Taiwán da inicio a los ejercicios militares «Han Kuang 41» los más grandes de su historia
Los ejercicios militares Han Kuang 41, realizados en Taiwán del 9 al 18 de julio de 2025, marcaron un esfuerzo sin precedentes para fortalecer la defensa ante la creciente presión de China. Con simulacros de guerra híbrida, movilización récord de reservistas y la integración de sistemas avanzados como los HIMARS, Taiwán busca disuadir cualquier amenaza mientras refuerza su resiliencia civil y militar.

TAIPEÍ, TAIWÁN – En un contexto de tensiones crecientes en el estrecho de Taiwán, las maniobras militares Han Kuang 41, desarrolladas del 9 al 18 de julio de 2025, se erigieron como la respuesta más contundente de la isla ante las amenazas de la República Popular China. Con una duración récord de 10 días y la participación de 22,000 reservistas, estos ejercicios no solo buscaron probar la capacidad defensiva de Taiwán, sino también enviar un mensaje claro a Pekín: la isla está preparada para resistir.
Las maniobras se llevaron a cabo en medio de un clima geopolítico enrarecido. China, que considera a Taiwán una provincia rebelde, ha intensificado sus actividades militares en la región, incluyendo incursiones aéreas y bloqueos navales simulados. Solo en 2024, se registraron más de 3,000 violaciones del espacio aéreo taiwanés, un aumento del 80% respecto al año anterior.
En abril de 2025, Pekín realizó las maniobras Strait-Thunder 2025A, donde simuló ataques de precisión y desembarcos anfibios a apenas 400 kilómetros de las costas taiwanesas. Estas acciones, combinadas con tácticas de «zona gris» —como el uso de buques civiles y guardacostas—, han elevado la percepción de amenaza en Taipéi.
Objetivos clave: preparación y disuasión
Los ejercicios Han Kuang 41 se centraron en cuatro pilares fundamentales:
- Guerra híbrida: Simulaciones de ciberataques, desinformación y bloqueos navales, tácticas que China ha empleado en el pasado.
- Movilización de reservistas: Un récord de 22,000 reservistas participaron, probando la capacidad de respuesta rápida ante una invasión.
- Resiliencia civil: Por primera vez, se incluyeron simulacros de evacuación y defensa urbana en ciudades como Taipéi y Taichung.
- Tecnología avanzada: Se integraron sistemas como los lanzacohetes HIMARS y los misiles Sky Sword II, fortaleciendo la red de defensa antiaérea.

Fases de los ejercicios: desde la «zona gris» hasta la guerra total
Las maniobras se dividieron en tres etapas clave:
- Respuesta a tácticas de «zona gris» (9-11 de julio): Simulaciones de hostigamiento por buques chinos y drones, con el despliegue de misiles antibuque Hsiung Feng III.
- Despliegues defensivos (11-13 de julio): Protección de infraestructuras críticas y movilización de sistemas antiaéreos.
- Escenario de guerra abierta (13-18 de julio): Simulaciones de desembarco anfibio y resistencia urbana, incluyendo ejercicios en las islas de Penghu y Quemoy.
Capacidades militares en juego
Taiwán desplegó un arsenal moderno para contrarrestar la superioridad numérica china:
- Fuerza naval: 20 buques, incluyendo las corbetas Tuo Chiang, diseñadas para operaciones rápidas y sigilosas.
- Sistemas de misiles: Los HIMARS y Sky Sword II demostraron su capacidad para neutralizar amenazas aéreas y terrestres.
- Drones y guerra electrónica: Unidades no tripuladas para reconocimiento y ataque, reflejando la modernización de la doctrina militar taiwanesa.

China no tardó en responder. Jiang Bin, portavoz del Ministerio de Defensa chino, tachó los ejercicios de «actuación engañosa» y reiteró que la reunificación es «inevitable». Mientras tanto, Estados Unidos criticó las maniobras chinas como «irresponsables» y reafirmó su compromiso con Taiwán, aunque instó a la isla a aumentar su gasto militar al 10% del PIB.
Los ejercicios Han Kuang 41 subrayan la estrategia de defensa asimétrica de Taiwán, que prioriza sistemas móviles y tácticas innovadoras para compensar su desventaja numérica. Sin embargo, la simultaneidad de maniobras chinas y taiwanesas eleva el riesgo de incidentes no deseados.
El apoyo de aliados como EE.UU. es crucial, pero Taiwán enfrenta el desafío de no provocar una escalada mientras fortalece su defensa. En palabras de analistas, aunque no se espera un conflicto inmediato, la tensión en el estrecho sigue siendo una bomba de tiempo geopolítica.
Los ejercicios Han Kuang 41 no fueron solo un ensayo militar; fueron una demostración de determinación y preparación. En un escenario donde cada movimiento cuenta, Taiwán ha dejado claro que no dará un paso atrás en su defensa. Pero en este juego de ajedrez estratégico, el equilibrio entre disuasión y diplomacia será clave para evitar una crisis mayor.
Fuentes: Ministerio de Defensa de Taiwán, China Military, Def online