles enemigos.

A pesar de los avances mostrados, persisten interrogantes clave, especialmente sobre el contenido de los 10 contenedores más grandes del VLS. Expertos sugieren que podrían alojar misiles balísticos de corto alcance Hwasong-11, capaces de alcanzar blancos en Corea del Sur o Japón. No obstante, la falta de datos concretos impide confirmar esta hipótesis, dejando abierta la puerta a especulaciones sobre una posible escalada en la disuasión naval norcoreana.
El despliegue del «Choe Hyon» llega en un momento de creciente tensión en la península coreana, donde Corea del Norte ha intensificado sus pruebas de armamento en desafío a las sanciones de la ONU. Mientras Seúl y Washington fortalecen su alianza militar, Pyongyang parece empeñado en demostrar que su tecnología militar avanza sin depender de apoyos externos.
El régimen norcoreano ha convertido a este destructor en un símbolo de su doctrina de disuasión asimétrica, combinando capacidades convencionales y estratégicas en un solo buque. Con Kim Jong Un supervisando personalmente las pruebas, el mensaje es claro: Corea del Norte no solo busca modernizar su flota, sino también proyectar poder más allá de sus costas.
Referencias: KCNA, Chosun IIBO