6 de agosto de 2025

EE.UU. adjudica a Raytheon contrato de USD 3.500 millones por misiles AIM-120

El Pentágono firmó un contrato récord de 3.500 millones de dólares con Raytheon para ampliar la producción del misil AMRAAM AIM-120, en respuesta a la creciente demanda global, tensiones estratégicas y la necesidad urgente de reabastecer los arsenales occidentales.

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Washington, Estados Unidos — En un contexto internacional marcado por conflictos persistentes y el desgaste de las reservas estratégicas, el Departamento de Defensa de Estados Unidos firmó un contrato sin precedentes por 3.500 millones de dólares con Raytheon (actualmente parte del conglomerado RTX) para la producción a gran escala de los misiles aire-aire avanzados de alcance medio AIM-120 (AMRAAM). La adjudicación también incluye sistemas de telemetría, repuestos críticos y servicios técnicos complementarios.

La operación beneficiará tanto a las fuerzas armadas estadounidenses como a 19 países aliados a través del mecanismo de Ventas Militares al Extranjero (FMS). Entre los destinatarios se encuentran Japón, Alemania, Polonia, Australia, el Reino Unido, Israel y Ucrania, todos socios estratégicos de Washington en zonas de alta tensión geopolítica.

Aunque no se reveló la cantidad total de misiles encargados, analistas estiman que, según el costo por unidad de ciertas variantes —superior al millón de dólares—, el volumen de producción será significativo y destinado a responder tanto a la presión operativa actual como a la planificación de conflictos futuros.

El AIM-120 AMRAAM (Advanced Medium-Range Air-to-Air Missile) es un misil aire-aire estadounidense de alcance medio, diseñado para ataques más allá del alcance visual (BVR). Es un misil guiado por radar activo, lo que significa que puede buscar y atacar objetivos de forma autónoma después del lanzamiento, lo que permite al avión lanzador atacar otros objetivos.
Una capacidad crítica en múltiples teatros

El AIM-120 AMRAAM ha sido una pieza clave en la defensa aérea occidental desde su introducción, compatible con todas las plataformas de combate estadounidenses y de múltiples aliados, incluidos los F-15, F-16, F/A-18, F-22 y F-35. Además de su función original aire-aire más allá del alcance visual, el misil ha sido adaptado como efector tierra-aire en el sistema NASAMS, desarrollado conjuntamente por Kongsberg Defense (Noruega) y Raytheon, y empleado exitosamente en Ucrania y para la protección de Washington D.C.

Su eficacia ha sido demostrada en misiones recientes contra drones hutíes, aparatos iraníes sobre Siria e Irak, y enjambres lanzados contra Israel. Ucrania, por su parte, ha utilizado ampliamente los AMRAAM tanto desde lanzadores NASAMS como desde sus recientemente incorporados F-16.

Reforzando una cadena de suministro bajo presión

Este contrato llega en un momento clave, tras años de baja inversión industrial y frente a una demanda exponencial por municiones avanzadas. La producción de estos misiles —que en muchos aspectos son verdaderos «miniaviones»— enfrenta cuellos de botella industriales, especialmente en componentes de largo plazo y alta especialización. La situación se agrava ante la proliferación de drones baratos y misiles de crucero en conflictos activos.

La adjudicación sigue a un contrato anterior de 1.200 millones de dólares firmado con Raytheon menos de un año atrás, y se suma a nuevas exportaciones autorizadas, como la reciente aprobación de misiles AMRAAM para Egipto, que podrían emplearse tanto en su sistema NASAMS como en sus F-16, que históricamente habían sido limitados por restricciones de exportación.

Nuevas generaciones en desarrollo

Aunque el AMRAAM sigue siendo el estándar occidental, el Pentágono acelera el desarrollo de nuevas capacidades. En paralelo, avanzan programas como el AIM-260 Joint Advanced Tactical Missile (JATM), que busca superar al AMRAAM en alcance y capacidad para enfrentar amenazas avanzadas, como los misiles hipersónicos y las aeronaves furtivas chinas.

También se especula sobre una posible variante mejorada del AMRAAM, el AIM-120E, cuyo desarrollo fue mencionado por el Centro de Gestión del Ciclo de Vida de la Fuerza Aérea (AFLCMC) a través de documentación contractual publicada en abril de 2025.

Una carrera contra el tiempo

El incremento masivo de pedidos no responde únicamente a una lógica de modernización, sino a una urgencia real. Las existencias de misiles AMRAAM se han visto reducidas por la entrega constante a aliados en guerra activa, mientras que las amenazas de conflictos mayores —como una eventual confrontación en el estrecho de Taiwán— siguen creciendo. Estados Unidos y sus socios buscan así restablecer una capacidad de disuasión creíble y sostenida, que pueda responder simultáneamente en múltiples frentes.

Fuentes: Breaking Defense, Raytheon