La Marina Real del Reino Unido durante una operación en aguas del Atlántico, un dron Puma desplegado desde el buque auxiliar RFA Tidespring actuó como «ojos extendidos» para un helicóptero Merlin Mk2, permitiéndole operar en silencio electrónico absoluto mientras recibía datos en tiempo real sobre posibles amenazas.

LONDRES, REINO UNIDO – La Royal Navy británica ha confirmado la exitosa integración de sistemas aéreos no tripulados (UAS) con su aviación tripulada en un escenario operativo real. El pasado 30 de mayo de 2025, en las aguas del Atlántico, un dron Puma, actuando como «ojos voladores» avanzados, proporcionó la guía táctica exclusiva para un helicóptero Merlin Mk2, marcando la primera vez que la Armada Real ejecuta una misión de esta naturaleza.

La innovadora maniobra implicó que la tripulación del sofisticado helicóptero Merlin, una pieza clave en la guerra antisubmarina y de superficie, desactivara deliberadamente sus propios sistemas de radar y sensores. En su lugar, confiaron exclusivamente en el flujo de datos en tiempo real transmitido por un dron Puma, lanzado y operado desde el buque auxiliar de la Flota Real, RFA Tidespring. Este ejercicio no fue una simple prueba, sino una operación táctica con implicaciones profundas para el futuro del combate marítimo.

Helicópteros AW101 Merlin de la Royal Navy actualizados en el Programa Merlin Life Sustainment.

El concepto de «ojos voladores» se materializó cuando el ligero y versátil dron Puma, operado por un equipo especializado del Escuadrón Aéreo Naval 700X, se adelantó a la aeronave tripulada. Operando de forma discreta y a distancias seguras, el Puma transmitió un flujo seguro de imágenes electroópticas e infrarrojas directamente tanto al buque de mando como a la cabina del Merlin.

Esta superioridad informativa permitió al helicóptero aproximarse y monitorizar una embarcación sospechosa designada manteniendo un silencio electrónico total. En entornos hostiles, saturados por la guerra electrónica y sistemas de armas que se guían por emisiones de radar, esta capacidad de operar sin ser detectado es una ventaja táctica crucial.

La relevancia de esta sinergia entre plataformas tripuladas y no tripuladas (MUM-T) radica en su capacidad para expandir drásticamente el alcance sensorial, potenciar el sigilo y optimizar la asignación de recursos críticos. Al delegar las tareas de reconocimiento y vigilancia inicial al dron, el helicóptero Merlin, desarrollado por Leonardo y equipado con un potente arsenal de sonares y sistemas de guerra electrónica, puede preservar sus capacidades para el momento decisivo del enfrentamiento o la intervención, minimizando su exposición al peligro.

El dron Puma de la Royal Navy realiza sus primeras pruebas operativas durante su despliegue en octubre de 2020.

Desde una perspectiva doctrinal, este enfoque introduce una flexibilidad sin precedentes en la respuesta a amenazas. Los comandantes navales pueden ahora desplegar sus aeronaves tripuladas de manera más selectiva, reduciendo el desgaste de estas valiosas plataformas y ampliando su disponibilidad operativa. La integración de UAS como el Puma, un sistema compacto desarrollado por AeroVironment capaz de operar hasta dos horas, en la cadena de decisión y ataque permite ejecutar operaciones multicapa, donde los drones no solo realizan labores de reconocimiento, sino que también pueden asistir en la evaluación de daños de combate o el seguimiento de objetivos.

Las implicaciones se extienden a las operaciones litorales y la guerra antisubmarina (ASW). En aguas costeras congestionadas, un dron puede mapear discretamente la actividad marítima o alertar a los sensores de mayor capacidad del helicóptero o del buque nodriza. En escenarios ASW, mientras el Merlin se concentra en amenazas subacuáticas, el Puma puede mantener una vigilancia persistente de la superficie, complementando los patrones de sonoboyas.

Expertos en defensa subrayan que esta evolución hacia operaciones aéreas híbridas es una respuesta directa a la proliferación de misiles antibuque de largo alcance y sofisticadas capacidades de guerra electrónica por parte de potenciales adversarios. Las fuerzas navales occidentales están virando hacia operaciones más distribuidas y menos dependientes de plataformas con alta firma electromagnética.

Además del beneficio táctico, el factor económico y logístico es considerable. Drones como el Puma son significativamente más económicos de operar y mantener que aeronaves de mayor envergadura, y su carácter prescindible permite arriesgarlos en entornos donde una plataforma tripulada no sería enviada.

La Royal Navy, con esta demostración palpable de capacidad, se posiciona a la cabeza de la innovación OTAN en la fusión operativa de lo tripulado y lo no tripulado, perfilando un futuro donde la agilidad, la capacidad de supervivencia y la información precisa dictarán el compás de la guerra marítima del futuro.

Referencias: Marina Real del Reino Unido